Baile de altura en el tr¨®pico
La fiesta de la danza de La Florida centra su oferta en los j¨®venes talentos y la presencia latinoamericana
La 23.? edici¨®n del Festival Internacional de Ballet de Miami culmin¨® este pasado fin de semana con las dos galas en los teatros de Miami y Miami Beach, una fiesta de la danza y el ballet que tambi¨¦n era un homenaje a Pedro Pablo Pe?a, fundador del evento, fallecido el pasado marzo a los 74 a?os. El festival, consolidado como el m¨¢s importante de todo el sur de los Estados Unidos, ¨²nico en su tipolog¨ªa en Am¨¦rica, re¨²ne tradicionalmente a representantes de todo el continente americano y de compa?¨ªas europeas, adem¨¢s de exhibir a los artistas del ballet cubano que, en todos estos a?os, han huido de la dictadura castrista en busca de un futuro mejor en lo art¨ªstico, lo pol¨ªtico y lo humano, en las propias palabras de Pe?a, pero sobre todo, es un term¨®metro para ver a las estrellas del futuro de esa regi¨®n. La edici¨®n de 2018 ¡ªadelantada al mes de agosto para evitar la temporada de ciclones¡ª estaba especialmente dirigida a los nuevos talentos emergentes.
La primera gala en el Jackie Gleason Theater de Miami Beach cont¨® con representaciones de 15 compa?¨ªas internacionales, entre ellas el Ballet Nacional Dominicano, el Milwaukee Ballet, la Compa?¨ªa Nacional de Danza de M¨¦xico, el Ballet Nacional Sodre de Montevideo, el Cuban Classical Ballet, el Ballet de Washington y el Miami City Ballet. Las compa?¨ªas europeas participantes han sido el Ballet del Teatro San Carlo de N¨¢poles, el Birmingham Royal Ballet y el Ballet de la ?pera de Viena. El Ballet de Manila mand¨® a Miami a su nueva estrella Katherine Berkman (que estuvo acompa?ada por el virtuoso Joseph Phillips), quien obtuvo recientemente la medalla de plata en el concurso de Varna, Bulgaria. En la segunda y ¨²ltima gala de cierre en el Miami Dade County Auditorium adem¨¢s de las agrupaciones mencionadas hab¨ªa otros conjuntos de Florida, como el Arts Ballet Theatre, que dirige el ruso Vladimir Issaev y el Dimensions Dance Theatre, lo que demuestra la notoria actividad danc¨ªstica de la regi¨®n, algo que nace y tiene su tronco est¨¦tico en parte en la labor realizada por pe?a por casi cuatro d¨¦cadas. En 2018, por primera vez, no ha habido ni una sola compa?¨ªa o bailar¨ªn espa?ol en el festival miamense.
Y como suele ser una de las t¨®nicas inveteradas de este evento, hubo en escena un granado grupo de artistas cubanos que desarrollan su carrera a lo largo y ancho de Norteam¨¦rica. Habr¨ªa que destacar a la jovenc¨ªsima Gretel Batista y Jorge ?scar S¨¢nchez bailando Diana y Acte¨®n y a Marize Fumero y Arionel Vargas en Le Corsaire. El argentino Ciro Mansilla, del ballet uruguayo SODRE se mostr¨® sobrio y virtuoso en Coppelia, uno de los mejores de la noche, y la pareja compuesta por Emily Bromberg y Rainer Krenstetter, del Miami City Ballet, dieron una lecci¨®n de buen gusto y estilo en Diamonds de Balanchine.
El premio ¡°Cr¨ªtica y Cultura del Ballet¡± fue en esta edici¨®n de 2018 para la prestigiosa y muy reputada revista estadounidense Dance Magazine, tenida un¨¢nimemente como una de las m¨¢s rigurosas del orbe, y recogi¨® el premio su editora-jefe, Jennifer Stahl. Danza magazine se fund¨® en 1927 bajo el nombre The American Dancer y liderada por Ruth Eleonor Howard; desde 1936 adquiri¨® su nombre actual y la m¨ªtica editora Lydia Joel la situ¨® en la esfera internacional, l¨ªnea que siguieron sus sucesivos directores William Como, Richard Philip y Wendy Perron, hasta la actual Stahl, que ya ha consolidado un ambicioso plan medi¨¢tico y global a trav¨¦s de las redes con cabeceras como DanceMedia, Dance Spirit y Dance Retailer News.
El otro premio del festival ¡°Una vida por la danza¡±, y quiz¨¢s el m¨¢s se?alado y que en estas 23 ediciones ha tra¨ªdo a Miami a pr¨¢cticamente todos los grandes de nuestro tiempo en la especialidad (Rosella Hightower, Carla Fracci, Ekaterina Maximova y Vladimir Vasiliev, Roland Petit, Violette Verdy, Heinz Spoerli, Mar¨ªa de ?vila y Frederick Franklin, entre otros), se le otorg¨® p¨®stumamente a Pedro Pablo Pe?a, director y fundador de este festival y fallecido el pasado mes de marzo tras una dura y prolongada lucha contra un c¨¢ncer. Pe?a cre¨® el festival en 1995, poco despu¨¦s la compa?¨ªa Cuban Classical Ballet of Miami y el Miami Hispanic Cultural & Creation ART Center, enfocado a la difusi¨®n de las artes hispanas en Norteam¨¦rica, tanto en la danza y el ballet como en la literatura y las artes visuales. Pe?a y su fundaci¨®n adquirieron para el ART Center la m¨ªtica J. W. Warner House de Miami, construcci¨®n de estilo colonial georgiano, la m¨¢s importante y mejor conservada de Florida, hoy ya monumento protegido y que ha sido restaurada seg¨²n sus planos originales.
Como director de las tres instituciones ha sido designado el bailar¨ªn y core¨®grafo colombiano Eriberto Jim¨¦nez, que fue mano derecha de Pe?a durante m¨¢s de dos d¨¦cadas y conocedor a fondo del proyecto. Jim¨¦nez ha dicho a EL PA?S: ¡°Queda mucho por hacer y cumplir de los planes originales de Pedro Pablo Pe?a, que para m¨ª ha sido no solamente un maestro sino como un padre en el terreno art¨ªstico. Continuaremos con los planes de la escuela, la compa?¨ªa, el archivo memorial de los bailarines cubanos en el exilio y un centro de documentaci¨®n sobre la propia historia del festival¡±.
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