El homenaje a un pa¨ªs devoto de la comida
La miniserie de Netflix acierta en mostrar la variedad de la gastronom¨ªa nipona y la correcci¨®n en las formas de su sociedad
¡°A partir de ahora, mi objetivo es ser como un Samur¨¢i sin amo¡±, declara Takeshi Kasumi, reci¨¦n jubilado y, por primera vez en su vida, sin rumbo aparente tras d¨¦cadas a disposici¨®n de su empresa. Es el protagonista de El Gourmet Samur¨¢i, la miniserie de Netflix que muestra a un hombre de gustos simples, atado por la enorme correcci¨®n de la sociedad nipona, que redescubre su existencia aboc¨¢ndose al placer de comer libremente: lo que quiera, d¨®nde quiera y c¨®mo quiera. Mientras ¨¦l emprende su particular viaje hacia la libertad ¨Ccon la ayuda de un ¨¢lter ego Samur¨¢i que le sirve de gu¨ªa en sus peque?os conflictos internos-, el espectador disfruta de la variada gastronom¨ªa nipona de una forma casi po¨¦tica. Porque en Jap¨®n hay vida m¨¢s all¨¢ del sushi.
Cada uno de los cap¨ªtulos de la serie -de una duraci¨®n de 20 minutos- se articula alrededor de Kasumi comiendo en un restaurante, desde la t¨ªpica taberna japonesa izayaka a un italiano de lujo, pasando por los puestos callejeros o en un caf¨¦. Lo hace, en casi todas las ocasiones, solo, como muestra de la nueva libertad que le ha sido otorgada tras toda una vida centr¨¢ndose exclusivamente en su trabajo. Mientras reflexiona sobre su vida sentado en la mesa, en la cocina se muestra con detalle c¨®mo se preparan cada uno de los platos ¨Cimprescindible ver la serie sin tener hambre-, para despu¨¦s proceder a un ¨¦xtasis de palabras, expresiones faciales y gestos de placer de este particular comensal.
En medio de su estado de plenitud, alg¨²n conflicto le acecha: ?Deber¨ªa acompa?ar este plato con una cerveza aunque hoy sea d¨ªa laborable? ?Deber¨ªa mandar a callar a este se?or maleducado que me est¨¢ arruinando la cena? ?Deber¨ªa sermonear a esta millenial que, en vez de disfrutar de la comida, est¨¢ pendiente del m¨®vil? Aparece entonces el Samur¨¢i, ese guerrero de la era Showa que no tiene complejos ni reparo alguno en sacar sus instintos, para mostrarle lo que ¨¦l har¨ªa en su lugar. Kasumi, que titubea por su enorme correcci¨®n en las formas t¨ªpica de la sociedad nipona, seguir¨¢ el camino que le marca el Samur¨¢i, aunque no siempre, en una lucha entre el impulso individual y la tradici¨®n conservadora del Jap¨®n moderno.
La serie se apoya en el placer de comer, beber, leer o pasear sin prisa y sin rumbo ¡°como un Samur¨¢i errante¡±, como lo describe Kasumi. En ver c¨®mo un plato consigue revivir experiencias de la infancia o de la adolescencia de este entra?able personaje, al tiempo que le embriaga la nostalgia de una ¨¦poca en la que se sent¨ªa libre y que cre¨ªa olvidada. Nada m¨¢s, que nadie espere fuegos artificiales o s¨²bitos giros argumentales en la vida de Kasumi.
Restaurantes reales
Los seguidores de la serie pueden tambi¨¦n imitar las andanzas de Takeshi Kasumi y comprobar por s¨ª mismos la variedad de la gastronom¨ªa nipona si tienen la oportunidad de viajar al pa¨ªs. Los doce restaurantes visitados por el personaje durante la primera temporada de la miniserie son reales, como tambi¨¦n los men¨²s. La gran mayor¨ªa se encuentran en Tokio y sus suburbios, con excepci¨®n de dos que est¨¢n en la prefectura de Chiba, a la que se puede llegar f¨¢cilmente en tren desde la capital japonesa. En este enlace se puede consultar la localizaci¨®n exacta de cada uno de ellos.
La serie es una comedia de ficci¨®n inspirada en la obra maestra del c¨®mic manga El gourmet solitario, publicado originalmente en 1997. Pero la afici¨®n casi enfermiza de su personaje principal por la comida es un espejo fiel del pa¨ªs. Los programas de televisi¨®n o series sobre gastronom¨ªa son ubicuos en Jap¨®n y en todas sus facetas: no solamente se basan en c¨®mo preparar un buen plato ¨Calgo tambi¨¦n popular ya en Occidente- sino tambi¨¦n en ense?arte c¨®mo saborearlo. En El Gourmet Samur¨¢i dominan las tomas en c¨¢mara lenta y en primer¨ªsimo plano tanto en la cocina como en la mesa, con un enfoque suave y unos sonidos amplificados (el sorbo de los fideos, las verduras fri¨¦ndose o la cerveza vertida en el vaso) que elevan una comida en ocasiones modesta al nivel de un ritual.
La ficci¨®n aborda asimismo varios aspectos, algunos de pleno y otros tangencialmente, propios de la sociedad nipona. Estereotipos, quiz¨¢s exagerados en algunas escenas, que tienen su parte de verdad. La enorme etiqueta incluso en el ¨¢mbito m¨¢s personal y familiar, la tendencia de los japoneses a esconder las propias emociones o la sensaci¨®n de abandono que sienten muchos trabajadores cuando se jubilan tras haber puesto su empresa como primera prioridad vital durante tantos a?os son algunos de ellos.
En la serie el narrador explica ¡°como una mesa para uno es el ¨²nico lugar donde el hombre puede ser verdaderamente libre¡± al sentirse despojado de las presiones sociales, familiares o laborales. En un pa¨ªs donde se supone que los asalariados consiguen trabajos en grandes empresas y permanecen all¨ª de por vida ¨Cd¨ªas largos en la oficina y noches tambi¨¦n largas de cenas con sus superiores-, es habitual ver a hombres de mediana edad e incluso ancianos comiendo solos; algunos quiz¨¢s por necesidad, otros por gusto.
Naoto Takenaka, el actor que interpreta a Takeshi Kasumi, dice no formar parte de este grupo. En una entrevista al Japan Times, asegur¨® que ¨¦l trata por todos los medios de comer acompa?ado. ¡°Me siento tan solo que la comida hasta pierde su sabor y no lo paso nada bien. A veces, cuando tengo un descanso me encuentro vagando por alg¨²n restaurante o caf¨¦ completamente solo y es horrible. Japon¨¦s o no, algunos de nosotros nos negamos a comer solos, y yo soy uno de ellos¡±.
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