Casavella vuelve a la pista de baile
Una monumental colecci¨®n de ensayos, una pel¨ªcula y la edici¨®n definitiva de 'El d¨ªa del Watusi' rescatan a uno de los grandes cronistas de la Barcelona moderna

"La vela que ard¨ªa por los dos cabos era su ¨²nico modo de estar en el mundo. Emocionarse con esa combusti¨®n era un fin en s¨ª mismo. Lo ¨²nico importante, qu¨¦ f¨¢cil es decirlo, consist¨ªa en no resignarse. En la actualidad, se echa de menos ese talante. Se echa mucho de menos esa lucha infatigable contra el miedo a vivir". La cita es de Francisco Casavella, que tambi¨¦n escribi¨® que en el infierno hay un lugar reservado para quienes empiezan sus art¨ªculos con una cita.
El escritor barcelon¨¦s se refer¨ªa al cineasta estadounidense John Casavettes, pero bien podr¨ªa estar hablando de s¨ª mismo. Casavella muri¨® en diciembre pasado de un paro cardiaco. Ten¨ªa 45 a?os y, meses antes, el premio Nadal no hab¨ªa hecho m¨¢s que confirmarlo como uno de los mejores narradores de su generaci¨®n. Ahora, casi un a?o despu¨¦s de su desaparici¨®n, se publica un libro que demuestra que el Casavella ensayista raya a la misma altura que el novelista.
"Compart¨ªamos vivencias, pero su mundo era muy personal", dice Mars¨¦
"Era un dionis¨ªaco con la lucidez de Steiner", afirma su amigo Jordi Costa
Elevaci¨®n, elegancia y entusiasmo (Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores) re¨²ne, bajo un t¨ªtulo tomado del saxofonista John Coltrane, mil p¨¢ginas de ensayos, cr¨®nicas y art¨ªculos sobre literatura, m¨²sica y cine: desde el primero que public¨® en 1984 en Cairo, la revista de c¨®mic, hasta el ¨²ltimo, publicado en este peri¨®dico el mes mismo de su muerte. "Sus ensayos conservan la audacia del escritor de ficci¨®n", afirma el fil¨®sofo Jos¨¦ Luis Pardo, que se siente "identificado" con la exigente mezcla de alta cultura y cultura popular que practicaba Casavella.
Para el novelista, que defend¨ªa "la belleza intrincada y sutil bajo una apariencia tibia", la m¨²sica pop era la "forma de entretenimiento con posibilidades art¨ªsticas de m¨¢s f¨¢cil acceso". Sin la pausa orquestal de los JB's en un directo de 1970, dec¨ªa, "nunca hubiera entendido del mismo modo cierto punto y coma de Stendhal en Rojo y negro cuando ese punto y coma supone una noche de amor".
As¨ª, Gato P¨¦rez convive con Faulkner y el soul con Saul Bellow. Y todo ello sin dejar de ser intransigente con la calidad: "Una cosa es mezclar ambos mundos y otra que todo d¨¦ igual", recuerda Pardo."Era un trabajador meticuloso con una cultura enorme al que se ha querido reducir a escritor juerguista", a?ade Jordi Costa, que la pr¨®xima semana presenta en Madrid el libro junto a Pardo. Costa, que firma tambi¨¦n el pr¨®logo, propone tambi¨¦n leer Elevaci¨®n, elegancia y entusiasmo como una novela de formaci¨®n protagonizada por "un dionis¨ªaco con la lucidez de George Steiner". Un erudito hedonista en medio de la pista de baile.
