El segundo nombre de las cosas
La artista Mar Arza elige al azar p¨¢ginas de libros, disecciona textos y frases o enfatiza palabras que adoptan forma escult¨®rica
Hay palabras que parecen habitar otro mundo, uno lejano del tiempo corriente, al margen de matices y de modas. Definen bien la no-escritura, ese fino lirismo que circula entre l¨ªneas, o en el rev¨¦s de una nota al pie, que de por s¨ª funcionan como microrrelatos. Son como ventanas sin alf¨¦izar, sin marco ni cristales. Un hueco, sin m¨¢s. Un agujero en la tripa. A veces Mar Arza (Castell¨®n, 1976) las ha llamado doledad. Otras, nubledad. Palabras que circulan por su enciclosof¨ªa.
En la peque?a exposici¨®n que tiene ahora en La Virreina, comisariada por Valent¨ªn Roma, dice el t¨ªtulo que habla En vano. Encaja con ese debate que mantiene desde hace tiempo con las palabras y su dimensi¨®n sensible y mat¨¦rica. La artista lleva tiempo investigando el reverso de las tipificaciones, as¨ª como ciertos mecanismos polarizados entre clarificar y aturdir, entre estandarizar e imponer. Para ello, elige al azar p¨¢ginas de libros, disecciona textos y frases o enfatiza palabras que adoptan forma escult¨®rica. A menudo parecen casas, nidos o mara?as. El proyecto cuestiona dos certezas que han enmarcado las interpretaciones del arte, el conocimiento y las im¨¢genes: nitidez contra opacidad, transparencia en oposici¨®n al hermetismo, luz frente a oscuridad. De ah¨ª que utilice la celos¨ªa que invita a mirar al tiempo que nos obliga a descifrar o a traducir nuestra torpe posici¨®n mientras la adquirimos.
Mar Arza parece tomar una actitud disruptiva de la idea de lectura: de los libros y del propio arte contempor¨¢neo. Sus obras interrumpen el relato hegem¨®nico de cualquier idea de linealidad que tengamos en la cabeza. Ella construye tirando de narraci¨®n circular llena de recovecos. Como en El castillo, de Kafka, el volumen sobre el que gravita la exposici¨®n, tambi¨¦n aqu¨ª hay una alta dosis de complejidad estructural y de madurez simb¨®lica. La artista toca un nervio fino: el deseo de ser principio y final al mismo tiempo. Ese espacio libre entre dos estribos.
Mar Arza. En vano. La Virreina. Barcelona. Hasta el 30 de septiembre.
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