Gu¨ªa para entender el caos de la SGAE
La reforma de los estatutos, los enfrentamientos internos, el esc¨¢ndalo de la rueda, la tensi¨®n con Cultura: qu¨¦ hay en juego en la Asamblea de hoy
Hasta los directivos de la SGAE reconocen que entender la entidad es una haza?a. Tanto que miles de socios ni lo intentan. Como prueba, la escas¨ªsima asistencia que siempre caracteriza la Asamblea General, la ocasi¨®n anual en la que est¨¢n convocados para decidir: han de aprobar o tumbar las cuentas y la gesti¨®n.
En concreto, la principal entidad de gesti¨®n del derecho de autor en Espa?a, que aglutina a 124.040 socios, recaud¨® 246 millones de euros en 2017, un 2,9% m¨¢s que el a?o anterior. Pero sobre la Asamblea de 2018, que se re¨²ne hoy, llueve otro dilema: tambi¨¦n se vota una reforma de los estatutos que ha dividido a la entidad y preocupa al ministerio de Cultura. Aqu¨ª va una gu¨ªa para comprender la ¨²ltima guerra en la SGAE. Y, de fondo, su conflicto eterno: una entidad desprestigiada por sus disputas internas y por la trama de la rueda, que investiga la justicia.
?C¨®mo funciona la SGAE?
La SGAE se reparte en cuatro colegios: Peque?o Derecho (m¨²sicos), Gran Derecho (artes esc¨¦nicas), Audiovisual y Editores. En las elecciones, los socios votan a los miembros de cada colegio que compondr¨¢n los dos ¨®rganos de gobierno: el consejo de direcci¨®n (14 miembros) y la junta directiva (los mismos 14 m¨¢s otros 25). Los esca?os son proporcionales: los m¨²sicos, que suponen el 75% de los socios, son los m¨¢s representados en el gobierno. La Asamblea General, en cambio, es algo as¨ª como el Parlamento de la SGAE: all¨ª? los socios ratifican o condenan lo que hizo su ejecutivo.
El sistema de voto complica el asunto: solo tienen ese derecho los que hayan ingresado, por derecho de autor, al menos unos 600 euros en el total de los ¨²ltimos cuatro a?os. Suelen ser unos 20.000 socios, una sexta parte. Y no solo: cada uno tiene desde un voto hasta un m¨¢ximo de 31 seg¨²n cu¨¢nto recaude. A m¨¢s ingresos, m¨¢s poder.
?Por qu¨¦ la reforma de los estatutos es importante?
El Real Decreto del 15 de abril aplica en Espa?a una directiva europea sobre gesti¨®n colectiva que liberaliza parte del mercado y aumenta el control sobre las entidades. Para amoldarse a ello, la SGAE est¨¢ obligada a una reforma de sus estatutos. La que propuso el presidente, Jos¨¦ Miguel Fern¨¢ndez Sastr¨®n (m¨²sico), fue aprobada por la junta directiva solo gracias a su propio voto: 20 a favor, 19 en contra. Una campa?a electoral feroz ha precedido a la Asamblea, donde reside la decisi¨®n final: para la aprobaci¨®n hacen falta dos tercios de los votos emitidos. Si ganara el no, la SGAE tendr¨ªa que elaborar una nueva propuesta a toda prisa: el plazo para la reforma vence el 15 de julio.
?Por qu¨¦ Sastr¨®n pide el s¨ª?
La reforma ¡°moderniza y democratiza¡± la SGAE y cumple con las nuevas obligaciones legales, seg¨²n Sastr¨®n. Con el texto, la elecci¨®n del presidente ¨Cy de los otros organismos principales- pasa a ser competencia de la Asamblea en lugar de la junta, nace un ¨®rgano de control interno y se elimina el consejo de direcci¨®n. A la vez, los miembros de la junta pasan de 39 a 21. ¡°M¨¢s ahorros y m¨¢s agilidad¡±, asegura Sastr¨®n.
?Por qu¨¦ la oposici¨®n va a votar no?
Media junta directiva, (buena parte de Audiovisual y de Gran Derecho y algunos editores), se opone. Un manifiesto firmado por autores como Pedro Almod¨®var o Alberto Iglesias, tambi¨¦n. Creen que Sastr¨®n busca perpetuarse en el poder, que la reducci¨®n de la junta beneficia a los m¨²sicos y por tanto al presidente, al igual que su elecci¨®n directa por parte de la Asamblea. Y hablan de ¡°madurazo¡±: la reforma limita a dos mandatos los cargos directivos, pero la cuenta empezar¨ªa de cero; por tanto, creen que es un artificio de Sastr¨®n ¡ªque lleva desde abril de 2016 al frente pero ha cumplido dos mandatos en la junta¡ª para volver a optar a la presidencia.
