La utop¨ªa del esperanto, ese idioma ¡®mojosa¡¯
El encuentro internacional de j¨®venes esperantistas congrega a cerca de 300 personas de 50 pa¨ªses en Badajoz
La palabra mojosa, compuesta con las primeras letras de moderno, joven y estilo, es la favorita en esperanto de Yasna Hern¨¢ndez, una madrile?a de 15 a?os que ha aprendido este idioma como lengua nativa. Se lo ense?¨® su padre, traductor jurado e imbuido ahora en descifrar jerogl¨ªficos y la escritura cuneiforme. "Mojosa significa guay y la inventaron los propios j¨®venes en un encuentro. Para m¨ª es muy importante porque es nuestra y ahora se ha difundido por todo el mundo", dice la chica en el 74? Congreso de j¨®venes esperantistas, celebrado este agosto en Badajoz. Un evento que se tiene lugar desde 1938 y que en esta edici¨®n ha congregado a 280 personas de 50 pa¨ªses distintos, desde Timor Oriental hasta Burundi.?
"Quien habla esperanto tiene una fuerte conciencia del mundo en general. Se respeta a cada ser humano, el medio ambiente, la igualdad de g¨¦nero. Fue concebido para entenderse entre la gente, para que llegara el mensaje", ilustra el organizador del evento, Carlos Pesquera, sobre este idioma inventado por el polaco Luis L¨¢zaro Zamenhof en 1887 y que la Sociedad de Naciones lleg¨® a considerar como lengua de trabajo despu¨¦s de la Primera Guerra Mundial. La iniciativa termin¨® por decaer pero dej¨® a miles de personas la convicci¨®n de que pod¨ªa estar vinculado a la paz en el mundo.?
Es dif¨ªcil hacer el c¨¢lculo de cu¨¢ntas personas lo practican porque no hay ning¨²n estado detr¨¢s, pero Pesquera dice que las estimaciones oscilan entre uno y dos millones. "La aplicaci¨®n Duolingo es un indicador, hay 500.000 que consultan en esperanto de forma activa", asegura.
Para el organizador, tres son las razones m¨¢s comunes por las que personas de latitudes que rozan las ant¨ªpodas tengan un mismo inter¨¦s. "Puede ser porque te lo ense?aron tus padres, porque te gustan los idiomas o porque eres un idealista y quieres un mundo mejor, donde no importa el color de la piel o la religi¨®n. No hay fronteras, eres t¨² y eso es lo que importa", considera Pesquera, que destaca tambi¨¦n la facilidad de los esperantistas para acoger en sus casas a compa?eros de idioma. "En el colegio me preguntaban que si era rica porque siempre iba de viaje a un mont¨®n de pa¨ªses, y en realidad me quedo en casa de personas que mi padre va conociendo en los encuentros", dice Hern¨¢ndez, que ya ha estado en Croacia, Serbia, Bulgaria y Alemania.
Quien habla esperanto tiene una fuerte conciencia del mundo en general. Se respeta a cada ser humano Carlos Pesquera
En este encuentro de Badajoz se ha preparado un documento para que el esperanto se considere un idioma oficial en el Parlamento Europeo. "Es una cuesti¨®n de justicia ling¨¹¨ªstica. Significa que todo el mundo tenga las mismas oportunidades de participar de la vida pol¨ªtica, social y econ¨®mica sin ser discriminado por su lengua, sin que haya predominancia de otras, lo que crea ciudadanos de primera y de segunda", se?ala Michael Boris Mandirola, expresidente de la Organizaci¨®n Mundial de J¨®venes Esperantistas (TEJO), que indica que este debate se ha fortalecido tras el Brexit. "Sabemos que es un proyecto a largo plazo, pero queremos hacer part¨ªcipe a la sociedad civil y enviarle la propuesta a los partidos del Parlamento".
De prosperar, habr¨ªa que aprender este idioma que se conforma con afijos. En esperanto los adjetivos acaban en -a, los sustantivos en -o, los adverbios en -e, el presente en -as... Una lecci¨®n m¨¢s que conocida por la surcoreana Jung Yuro, que estudia un posgrado de Interling¨¹¨ªstica en la Universidad de Hankuk de Estudios Extranjeros. "Me interesa mucho conocer las caracter¨ªsticas que tiene el esperanto europeo y el Asi¨¢tico, ver c¨®mo funcionan", se?ala Yuro, en Badajoz. Es su cuarto encuentro de esperanto en un mes, antes ha asistido al 77? Congreso Espa?ol de esperanto, el 51? Congreso Internacional de Profesores de esperanto en Madrid y al Congreso Universal de esperanto que se ha celebrado en Lisboa. "Ten¨ªa que aprovechar el viaje, consegu¨ª una beca de un instituto japon¨¦s de esperanto y les reporto lo que aprendo por aqu¨ª para el movimiento en Asia", a?ade. "Al principio comenc¨¦ a estudiarlo porque me parec¨ªa como una lengua secreta y pod¨ªa escribir en mi diario sin que nadie lo comprendiera", confiesa risue?a.
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