En sus p¨¢ginas aparece fragmentariamente el autorretrato de un muchacho llamado Francisco Jos¨¦ Garc¨ªa Hortelano que se busc¨® el pseud¨®nimo Casavella para no competir con el autor de El gran momento de Mary Tribune. Esa novela fue la que despert¨® su vocaci¨®n literaria cuando no era m¨¢s que un botones adolescente en una sucursal de La Caixa que, para leer en horas de trabajo, escond¨ªa su ejemplar en el falso techo del lavabo. El mismo Casavella resumi¨® as¨ª aquellos a?os: "Trabajaba por las ma?anas, fing¨ªa que estudiaba por las tardes, escuchaba m¨²sica hata que me sangraban las orejas, me tocaba con las chicas hata la luxaci¨®n y, en fin, supongo que ustedes imaginar¨¢n sin esfuerzo cu¨¢l era el tercer sumando de esa operaci¨®n llamada 'joven punk drogado".
Con poco m¨¢s de 20 a?os dej¨® el trabajo para dedicarse a escribir. Despu¨¦s de una novela que qued¨® in¨¦dita, Rompeolas, Casavella dedic¨® la mili a escribir El triunfo (publicada por Versal en 1990 y reeditada luego por Anagrama). Aquella trepidante historia de rumberos del barrio chino escrita en "rumbarama y jergacolor" le vali¨® la etiqueta de cronista de la Barcelona canalla y lanz¨® al mundo una buena noticia: Juan Mars¨¦ ya ten¨ªa heredero.
El propio Mars¨¦, que descuelga el tel¨¦fono de su casa y cuenta que acaba de comprarse Elevaci¨®n, elegancia y entusiasmo -"son estupendas sus rese?as sobre literatura norteamericana"- cuenta tambi¨¦n que ambos compart¨ªan "vivencias y paisaje urbano. Pero no hay que arrimar el ascua a mi sardina. ?l ten¨ªa un mundo muy personal".
En un ensayo sobre el autor de Si te dicen que ca¨ª, Casavella advierte contra la narraci¨®n saturada de reflexi¨®n. "Las ideas son veneno para la gran narrativa", escribe. Mars¨¦ est¨¢ de acuerdo: "Las ideas deben quedar reflejadas org¨¢nicamente en la acci¨®n sin que se note el engranaje".
Si en Elevaci¨®n... est¨¢ la teor¨ªa, la pr¨¢ctica est¨¢ en El d¨ªa del Watusi, un novel¨®n de 1.200 p¨¢ginas publicado por Mondadori en tres tomos entre 2002 y 2003. Destino acaba de publicarlo ahora en un solo volumen, como quer¨ªa originalmente su autor. Es adem¨¢s la versi¨®n definitiva del "relato m¨¢s o menos secreto de los ¨²ltimos 25 a?os de Historia de Espa?a" contada a partir de las peripecias de un muchacho pobre que descubre los engranajes del poder en la Barcelona de la transici¨®n.
El cortometrajista Rodrigo Rodero (Kundas) eligi¨® El idioma imposible, la tercera parte de El d¨ªa del Watusi, para su primer largometraje, que se estrena la pr¨®xima primavera. "Me interesaba la mezcla de ambiente marginal y peso po¨¦tico, la historia de amor entre los protagonistas, autodestructiva, brutal", explica Rodero. Andr¨¦s Gertrudix (El orfanato) e Irene Escolar (Los girasoles ciegos) dar¨¢n vida a los personajes de Casavella. "?Filmar el libro entero? Una pel¨ªcula as¨ª s¨®lo la podr¨ªa hacer Scorsese".
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Tres claves
- Guionista. Casavella firm¨® el gui¨®n de Ant¨¢rtida (1995), la primera pel¨ªcula de Manuel Huerga, quien recuerda que, a petici¨®n suya, el novelista cambi¨® el final en una noche en medio del rodaje.
- Adaptaciones. Su novela El triunfo fue llevada al cine por Mireia Ros. Antonio Chavarr¨ªas, en Volver¨¢s, hizo lo propio con Un enano espa?ol se suicida en Las Vegas.
- In¨¦ditos
. Cien p¨¢ginas de una nueva novela, un ensayo sobre pop y religi¨®n y otro sobre literatura conspirativa estaban entre sus proyectos.
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