¡°Whitney Houston no madur¨® emocionalmente por los abusos sexuales¡±
Kevin Macdonald estrena su documental sobre la gran estrella del pop de los noventa, que vivi¨® enganchada a las drogas y al alcohol hasta que muri¨® a los 48 a?os
Sentado en un sof¨¢, con ojeras, en una de las carpas asentadas en mayo en La Croisette, la playa de Cannes, Kevin Macdonald no parece el cineasta que ha revolucionado el festival de cine. Su sonrisa s¨ª le delata. "Ha sido el documental m¨¢s complicado de mi vida", cuenta el director, un escoc¨¦s de 50 a?os -aparenta una d¨¦cada menos- con una impresionante trayectoria en el documental (Touching the Void, el ganador del Oscar Un d¨ªa de septiembre) como en el largo de ficci¨®n (El ¨²ltimo rey de Escocia o La sombra del poder). Y con esta frase se refiere a Whitney, su ¨²ltimo trabajo, que se estrena hoy en Espa?a, una dur¨ªsima indagaci¨®n en la vida de la estrella del pop Whitney Houston, que apareci¨® muerta en la ba?era de una habitaci¨®n del hotel Beverly Hilton el 11 de febrero de 2012, a sus 48 a?os, v¨ªctima de un c¨®ctel explosivo de drogas, abusos sexuales en su infancia, presiones desaforadas maternales para que lograra el ¨¦xito y dudas sobre su orientaci¨®n sexual acalladas a golpe de relaciones sentimentales medi¨¢ticas.
Macdonald se presenta al periodista, y tras revisar su correo electr¨®nico en el m¨®vil inquiere al periodista: "Doy por hecho que Houston era tambi¨¦n muy famosa en Espa?a". Y tanto. "L¨®gico, hubo unos a?os, cuando enlaz¨® sus siete n¨²meros 1 consecutivos en EE UU, que no hab¨ªa nadie como ella".
Pregunta. Al final del documental, uno se da cuenta de que la peor fuente de informaci¨®n es la misma Whitney Houston. Que por mucho que este filme haya sido rodado con el benepl¨¢cito de la familia, no es de la cantante de donde procede la informaci¨®n.
Respuesta. Por eso ha sido tan complicado. Sus canciones no hablaban de sus experiencias en detalle, al contrario que otra estrella malograda, Amy Winehouse. Nunca cont¨® intimidades en entrevistas, salvo en alguna extra?a ocasi¨®n. Ella es un enigma. Y precisamente eso me intrig¨® como cineasta. El reto estuvo entrar en el alma de alguien ya fallecido para averiguar c¨®mo era.
P. ?Tan poco le ayudaron a usted sus amigos y su familia?
R. Hice unas 70 entrevistas, y solo he usado material de poco m¨¢s de 40. Porque muy pocos hablaban con sinceridad. Casi todos soltaban banalidades para quedar bien. Fue duro indagar e indagar.
P. ?De verdad que Bobby Brown, el exmarido de Houston, no fue capaz de decir algo m¨¢s inteligente?
R. De verdad. Y he dejado esas peque?as citas para que quedara constancia de c¨®mo es. En cuanto a su amiga y posible amante Robyn Crawford, nos cruzamos emails y conoc¨ªa y alab¨® mi trabajo previo, pero nunca quiso hablar ante las c¨¢maras. S¨ª me parecen muy reveladoras para entender la cultura de la droga en la que se mov¨ªan las declaraciones de los hermanos de Houston.
P. Ha realizado un montaje en el que se impone el ritmo del thriller. ?Por qu¨¦?
R. Porque as¨ª se plante¨® al inicio y las revelaciones confirmaron ese esquema. Para m¨ª era una investigaci¨®n. ?Qu¨¦ le pas¨® a Whitney Houston? ?Por qu¨¦ acab¨® falleciendo tan joven y destrozada? La informaci¨®n sobre los abusos sexuales realizados por su prima, DeDe Worwick, me lleg¨® al final, en una de las ¨²ltimas entrevistas, la que le hicimos a Mary Jones, la t¨ªa de Houston. Est¨¢bamos entrevistando y montando muy r¨¢pido, y lo que se ve en pantalla es, tambi¨¦n, mi viaje como cineasta. Un trayecto en el que me iba creyendo algunas cosas y que de repente sent¨ª que todo lo aprendido previamente ten¨ªa que reconsiderarlo por completo. Period¨ªsticamente es grande, porque los abusos iluminan un mont¨®n de zonas oscuras y explican su comportamiento.
