Terry Gilliam: ¡°Si el humor muere, ser¨¢ el final de la civilizaci¨®n¡±
El director brit¨¢nico clausura Cannes con su anhelado proyecto 'El hombre que mat¨® a Don Quijote', al que ha dedicado dos d¨¦cadas de su vida
El viaje ha acabado. Terry Gilliam (Minneapolis, 1940) ha cabalgado contra tormentas y huracanes, aviones de la OTAN, enfermedades de sus actores, productores que se escapaban sin poner el dinero, demandas judiciales y rumores de ictus. Pero finalmente El hombre que mat¨® a Don Quijote clausura ma?ana s¨¢bado el festival de Cannes?y el cineasta, que durante estas dos d¨¦cadas de frustrantes intentos parec¨ªa sufrir ¨¦l tambi¨¦n el s¨ªndrome Alonso Quijano (al volverse loco en el intento de adaptar una novela de caballer¨ªas), sonr¨ªe. Nunca ha dejado de hacerlo en 20 a?os, pero ahora su risa suena m¨¢s clara, sin matices. Y su mejor reflejo es el cartel con el que empieza la proyecci¨®n de su pel¨ªcula: "Y ahora, despu¨¦s de m¨¢s de 25 a?os haciendo... y deshaciendo: un filme de Terry Gilliam".
En un encuentro con la prensa espa?ola en Cannes, Terry Gilliam se sabe el rey del momento. Esta misma ma?ana ha logrado su segunda victoria judicial contra el productor portugu¨¦s Paulo Branco. Ma?ana, a la vez que se proyecta en el festival, se podr¨¢ estrenar comercialmente su Quijote en Francia. Esto, unido a que hace diez d¨ªas la justicia tambi¨¦n rechaz¨® la demanda de Branco?para que la pel¨ªcula no se viera en Cannes, ha mejorado mucho el humor de Gilliam. "Estoy bien, de verdad, mi salud est¨¢ estupenda, relax. Estoy encantado con el festival, porque ha apostado fuerte y protegido la pel¨ªcula de los ataques de mi amigo portugu¨¦s. Yo iba a ense?ar la pel¨ªcula de una manera o de otra en el certamen¡±.
?Ha merecido la pena tama?o esfuerzo, que incluyen dos rodajes, un ristra de actores contratados y dos protagonistas fallecidos? "Probablemente, la ¨²nica cosa buena que me pasa es que no tengo memoria, olvido todo lo malo y solo recuerdo lo bueno. Por eso he seguido haciendo pel¨ªculas¡±. A Gilliam ni le preocupan las cr¨ªticas de su sacrosanto esfuerzo. "No, porque yo he escrito la mayor¨ªa", y suelta un de sus extra?as risotadas. M¨¢s en serio, reflexiona sobre el peligro de hacer realidad los sue?os, porque en ocasiones no cumplen las expectativas. "A trav¨¦s de estos a?os, much¨ªsima gente se ha hecho una idea de la pel¨ªcula que probablemente sea mejor que la pel¨ªcula real. Espero sorprender a algunos". Y durante este proceso ha ido depurando el guion, en el que ha desaparecido, por ejemplo, un viaje en el tiempo. "?Porque era una idea mal¨ªsima!". La estructura se mantiene desde que en 1991 Gilliam empez¨® a acariciar la idea, que logr¨® llevar a cabo en octubre de 2000... solo durante seis d¨ªas de rodaje en el desierto de las Bardenas Reales. Las inundaciones, la espalda de Jean Rochefort (que entonces encarnaba al Quijote) y el ruido del vuelo de los cazas de una cercana base de la OTAN mataron aquel intento.
No, la pregunta no es si yo estaba obsesionado con el Quijote, sino por qu¨¦ el Quijote se obsesion¨® conmigo
Hoy, Adam Driver encarna a un personaje que arranc¨® con el rostro de Johnny Depp, Toby, un estudiante de cine que en un momento de idealismo rod¨® una versi¨®n del libro de Cervantes, y que a?os m¨¢s tarde, convertido en un c¨ªnico director de publicidad, vuelve al pueblo espa?ol donde rod¨® su filme inici¨¢tico, para descubrir que el zapatero que hizo de don Quijote, Javier (Jonathan Pryce), se cree de verdad el caballero de la triste figura. A partir de ah¨ª, la pel¨ªcula delira como solo puedo hacerlo un trabajo de Gilliam, hipnotizado como su protagonista con esta aventura. "No, la pregunta no es si yo estaba obsesionado con el?Quijote, sino por qu¨¦ el Quijote se obsesion¨® conmigo. Nunca me dej¨® solo, me ha maltratado durante 25 a?os y yo le he culpado de todos mis problemas". Al menos, ¨¦l lo ha acabado, porque otros lo dejaron por el camino, como Orson Welles. "Lo hice por Orson", bromea. "Dije que har¨ªa al menos una cosa mejor que Welles y as¨ª ha sido: ?He finalizado la pel¨ªcula!", y desvela un gui?o que ha dejado en homenaje al director de Ciudadano Kane. El cineasta brit¨¢nico (hace a?os renunci¨® a su nacionalidad estadounidense) no quiere recordar mucho cu¨¢nto ha cambiado en estos a?os. "Creo que ha mejorado mi humor. Si el humor muere, ser¨ªa el final de la civilizaci¨®n. La vida se ha vuelto solemne. Me lo molesta mucho la gente que se toma todo en serio¡±.
A trav¨¦s de estos a?os, much¨ªsima gente se ha hecho una idea de la pel¨ªcula que probablemente sea mejor que la pel¨ªcula real. Espero sorprender a algunos
En su libro Gilliamismos, el c¨®mico asegura: "Si algo es imposible, lo intento". En Cannes se reafirma: "Pero no solo yo, sino la humanidad. El Everest no exist¨ªa hasta que se consider¨® imposible escalarlo. Creo que los retos imposibles son los que hacen avanzar al ser humano". Dicho lo cual, asegura que "ser¨ªa m¨¢s responsable invertir esfuerzos y dineros en cuidar la Tierra m¨¢s que en escapar de ella en viaje espacial¡±. Y en esos imposibles entra adaptar la novela de Miguel de Cervantes. ¡°Como todo el mundo, yo pensaba que sab¨ªa algo del Quijote. Hace 25 a?os le convenc¨ª a un productor para que me diera 25 millones de euros para adaptar Las aventuras del bar¨®n de Munchausen y el Quijote. Y entonces fue cuando le¨ª el libro. Me pareci¨® enorme, y sent¨ª que ten¨ªa que traicionarlo para quedarme con su esencia. ?Que se joda el libro! ?Que se joda Cervantes! Pero la segunda parte me parece la primera novela moderna de la historia, sobre todo cuando el caballero se enfada al descubrir que est¨¢n escribiendo y ficcionando sus aventuras¡±.
Dicho eso, Gilliam se baja de Rocinante, pero deja para la siguiente generaci¨®n un nuevo reto: ¡°Puede que sea el momento de que lo encarne una mujer, de que veamos a Do?a Quijota¡±.
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