El abogado enamorado de la m¨²sica pop
El cantautor Javier de Torres lanza dos ¨¢lbumes simult¨¢neos en los que a¨²na la melancol¨ªa de su voz con la minuciosidad de un artesano
Con un aire taciturno, trajeado como si solamente se tratase de un hombre de oficina, Javier de Torres (Madrid, 1965) se presenta como el anti pop-star del panorama musical nacional. Lleva compaginando desde 2004 su trabajo como abogado en el bufete Bercovitz Carvajal, en el que est¨¢ especializado en propiedad intelectual; con su faceta como cantautor. "Me dedico a la parte m¨¢s prosaica de la m¨²sica y, al mismo tiempo, a la m¨¢s art¨ªstica", explica De Torres, quien considera que ha podido gestionar sus dos vocaciones porque la m¨²sica pop "no requiere una dedicaci¨®n muy intensa y continuada como otras artes". Sin embargo, con una producci¨®n de canciones propia de un prodigio de las letras, lanza simult¨¢neamente dos discos, Permanent Monday e Inmersi¨®n Radical En La Melancol¨ªa, musicalmente muy diferentes, el primero en ingl¨¦s, el otro en castellano, pero en los que le es imposible no dejar su sello melanc¨®lico y su minuciosidad de artesano.
"En casa no me hacen ni puto caso. Me ven al piano, creando y parece que han desarrollado una especie de capa impermeable a lo que hago", explica este artista incomprendido que est¨¢ casado y con tres hijos adolescentes. Sin embargo, tiene su p¨²blico, tanto es as¨ª, que fue "uno de los pocos fans" que le quedaban quien le insisti¨® para que volviera a la m¨²sica, algo que hab¨ªa aparcado desde el comienzo de su carrera en la abogac¨ªa. Y as¨ª fue. En 2003 se volvi¨® a sentar al teclado y casi de manera natural "el veneno¡± que le hab¨ªa inoculado aquel seguidor ¡°deseoso de volverle a escuchar" se convirti¨® en Roland Garros, un disco de 11 canciones en el que ya dejaba ver el estilo que le acompa?ar¨ªa el resto de su carrera: muchos temas, muy breves, pero con un contenido culto, ingenioso y, en algunas ocasiones, lejos de lo que se entiende por pol¨ªticamente correcto.
El cantautor dice seguir el m¨¦todo haiku, en el que esboza, pero no desarrolla el concepto. "No hay preludios, voy directamente a lo que quiero contar y muchas veces dejo intencionadamente historias y retratos inconclusos", se?ala De Torres. En el disco, trata temas en universales en las artes, y as¨ª canta al amor, o m¨¢s al desamor ("realmente se canta a lo que se pierde o anhela"), al olvido, al pasado y a los problemas de la sociedad, pero siempre desde un prisma costumbrista. "Vivo pegado a la realidad. No estoy todo el d¨ªa metido en la carretera haciendo conciertos, sino que tengo una vida normal, de civil. Esto hace que no pierda el foco".
Aunque no se plantea llevar una vida diferente, s¨ª que asume que es la que le ha tocado vivir. Siempre lejos de los focos, de manera intencionada, dice seguir en la m¨²sica por una necesidad intr¨ªnseca en ¨¦l, algo natural, que le surge de manera inevitable. A estas alturas, parece tener clara su posici¨®n de artista minoritario y no desea hacer nada que le haga cambiar esa concepci¨®n que tiene de s¨ª mismo y en la que dice sentirse tremendamente c¨®modo. Entre otras cosas, no se plantea hacer conciertos en directos. "Ese encanto de lo ef¨ªmero del concierto est¨¢ muy bien, pero como viene, se va", afirma m¨¢s que acostumbrado a tener que explicar por qu¨¦ se niega a subirse a un escenario. ?l prefiere centrar sus energ¨ªas en las grabaciones "porque es lo que perdura en la historia de la m¨²sica".
Sin embargo, con su faceta de hombre de leyes siempre presente, es inevitable preguntarle por el caso del rapero Valtonyc, que deber¨¢ ingresar en prisi¨®n antes del d¨ªa 24 de mayo tras ser condenado a tres a?os de c¨¢rcel por las rimas de sus canciones. "Estamos en un momento muy peligroso. Es verdad que la libertad de expresi¨®n tiene l¨ªmites en todos los ordenamientos jur¨ªdicos, como el honor, la reputaci¨®n... pero en caso de duda, la balanza se debe inclinar siempre a favor de la libertad de expresi¨®n", denuncia. Adem¨¢s, el artista se?ala que no deber¨ªa ser posible que en 2018 se est¨¦ dando ese retroceso de las libertades y que, en el caso del rapero balear, era necesario un pronunciamiento judicial a favor de la libertad de expresi¨®n. "Es bueno que exista contestaci¨®n, incluso de manera brutal y subversiva, porque ayuda a que funcione el sistema democr¨¢tico". Y sentencia: "Nos encontramos en un papanatismo, en una tiran¨ªa odiosa de lo pol¨ªticamente correcto en la que todos podr¨ªamos ser condenados".
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