Cuando Chile quiso vender la Isla de Pascua a los nazis
El pa¨ªs sudamericano necesitaba dinero en 1937 para comprar dos cruceros. La revelaci¨®n est¨¢ incluida en el libro ¡®Rapa Nui. Una herida en el oc¨¦ano¡¯, de Mario Amor¨®s
Chile busc¨® vender a la Isla de Pascua a la Alemania nazi. Reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, a unos a 3.500 kil¨®metros de distancia de Am¨¦rica en medio del Pac¨ªfico, fue ofrecida por el pa¨ªs sudamericano al r¨¦gimen de Adolf Hitler para conseguir el dinero y poder comprar dos cruceros para la Armada, que en esa ¨¦poca ten¨ªa el control de la isla. Sucedi¨® en 1937, pero la operaci¨®n fue tratada como un secreto de Estado por el Gobierno conservador chileno, liderado por Arturo Alessandri. Ochenta y un a?o despu¨¦s de la asombrosa oferta, sin embargo, la historia se desvela en el libro Rapa Nui. Una herida en el oc¨¦ano (Ediciones B), del escritor espa?ol Mario Amor¨®s, que se presentar¨¢ en Santiago de Chile el 9 de agosto y en la isla, el d¨ªa 14.
Rapa Nui o Isla de Pascua, como se le llama indistintamente a uno de los pedazos de tierra habitados m¨¢s aislados del planeta, hab¨ªa pasado a ser parte del territorio chileno en 1888, pero reci¨¦n en 1966 el Estado le reconoci¨® los derechos civiles y pol¨ªticos. En la d¨¦cada del treinta, cuando sucedieron las negociaciones con la Alemania nazi, ¡°para el Chile continental la isla era sobre todo un lugar marcado por el estigma de la lepra y para el poder pol¨ªtico, un lugar lejano, cedido a la Armada y arrendado a una compa?¨ªa privada, con muy escaso valor¡±, se?ala Amor¨®s. Esta percepci¨®n explica en parte la decisi¨®n del Gobierno de Alessandri que todav¨ªa azotado por la crisis econ¨®mica de 1929, necesitaba el dinero para reforzar la defensa mar¨ªtima del pa¨ªs: las Fuerzas Armadas tem¨ªan una alianza militar en su contra que uniera a Per¨², Bolivia y Argentina. La reciente contrataci¨®n de la construcci¨®n por parte de Argentina de ocho barcos de guerra en el Reino Unido hab¨ªa despertado ¡°la envidia¡± de la Armada chilena y de la Administraci¨®n de Alessandri, seg¨²n detalla el libro, por lo que estaban decididos a reforzarse militarmente.
Fue el contexto en que a lo largo de 1937 el Gobierno de Alessandri ofreci¨® la venta de Isla de Pascua, al mejor postor, a Estados Unidos, Jap¨®n, Reino Unido y la Alemania nazi. Hasta ahora eran conocidas solo las dos primeras negociaciones, pero no las conversaciones con el r¨¦gimen de Hitler, al que Chile le hab¨ªa comprado recientemente 36 aviones para la Fuerza A¨¦rea ¡°de manera arbitraria e incurriendo en pr¨¢cticas corruptas¡±, seg¨²n se detalla en Rapa Nui. Una herida en el oc¨¦ano. Amor¨®s cuenta que fue en el marco del XVI Congreso de la Asociaci¨®n de Historiadores Latinoamericanistas Europeos de 2011, en San Fernando (C¨¢diz), cuando el profesor h¨²ngaro Ferenc Fischer, especialista en la historia de las Fuerzas Armadas chilenas, present¨® una ponencia referida a las negociaciones secretas mantenidas por ambos pa¨ªses entre 1935 y 1939 que abordaron la oferta de venta de la isla.
Fischer encontr¨® un documento en el archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores en Bonn que resum¨ªa una entrevista entre el embajador de Hitler en Chile y el entonces ministro chileno de Relaciones Exteriores, Jos¨¦ Ram¨®n Guti¨¦rrez Alliende, que se celebr¨® el 14 de agosto de 1937. En ese encuentro, explica Amor¨®s, la Alemania nazi buscaba confirmar las intenciones del Gobierno chileno de venderles la isla. Aunque de esta conversaci¨®n no qued¨® ning¨²n registro en el archivo hist¨®rico de la canciller¨ªa chilena, seg¨²n pudo constatar el autor del libro, existen otros documentos que entregan mayores detalles de la operaci¨®n que buscaba concretar el pa¨ªs sudamericano.
El 17 de noviembre de 1930, el agregado naval estadounidense en Chile, I.H. Mayfield, inform¨® a su pa¨ªs de la oferta de Chile y que el precio solicitado por la isla era de un mill¨®n de d¨®lares. En un nuevo informe estadounidense fechado el 8 de junio de 1937, el nuevo agregado naval de Estados Unidos en el pa¨ªs sudamericano, A.S. Merrill, envi¨® a sus autoridades un escrito de car¨¢cter confidencial de dos p¨¢ginas en que se?ala que el presidente Alessandri hab¨ªa decidido ofrecer la venta o el arriendo de Rapa Nui para ¡°financiar la construcci¨®n de dos cruceros en el extranjero¡±. En el escrito se indica que Chile hab¨ªa ofrecido la isla a otros tres pa¨ªses ¨CReino Unido, Alemania y Jap¨®n¨C y que la operaci¨®n hab¨ªa sido propuesta a Alessandri por el entonces comandante en jefe de la Armada, Olegario Reyes del R¨ªo.
Ninguna de las negociaciones secretas lleg¨® a prosperar, aunque solo se conocen las razones del lado brit¨¢nico, explica el autor de Rapa Nui. Una herida en el oc¨¦ano. ¡°Descartaron la compra de la isla porque consideraron que su valor, desde el punto de vista naval, era escaso. No obstante, tanto Londres como Washington estimaron que era conveniente que ni Jap¨®n, ni Alemania, ni tampoco Italia (las futuras potencias del Eje), se hicieran con la isla¡±, explica Amor¨®s, que en su libro recorre la historia de Rapa Nui, con su patrimonio cultural y arqueol¨®gico invaluable, desde el origen de su poblamiento humano hasta la actualidad, ¡°cuando el pueblo rapanui busca redefinir su relaci¨®n con el Estado de Chile¡±. El autor se refiere a la querella que el Consejo de Ancianos del Pueblo Rapa Nui y el Consejo de Jefes de Clanes de la Isla present¨® en 2015 ante la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para conseguir la devoluci¨®n de tierras ancestrales y el control de los recursos naturales.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.