P. ?Es necesario llevar una vida as¨ª para ser una megaestrella?
R. Desde luego, si piensas en Amy Winehouse, Michael Jackson, Prince... Gente con talento que probaron el lado salvaje de la vida. Sufrimiento y dolor en la vida privada parecen interconectados con la habilidad de comunicar a trav¨¦s de la m¨²sica grandes sentimientos. Por suerte, sabemos que no tiene que ser as¨ª. Ha habido enormes artistas felices.
P.? Algunas im¨¢genes subrayan esa imagen de alegr¨ªa de vivir que surg¨ªan de algunas canciones de Houston y su relaci¨®n con iconos de la ¨¦poca como Reagan o Coca-cola.
R. Es que somos producto de nuestro tiempo. Existimos dentro de un contexto y a Whitney nos la vendieron as¨ª. Tambi¨¦n quer¨ªa que el p¨²blico se diera cuenta de que la cultura imperante en los ochenta era la cultura superficial creada por blancos. Y ella form¨® parte, de manera contradictoria, de ese triunfo del pop vac¨ªo. Y no me refiero a la m¨²sica, sino a toda una manera de vivir.
"Las tres grandes estrellas negras de los ochenta, Whitney, Prince y Michael Jackson, tuvieron vidas paralelas marcadas tr¨¢gicamente por las adicciones, y estaban aisladas del resto del mundo. Creo que tiene que ver con los problemas raciales"
P. Pues s¨ª que le ha llevado lejos este filme, y eso que se neg¨® a aceptar el encargo.
R. Cierto. Nicole David, su agente cinematogr¨¢fica, me llam¨® un d¨ªa y me cont¨® que a pesar de todo el tiempo que transcurrieron juntas, ella nunca hab¨ªa llegado a entender ni el comportamiento ni el final de Houston. Al principio no lo vi claro, pero Nicole me convenci¨® que su inter¨¦s era aut¨¦ntico y honesto.
P. ?Ha sido un documental m¨¢s complicado que sus trabajos previos?
R. Incre¨ªblemente m¨¢s dif¨ªcil. Hubiera necesitado mucho m¨¢s dinero, tiempo y sinceridad en los entrevistados. Ha sido a?o y medio volcado en ¨¦l, m¨¢s que los anteriores. Nadie me explicaba nada, y probablemente ni siquiera Whitney fue capaz de entenderse a s¨ª misma. Creo que dej¨® de crecer emocionalmente, no madur¨®, por culpa de los abusos. Su car¨¢cter se qued¨®... sin completar, y por ello se comport¨® de adulta como una ni?a caprichosa.
P. Hay un momento asombroso cuando compara las incre¨ªbles similitudes vitales entre Whitney Houston y Michael Jackson.
R. Y eso que no eran amigos. Si te fijas, tambi¨¦n puedes incluir a Prince. Es curioso, las tres grandes estrellas negras de los ochenta, de edad similar, tuvieron vidas paralelas marcadas tr¨¢gicamente por las adicciones, y estaban aisladas del resto del mundo. Es fascinante. Creo que tiene que ver con los problemas raciales, con lo complicado que era en aquella ¨¦poca ser una estrella afroamericana en un Estados Unidos eminentemente blanco. Y por eso desconectaron de la realidad.
P. Ah¨ª hay una historia.
R. Pero no ser¨¦ yo quien la encare.
P. ?Y qu¨¦ va a hacer ahora?
R. Tengo en marcha dos proyectos simult¨¢neos, pero poco m¨¢s puedo contar.
Acabado el festival de Cannes, se anunci¨® que uno de ellos ser¨ªa un documental en formato serie de televisi¨®n de seis cap¨ªtulos sobre la tragedia de Lockerbie [en 1988 un avi¨®n de la Pan Am estall¨® por un atentado terrorista en pleno vuelo encima de esa ciudad brit¨¢nica y murieron las 259 personas que viajaban a bordo y 11 m¨¢s en tierra]. El otro filme es la adaptaci¨®n de The Encounter, la obra de teatro que recrea el viaje en 1969 del fot¨®grafo Lorne McIntyre a lo m¨¢s profundo del Amazonas y su encuentro con la tribu de los matis, los conocidos como hombres gato, en el valle brasile?o del Javar¨ª.
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