De las 3.000 viviendas a 130 millones de espectadores en el mundo

La abuela Aurora entra en el teatro de la Factor¨ªa Cultural con una bata blanca de lentejuelas bajo un mandil azul. Camina lento, apoyada en el brazo de su nieto, pero con una sonrisa en la boca. ¡°Es la primera vez que voy al cine, pero es que me entusiasma Camar¨®n¡±, dice una vez sentada en la butaca. La abuela Aurora naci¨® en 1942 y es una de las mujeres m¨¢s respetadas del barrio sevillano de las 3.000 viviendas, el lugar elegido para el preestreno de la serie documental Camar¨®n, de La Isla al mito, que desde hoy est¨¢ disponible para los 130 millones de abonados de Netflix.

Su director Jos¨¦ Escudier, quiso expresamente que el documental se estrenara en las 3.000, una de las barriadas m¨¢s pobres de Sevilla. ¡°No pod¨ªa ser de otra manera. Este es el barrio del arte, aqu¨ª est¨¢ el coraz¨®n gitano. Este es el lugar en el que m¨¢s se escuche a diario a Camar¨®n, el que lo sigue manteniendo como mito y como dios¡±, explica a EL PA?S. Los vecinos que asistieron al primer pase el pasado lunes (se proyectan dos cap¨ªtulos cada d¨ªa, desde el 16 al 18), corroboran las palabras de Escudier. ¡°Camar¨®n es nuestro rey¡±, dice Helio, un gitano de 39 a?os que acudi¨® con su hija Lole, de 18. M¨¢s peque?os -de seis, dos a?os y cuatro meses- son los tres ni?os que se traen Arturo y Mercedes. Todos, salvo el beb¨¦, se conocen el repertorio del cantaor. Para los vecinos, las proyecciones en primicia del documental han sido un acontecimiento que han celebrado acudiendo en familia. ¡°Somos evang¨¦licos y vivimos en armon¨ªa, pero Camar¨®n nos une a todos¡±, comenta Jorge Jim¨¦nez, rodeado de dos hijas y dos sobrinos.

Camar¨®n, de La Isla al mito, es la primera serie documental espa?ola que emite Netflix. Una responsabilidad que no pasa desapercibida a Escudier. ¡°El flamenco, como el jazz, por mucho que se internacionalice queda para un p¨²blico minoritario, pero con Netflix se presenta la posibilidad de abrir el flamenco a la gente que nunca se hab¨ªa acercado a este arte¡±, sostiene.

La serie se apoya en las personas que conocieron a Camar¨®n -su amiga de la infancia Lela, Curro Romero, Tomatito, la familia Carmona, Lolita¡­, entre las casi 70 voces que intervienen- para recrear no solo la vida del genio sino la antropolog¨ªa del flamenco. ¡°El metraje de la serie permite adentrarse en la evoluci¨®n del cante de los a?os 50. Se contextualiza mucho el tiempo, la ¨¦poca¡­ No es solo Camar¨®n y su garganta, ni es solo Camar¨®n. Es Paco de Luc¨ªa, es Enrique Morente, es Caracol, son los tablaos madrile?os de los a?os 60, o los a?os 50 en C¨¢diz, cuando el flamenco se escond¨ªa en las ventas¡±, explica Escudier.

Los seis cap¨ªtulos de la serie bucean a fondo en el car¨¢cter de Camar¨®n: su timidez, su temperamento¡­ El documental desvela detalles de la vida del cantaor poco conocidos. ¡°Analizamos sus manos, el tatuaje de la estrella y la luna y mostramos al Camar¨®n investigador que desde los siete a?os se acercaba a la ventana de la Venta de Vargas a escuchar como ladr¨®n de o¨ªdos¡±, dice su director.

El documental descubre adem¨¢s el archivo familiar in¨¦dito que ha sido digitalizado, haciendo un repaso de las fotos familiares, de sus agendas y libretas. Tambi¨¦n se recoge lo que ¨¦l personalmente fue grabando en los 80, sus anotaciones¡­ Todo presentado de una manera innovadora pero deliberadamente artesanal. ¡°Me gusta decir que no somos cineastas, que somos artesanos. Al tener tantos archivos de tantas ¨¦pocas, lo que se impon¨ªa era conseguir una imagen muy cuidada¡±, se?ala Escudier.

De los cantes frag¨¹eros y canasteros de sus padres, a la posguerra que destruy¨® los caf¨¦s cantante, obligando al flamenco a refugiarse en un lugar como la Venta de Vargas, el epicentro del cante que est¨¢ en el origen del genio de Camar¨®n. Ese es el contexto que, m¨¢s all¨¢ del mito, forma parte de la esencia del documental. ¡°Todo esto nos muestra de d¨®nde viene, por qu¨¦ Camar¨®n es Camar¨®n¡±, insiste su director.

En cante impregna, como no pod¨ªa ser de otra manera, toda la serie. La hondura y los matices de la voz del cantaor de La Isla se pueden disfrutar ya a trav¨¦s de Netflix, aunque al espectador le faltar¨¢ el duende de las palmas de los gitanos de las 3.000, arranc¨¢ndose por alegr¨ªas cada vez que suena Camar¨®n. ¡°Esto es alm¨ªbar¡±, se oye entre las butacas. Ventajas de los vestigios anal¨®gicos.