¡°No sab¨ªa que los ¨¢ngeles eran de la Roldana ni que ven¨ªan de la catedral¡±

Jes¨²s Romero Montalb¨¢n a¨²n anda sobreponi¨¦ndose del susto que sufri¨® cuando, hace diez d¨ªas, vio la foto que acompa?aba a la noticia sobre la desaparici¨®n de cuatro ¨¢ngeles de la escultora Luisa Rold¨¢n (Sevilla, 1652-Madrid, 1706) de la catedral de C¨¢diz. Tres de ellos eran los mismos que, desde hace 12 a?os, estaban en una habitaci¨®n de su casa en Chiclana de la Frontera. Solo que ¨¦l sostiene que ¡°ni sab¨ªa que eran de la Roldana ni que proced¨ªan de la catedral¡±. As¨ª lo explica hoy a EL PA?S y as¨ª se lo detall¨® el pasado lunes a los polic¨ªas que investigan la desaparici¨®n. Ahora, una vez aparecidas las piezas, los agentes determinan la responsabilidad de este hombre y del tallista de San Fernando Juan Carlos Garc¨ªa D¨ªaz, que las tuvo guardadas y luego se las dio. Garc¨ªa D¨ªaz conserv¨® una de ellas, la cuarta imagen desaparecida.

?Fue en torno a 2006 cuando el chiclanero, empresario aficionado a la historia y al arte y colaborador habitual de la Iglesia, recibi¨® una llamada del artesano de San Fernando. ¡°Me dijo que ten¨ªa una serie de piezas desclasificadas. A m¨ª me lleg¨® que eran de una casa que estaban limpiando cerca de la catedral¡±, explica Romero. Cuando el escultor le entreg¨® tres de los ¨¢ngeles, el chiclanero imagin¨® que eran antiguos, aunque dice que ni sospech¨® que hubiesen salido de las gubias de La Roldana, una de las mejores imagineras del barroco que lleg¨® a ser escultora de c¨¢mara de dos reyes (Carlos II y Felipe V).

?¡°Estaban pintados en blanco y cre¨ª que eran de procedencia italiana. Pens¨¦ que esos tres ¨¢ngeles podr¨ªan servir para la capilla del sagrario de la Iglesia Mayor de Chiclana, ya que es neocl¨¢sica¡±, reconoce el empresario en una conversaci¨®n telef¨®nica. Sin embargo, tras al menos dos intentos -el ¨²ltimo en 2014- por materializar este plan, las tres piezas nunca llegaron a ese destino. Todos estos a?os han permanecido almacenadas en una habitaci¨®n de su casa donde guarda otros enseres. ¡°No les he hecho nada, est¨¢n tal cual me las entregaron¡±, confiesa Romero.

?Y ah¨ª podr¨ªan haber seguido si no hubiese sido porque el d¨ªa 25 de junio el restaurador Jos¨¦ Miguel S¨¢nchez Pe?a denunci¨® en un peri¨®dico gaditano su desaparici¨®n de la catedral e insinu¨® que pod¨ªan estar en la basura desde hac¨ªa a?os o vendidas. De inmediato llam¨® el tallista y Romero habl¨® con ¨¦l.? ¡°Le dije que de eso de que [las esculturas] estaban desclasificadas y no ten¨ªan valor, nada. Que hab¨ªa que entregarlas inmediatamente¡±, a?ade con tono angustiado. Romero le devolvi¨® las piezas al escultor y ¨¦l, a su vez, las entreg¨® tres d¨ªas despu¨¦s al de¨¢n de la catedral Ricardo Jim¨¦nez Merlo.

?El chiclanero ya ha contado esta versi¨®n de los hechos a dos actores de la investigaci¨®n: los responsables del gobierno catedralicio y la polic¨ªa, que decidi¨® investigar poco antes de la denuncia del obispado de C¨¢diz, formulada el pasado 29 de junio. Con los cuatro ¨¢ngeles ya encontrados, los polic¨ªas a¨²n est¨¢n intentando concretar la posible responsabilidad de Romero y del tallista. Podr¨ªan enfrentarse a delitos contra el Patrimonio Hist¨®rico y a otros de hurto o robo con fuerza, si los agentes no creyesen la versi¨®n de que se los entregaron en una limpieza. Sin embargo, es probable que el caso ¡°quede en nada¡±, seg¨²n aseguran fuentes policiales, ya que los can¨®nigos responsables de la catedral en esos a?os ya han fallecido.

?Lo que s¨ª est¨¢ confirmado es que las piezas estaban catalogadas en el Inventario General de la Iglesia Cat¨®lica y en el Cat¨¢logo General del Patrimonio Hist¨®rico Andaluz con ¡°un c¨®digo individual de identificaci¨®n¡±, seg¨²n detallan en la Delegaci¨®n Provincial de Cultura de la Junta de Andaluc¨ªa. En ¨¦l, aparec¨ªan como pertenecientes al Monumento del Jueves Santo que se montaba en la catedral hasta la primera mitad del siglo XX. En total, la Roldana -hija del tambi¨¦n imaginero Pedro Rold¨¢n- tall¨® en 1687 hasta ocho ¨¢ngeles, de los cuales,? cuatro se hab¨ªan perdido y otros est¨¢n en Barbate. A ellos se sumaban ocho profetas, otros ocho ¨¢ngeles, jarrones, pilastras, columnas y balaustradas de distintos autores de los siglos XVII y XVIII. Compon¨ªan una pieza de gran envergadura que fue cambiando con los a?os y cuyo ¨²ltimo dise?o pertenece al arquitecto neocl¨¢sico Torcuato Cay¨®n.

?Con las cuatro piezas aparecidas y otras tres -un profeta y dos ¨¢ngeles- de otros autores tambi¨¦n halladas en esta misma b¨²squeda, la duda es saber qu¨¦ fue del resto de elementos de este monumento. La catedral a¨²n no lo ha aclarado aunque, al parecer, seis profetas siguen en su poder. Nada se sabe de, al menos, seis de los ocho ¨¢ngeles que realiz¨® el escultor genov¨¦s Domenico Giscardi en el siglo XVIII. Otro cantar son las estructuras arquitect¨®nicas de madera de este monumento -como las columnas o la c¨²pula- que, en buena parte, ¡°fueron a la basura en los a?os 90¡±, seg¨²n reconocen fuentes cercanas al Obispado.