Berkeley tampoco pudo parar
La primavera del 68 en Los ?ngeles es el principio del movimiento chicano
Falta un a?o para el mayo franc¨¦s. Desde el centro del movimiento hippie de San Francisco, Joan Didion escribe: ¡°Est¨¢bamos viendo el intento desesperado de un pu?ado de ni?os pat¨¦ticamente mal equipados de crear una comunidad en un vac¨ªo social. Una vez que hab¨ªamos visto a esos ni?os, no pod¨ªamos seguir ignorando el vac¨ªo, no pod¨ªamos hacer como si la atomizaci¨®n de la sociedad pudiera revertirse. Esta no era una rebeli¨®n generacional tradicional. En alg¨²n momento entre 1945 y 1967, de alguna forma hab¨ªamos pasado por alto contarles a estos ni?os las reglas del juego que est¨¢bamos jugando¡±.
El 68 de California tiene t¨ªtulo: Arrastrarse hacia Bel¨¦n. El reportaje de Joan Didion se public¨® el a?o antes en una revista y despu¨¦s como t¨ªtulo de la colecci¨®n de relatos sobre California que la hizo famosa. En marzo de 1967, suena en las radios una canci¨®n de Scott McKenzie que dice: ¡°Si vas a San Francisco, aseg¨²rate de llevar flores en el pelo¡±. Eso hace Didion, pero con libreta y bol¨ªgrafo.
Su relato es una dolorosa desmitificaci¨®n del ambiente de Haight-Ashbury. Menores drogados, huidos de sus casas, ¡°desechando el pasado y el futuro como las serpientes mudan su piel, ni?os a los que nunca se les ense?¨®, y ya nunca aprender¨ªan, los juegos que hab¨ªan mantenido unida a la sociedad¡±. Didion ve adem¨¢s el potencial pol¨ªtico de lo que est¨¢ pasando. No es una an¨¦cdota. De ah¨ª va a salir algo, dice un a?o antes de Par¨ªs. Bueno o malo, pero con sus propias reglas. No se puede parar.
Ese potencial pol¨ªtico se est¨¢ materializando al otro lado de la bah¨ªa, en la Universidad de Berkeley, que sale en todos los peri¨®dicos del pa¨ªs desde principios de la d¨¦cada por la movilizaci¨®n de sus estudiantes. El Free Speech Movement se ha ampliado a las protestas contra la guerra de Vietnam y por los derechos civiles. A partir de 1967, los enfrentamientos empiezan a ser habituales. En las calles aleda?as de Oakland, el 7 de abril, tres d¨ªas despu¨¦s del asesinato de Martin Luther King, los Panteras Negras se enfrentan a tiros con la polic¨ªa.
¡°Los disturbios de Par¨ªs dejan amplia destrucci¨®n¡±, titulaba Los Angeles Times en su primera p¨¢gina el domingo, 12 de mayo de 1968. ¡°La capital se prepara para una huelga masiva el lunes¡±. La cr¨®nica describe para el p¨²blico de California ¡°las peores escenas de destrucci¨®n desde la II Guerra Mundial¡± en la capital francesa, con una foto de un estudiante adoqu¨ªn en mano. Berkeley ya tiene un espejo en el que mirarse.
Lejos del centro intelectual de California, el muy blanco y segregado Los ?ngeles est¨¢ dejando atr¨¢s el recuerdo de los disturbios raciales de 1965 en Watts. Pero el 1 de marzo de 1968, una serie de institutos de East LA, el coraz¨®n chicano de la ciudad, empiezan huelgas de estudiantes pidiendo una mayor reconocimiento de la cultura m¨¦xico-americana en los programas y mejores condiciones en los centros con amplia mayor¨ªa de mexico-americanos. La primavera del 68 en Los ?ngeles es el principio del movimiento chicano.
El 5 de junio, Robert Kennedy celebra con sus seguidores la victoria en las primarias dem¨®cratas en un sal¨®n del hotel Ambassador de Los ?ngeles. All¨ª mismo es asesinado a tiros. El ¨²nico candidato con cierto aura de unificador, quiz¨¢ la ¨²ltima oportunidad de conexi¨®n entre los ¡°ni?os¡± y el sistema, desaparece. En el otro lado, el gobernador ultraconservador de California, Ronald Reagan, hace un intento por ser el nominado republicano a la Presidencia ese a?o. Finalmente, es derrotado en las primarias de 1968 por el californiano Richard Nixon, un republicano centrado y tradicional. Sin embargo, Joan Didion avisa: ¡°El centro no aguanta¡±.
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