D¨ªa del Watusi o c¨®mo celebrar una novela de culto
Le¨®n celebra el libro de culto de Francisco Casavella pese al desinter¨¦s del Ayuntamiento
Patterson es mitad bret¨®n y mitad pointer y tiene ocho meses. Si quien le ha bautizado como Patterson se llama Yago y, junto a Anna, su mujer, regenta un bar que responde al nombre de Belmondo. Si adem¨¢s el tal Yago es un entusiasta de Francisco Casavella y Anna lleva camiseta Jean Seberg al principio de Al final de la escapada, qu¨¦ quieres que les diga, la vida de Patterson no puede ser muy perra. Por eso, acabar en un bar llamado Circus rodeado de gente bailando algo como Carrie Anne de los Hollies un 14 de agosto de 2018 a las tres de la ma?ana puede ser hasta normal para un cachorro como Patterson.
El due?o de Patterson (aka Yago Ferreira) es el impulsor, por cuarto a?o ya, del D¨ªa del Watusi, en su ciudad, Le¨®n. En esta ocasi¨®n, agotadas las tres partes del libro de Francisco Casavella (1963-2008), se ha bautizado el evento como El secreto de las fiestas, quiz¨¢ la mejor entrada al universo casavell¨ªstico. Libro que naci¨® por un encargo de novela juvenil en 1996 pero que su propio autor reescribi¨® en clave adulta ¡ªsi es que juvenil, adulto o reescribir tiene alg¨²n sentido al hablar de la escritura de Casavella¡ª en 2007 y que ahora reedita Anagrama. Del por qu¨¦ dejamos de llamar el D¨ªa del Watusi al D¨ªa Del Watusi tiene que ver con la ruptura de colaboraci¨®n del promotor con el consistorio leon¨¦s que dirige Antonio Silv¨¢n, del PP. A pesar del ¨¦xito en convocatoria de las ediciones Watusi y de que no se ped¨ªan ayudas econ¨®micas sino solo que se facilitaran la concesi¨®n de permisos con el tiempo suficiente y cesi¨®n de enseres obvios para esos eventos ¡ªurinarios, cubos de basura¡¡ª, las relaciones se rompieron hace un a?o. Al parecer, ante iniciativas individuales que colaboran, se autofinancian y trabajan para buscar maneras de revitalizar la vida cultural de tu ciudad, lo mejor para un Ayuntamiento es mantenerse al margen. No sea que pudi¨¦ramos ayudar en algo.
Este a?o, El secreto de las fiestas (aka El D¨ªa del Watusi IV) est¨¢ autofinanciado sin ninguna ayuda econ¨®mica por Yago, Anna y Patterson. Ellos arriesgan dinero y Friskies. No hay ni tan siquiera apoyos privados. A veces, para algunos, cuesta hacerse la idea de que haya quien haga cosas para que sucedan cosas y esas cosas generen m¨¢s cosas: entusiasmo, elevaci¨®n y curiosidad, es decir, cultura. En el evento hay presentaciones de libros, conciertos, sesiones desaforadas de dj's mods y mercadillo. La gente que conforma las paradas del mercadillo (quesos artesanales, vinilos y compactos, libros de segunda mano, carteles fant¨¢sticos de Javier Cardo, fotograf¨ªas, ropa, joyas y bisuter¨ªa¡) no pagan nada al due?o de Patterson por estar aqu¨ª. Yago utiliz¨® Facebook para ofertar la posibilidad de participar. Venir y ofrecer lo que hagas en una energ¨¦tica expresi¨®n de echar una mano y ofrecer una alternativa a la no alternativa.
Pi?ata especial
El 15 de agosto el horario abarc¨® ma?ana y tarde. Hubo vermut, m¨¢s asistencia y concierto de Fizzy Soup (?taxi: ¨ªdem!), Juli¨¢n Mayorga y Fabi¨¢n y la rotura de una pi?ata en forma de m¨¢quina de pinball SURFPARTY ¡ªs¨ªmbolo para el protagonista de la novela, Daniel Basanta¡ª a cargo de Mar¨ªa Camba. Y acab¨®, como no pod¨ªa ser de otro modo, con una Conga Infinita en el que evocas lo portentoso de Casavella: al leerle tienes ganas de vivir y viviendo tienes ganas de seguir ley¨¦ndole. Es medianoche y la conga se aleja hacia el Belmondo. Todo ello ante la atenta mirada de Patterson.
Yago, Anna y, probablemente, Patterson inciden mucho en la idea de que, quiz¨¢s, no tiene mucho sentido celebrarlo en Le¨®n y no en Barcelona del mismo modo que el Bloomsday se celebra en Dubl¨ªn. En realidad es, precisamente, este el sitio donde debe hacerse ¡ªo Egea de los Caballeros, A Coru?a o Manresa¡ª. Porque de hecho, la literatura, el arte va de esto. De la magia que lleva a que un desconocido te explique tan bien sin conocerte (en la mayor parte de las ocasiones, alejado siglos, lengua y continentes de ti) y porque el inesperado romance producido por el azar ¡ªabres un libro y ocurre todo¡ª consiga que lo hagas tuyo, lo prestes, lo recomiendes, lo sigas, lo pierdas, lo reencuentres y en todo ese camino siga vivo y pueda sobrevivir hasta a la muerte de su autor, como es el caso.
El 14 y 15 de agosto en los jardines y patios de la Fundaci¨®n Sierra-Pambley ¡ªprivada, laica y republicana¡ª hubo una fiesta de la cultura no oficial. Lo cual per se no es ni bueno ni malo sino estupendo. El lugar encaja con lo que se ofrece y la pasi¨®n de quien vela estos d¨ªas por las instalaciones de la Fundaci¨®n, Luisa Traseira, es muy parecida a la de Yago (o su madre Gabi que tambi¨¦n colabora o Dolores, la abuela). Esto es pura comunidad, pura conga. Paylak es un artista autodidacta armenio venido de Odessa y desde hace tres a?os reside en Le¨®n. Trabaja joyas, plata. Hoy puede exponer sus piezas porque no ha de pagar alquiler. Juan Rafael es pintor, y trata de acercar ese algo de locura y vocaci¨®n que arroja en sus cuadros de gran formato mediante pedazos de estos. La periodista Elo¨ªsa Otero exhibe objetos de la casa materna, el d¨²o gijon¨¦s Elle Belga cierra su actuaci¨®n con una versi¨®n de The Smiths, la mitad del grupo Flamaradas (?Taxi, siga a ese grupo!) lo hace con el vals de Cohen v¨ªa Morente. Eso, el primer d¨ªa que arranc¨® con el preg¨®n de la escritora leonesa, Violeta Serrano. Talentosa mujer (?siga tambi¨¦n a esa chica!) que destac¨® de Casavella esa voz sin complejos, directa, ¡°en el que parece que no hay hilos detr¨¢s y vaya si los hay¡± y que acab¨® a medianoche con m¨¢s de doscientas personas en el recinto.
Babelia
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