Las madres de los ¡°falsos positivos¡± se entierran para recordar a sus hijos

En la fotograf¨ªa en blanco y negro, Gloria Astrid Mart¨ªnez est¨¢ enterrada de lado, solo sobresalen su cabeza y brazos de la tierra fr¨ªa. Tiene los ojos abiertos y su mirada se pierde en alg¨²n punto. "La imagen representa la vida y la muerte", explica Carlos Saavedra, el autor de la muestra Madres Terra que se expone en el Centro de Memoria Hist¨®rica de Bogot¨¢. En esa frontera viven desde hace 10 a?os las madres de lo que en Colombia se conocen como los falsos positivos.

Las madres de los ¡°falsos positivos¡± se entierran para recordar a sus hijos

Daniel, el hijo de Gloria, como miles de j¨®venes humildes, fue reclutado por un militar que le ofreci¨® trabajo en 2008. "Sali¨® de casa quedando un cuarto para las nueve de la ma?ana", recuerda. Era mi¨¦rcoles. "Se agach¨® y me dijo que le diera un gran abrazo. Yo le contest¨¦ que no ten¨ªa que afanarse, que yo le ayudaba a conseguir empleo". Lo ¨²nico que ¨¦l quer¨ªa es que Gloria, madre de cuatro hijos, dejara de trabajar turnos de 12 horas, sin festivos ni vacaciones, en una f¨¢brica de jabones en Soacha, a las afueras de la capital de Colombia.

Ni ¨¦l, ni ninguno de los muchachos que se subieron al autob¨²s consiguieron el empleo prometido por un militar que viv¨ªa en el mismo barrio. A los tres d¨ªas, el viernes, Daniel llam¨® a su casa. Eran las 11.30 de la ma?ana y Gloria dorm¨ªa despu¨¦s del turno de noche. Una de sus hijas contest¨®. Not¨® algo raro en su voz: "?Usted por qu¨¦ no se viene ya?". El joven de 20 a?os solo respondi¨®: "Si pudiera... D¨ªgale a mi mamita que yo la amo mucho. A ustedes tambi¨¦n. Cuiden mucho a mi mam¨¢".

A las tres de la tarde de aquel viernes, el cad¨¢ver de Daniel lleg¨® a Medicina Legal. Gloria lo supo ocho meses despu¨¦s, cuando por fin encontr¨® a su hijo en Oca?a, en la frontera con Venezuela. Era una v¨ªctima m¨¢s de las ejecuciones extrajudiciales (cr¨ªmenes de lesa humanidad seg¨²n el derecho internacional) que se cometieron durante el gobierno de ?lvaro Uribe. Miles de j¨®venes fueron secuestrados, torturados y asesinados. Sus cuerpos aparecieron a miles de kil¨®metros de sus casas vestidos con ropas y armas de guerrilleros. Sus autopsias dec¨ªan que hab¨ªan muerto en combate. Una gran mentira orquestada por miembros del Ej¨¦rcito para cumplir con las cuotas de bajas establecidas por el presidente. Cada insurgente muerto era un ascenso, unos d¨ªas de permiso o un dinero extra.

Madres Terra es una colecci¨®n de fotos de las mujeres que forman parte de la fundaci¨®n MAFAPO (Madres de Ejecuciones Extrajudiciales de Soacha y Bogot¨¢). Han pasado 10 a?os desde que vieron por ¨²ltima vez a sus hijos, pero su objetivo es el mismo: verdad y justicia que aun no han conseguido. Y para que nadie se olvide de ellos han dejado que les echen tierra encima como si se enterraran en el lugar en el que aparecieron estos j¨®venes. "Lo plante¨¦ como un ritual porque iba a ser un momento muy vulnerable", explica Saavedra. "Un espacio de catarsis".

"No tengo palabras para expresar ese impacto", dice Gloria Astrid Mart¨ªnez. "Al levantarme sent¨ª fr¨ªo y tambi¨¦n un poco de liberaci¨®n. Una deja el susto, las cosas que tiene reprimidas. Yo dur¨¦ ocho meses buscando a mi hijo, mi ¨²nico varoncito y pensaba en ¨¦l. Sab¨ªa que estaba muerto pero quer¨ªa volverlo a ver".

Gloria no fue capaz de ir a reconocer el cuerpo de Daniel. Cuando reuni¨® el dinero, mand¨® a su hija mayor. Angie lleg¨® a Oca?a, zona roja, militarizada, y tuvo que pelear para que los militares la permitieran recuperar a su hermano. "No dejaban entrar a nadie y mucho menos a recoger cuerpos", relata. A las siete de la noche, le entregaron los restos. "Daniel estaba al final de una pila de seis personas. Estaba enterito", dice la madre. "Mi hija tuvo que sacarlo sola, nadie la ayud¨®. Yo no hubiera sido capaz". Lo reconoci¨® por la camiseta de los Yankees que ella le hab¨ªa regalado, un tatuaje en el brazo y una pulsera. "Sali¨® de all¨ª con una infecci¨®n en la nariz por el estado de los cuerpos". Al d¨ªa siguiente, lo enterraron en Bogot¨¢.

La exposici¨®n de la fundaci¨®n MAFAPO coincide con el final de la campa?a electoral para elegir al nuevo presidente de Colombia que se disputa la derecha de Uribe y la izquierda de Gustavo Petro. Gloria confiesa que nunca ha votado. "La pol¨ªtica no tiene nada que ver con esto", asegura. "Es inevitable que se haya convertido en una cuesti¨®n pol¨ªtica", dice el fot¨®grafo. "Pero desde mi ¨¢ngulo no va hacia all¨¢. El arte muy politizado se vuelve propaganda".

"Estas exposiciones crean un efecto en la gente porque muchos no saben lo que pas¨®", contin¨²a Gloria. Esta es su meta, construir memoria, evitar el olvido y mantener la fuerza para asistir a las audiencias que los militares consiguen, una y otra vez, que se aplacen. "P'adelante es p'all¨¢. Vamos a luchar hasta el final", concluye la madre de Daniel.