?Qu¨¦ opina el Ministerio de Cultura?
La SGAE es una entidad privada, pero lleva a cabo tareas de inter¨¦s p¨²blico sobre las que Cultura tiene poderes de control. El ministerio pidi¨® a la SGAE hace seis d¨ªas ¡°los estatutos que ha enviado a los socios para su examen previo a la votaci¨®n¡± y ¡°qu¨¦ medidas contra [el fraude musical de] la rueda piensa adoptar tras la anulaci¨®n del laudo¡±, entre otros requerimientos.
Mientras aumenta la presi¨®n sobre Cultura para que intervenga la SGAE, desde el ministerio lo consideran el ¨²ltimo recurso y prefieren recordar que pueden vetar a posteriori el nuevo estatuto o algunas partes, si incumplen la ley. ¡°Tras la votaci¨®n, sabremos si la SGAE acomete la renovaci¨®n necesaria o se encastilla en una situaci¨®n insostenible¡±, asegura Iban Garc¨ªa de Blanco, secretario de Cultura del PSOE, quien firm¨® hace un mes una proposici¨®n no de ley pidiendo la intervenci¨®n de la entidad.
?"La rueda¡±? ?"Laudo¡±? ?A qu¨¦ se refieren?
He aqu¨ª el gran foco de las pol¨¦micas. La rueda es un presunto fraude que investiga el juez por el que socios de la SGAE y empleados de televisiones ingresaron decenas de millones gracias a la m¨²sica emitida de madrugada. Esos temas llegaron a suponer el 70% de lo que la SGAE recaudaba de las emisoras pese a alcanzar apenas el 1% de la audiencia. Adem¨¢s, el juez escribi¨® en su primer auto sobre el caso que la trama "impon¨ªa gobiernos afines" en la entidad. Tras a?os de impasse, la SGAE acudi¨® a un arbitraje internacional en busca de una soluci¨®n. Ese laudo de la Organizaci¨®n Mundial de la Propiedad Intelectual inst¨® a la entidad a imponer que la m¨²sica nocturna nunca superara el 15% de los ingresos. La junta aprob¨® ese cambio. Pero, hace un mes, la justicia espa?ola anul¨® el laudo. La junta, entonces, volvi¨® a eliminar el l¨ªmite, entendiendo que as¨ª cumpl¨ªa con la sentencia. Cultura y la oposici¨®n interna, en cambio, creen que el fallo solo anula el laudo pero no necesariamente ese 15% que la junta hab¨ªa establecido. Piden, por tanto, que se vuelva a ese l¨ªmite. Creen que echarlo abajo contribuye al fraude y beneficia a los socios que m¨¢s recaudan y m¨¢s votos tienen. Sastr¨®n, en declaraciones a EL PA?S, responde: ¡°Es muy c¨®modo que el Gobierno me diga: ¡®Soluci¨®nelo¡¯. La responsabilidad no es m¨ªa, solo ellos pueden resolverlo, con una ley. Pero no quieren hacerla¡±.?
?Hay m¨¢s conflictos pendientes?
Varios. La SGAE expuls¨® a tres editores de la junta por una sentencia sobre conflicto de intereses; los tres recurrieron; pero, hasta que no llegue la sentencia correspondiente, la justicia ha dado la raz¨®n a Sastr¨®n:? los tres editores han de seguir fuera de la junta. La organizaci¨®n internacional que re¨²ne a las entidades de gesti¨®n (Cisac) tiene pendiente decidir si sanciona a la SGAE por sus presuntas malas pr¨¢cticas. Pase lo que pase con los estatutos, Sastr¨®n promete que adelantar¨¢ las elecciones al pr¨®ximo oto?o. La justicia y la polic¨ªa siguen investigando la trama de la rueda, que puede acabar salpicando a la junta directiva. Y tambi¨¦n contin¨²a abierto el caso que inaugur¨® la crisis de la SGAE: su expresidente Eduardo Teddy Bautista se sentar¨¢ en el banquillo de la Audiencia Nacional ¡ªel juicio oral se abri¨® en octubre de 2017 pero a¨²n no hay una fecha para su comienzo, informan desde el tribunal¡ª por un presunto desv¨ªo masivo de fondos. El fiscal pide siete a?os de c¨¢rcel.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.