El viaje hacia la Luna de Chazelle se estrella en Venecia por falta de gasolina
'El primer hombre', el regreso del director de 'La La Land' centrado en la vida de Neil Armstrong, inaugura La Mostra con una fr¨ªa acogida
Ped¨ªa la Luna. Como sus protagonistas. Y como La Mostra de Venecia, que fio a su pel¨ªcula la inauguraci¨®n, para un arranque espacial. Sin embargo, Damien Chazelle ha obtenido m¨¢s bien un brusco y accidentado aterrizaje sobre la Tierra. First Man (El primer hombre), el filme sobre la celeb¨¦rrima misi¨®n de Neil Armstrong y sus dos compa?eros hacia la historia, se ha estrellado como aquellos primeros vuelos que sirvieron de prueba y error para el ¨¦xito lunar del Apolo 11 en 1969. "?Cu¨¢l es el precio?", le preguntan a Armstrong en la pel¨ªcula, para frenar su insistencia por buscar el cielo. Pero la cuesti¨®n tambi¨¦n valdr¨ªa para Chazelle: el cineasta, joven prodigio de Hollywood, autor de Whiplash y de La La Land, ha dejado su zona de confort, hecha de jazz y autobiograf¨ªa, para lanzarse a un territorio mayor y desconocido. El coste fue el aplauso fr¨ªo que cerr¨® la proyecci¨®n. Para el veredicto de las salas, habr¨¢ que esperar hasta octubre.
"Mis anteriores filmes trataban de experiencias personales; esta se centra en algo que todos conocemos y que ya hab¨ªa ocurrido cuando nac¨ª. Para mi generaci¨®n, era una realidad", asegur¨® Chazelle, de 33 a?os, ante la prensa. En El primer hombre, el creador sigue a Armstrong desde 1961 hasta el momento m¨¢s conocido de su existencia, y mezcla el retrato ¨ªntimo ¡ª"un documental familiar", lo defini¨®¡ª con el intento de subir al espectador a bordo de aquellos cohetes, latas volantes presas de los imprevistos. Escalofriante, antes que ¨¦pico. "Quer¨ªamos que el p¨²blico se sintiera como ellos, que se sorprendiera con lo poco que se ve desde dentro. Damos por hecho el alunizaje, pero se logr¨® paso a paso, con costes enormes y p¨¦rdidas de vidas", afirm¨® el director.
Aun as¨ª, hay cierto punto de contacto con su filmograf¨ªa: Chazelle se centra en las emociones de Armstrong, en la pasi¨®n que se vuelve obsesi¨®n y en qui¨¦n era el tipo fallecido en 2012 del que el mundo conoce nombre y logro, pero poqu¨ªsimo m¨¢s. La mayor diferencia con sus otras obras reside la falta de ritmo. Sin jazz, Chazelle nunca encuentra el tempo que hace dos a?os contagi¨® la inauguraci¨®n de La Mostra con La La Land. "Damien tiene un instinto incre¨ªble para unir a la gente en torno a una pel¨ªcula", afirm¨® Ryan Gosling, en la rueda de prensa. El don, en El primer hombre, parece fallarle. Gosling, en cambio, se confirma como un alumno prodigioso: tras tocar el piano, para La La Land, esta vez aprendi¨® directamente a volar.
"Nos interesaba el hombre, no el icono. No creo que Neil se viese como un h¨¦roe. Era humilde y siempre trasladaba la atenci¨®n a las 400 personas que hicieron posible la misi¨®n", insisti¨® el cineasta. Para conocerle, leyeron ¡ªentre otras cosas la novela hom¨®nima en la que se basa el filme¡ª, y se reunieron con la exesposa de Armstrong Janet, y sus hijos, Mark y Rick. Descubrieron el padre silencioso y solitario, m¨¢s h¨¢bil con los n¨²meros que con los abrazos, que por mirar a las estrellas no ve¨ªa la vida de su familia ante sus ojos. "En el trabajo gestionaba sentimientos que no pod¨ªa controlar a nivel personal", defendi¨® Chazelle. El mejor resumen en la pel¨ªcula tal vez sea sus dos charlas previas al viaje. La prensa le pregunta: "?C¨®mo te sientes al saber que podr¨ªas pisar la Luna?". "Satisfecho", contesta. En la segunda ocasi¨®n, Armstrong ha de explicar su misi¨®n a sus hijos. ?l ni ve¨ªa la necesidad, pero le obliga su mujer.
¡ª?Es posible que no vuelvas?, cuestiona uno de los ni?os.
¡ªExacto.
Dif¨ªcil resulta tambi¨¦n prever el destino de First Man (El primer hombre). En los ¨²ltimos a?os, Venecia se ha vuelto un segundo hogar para Hollywood, y un trampol¨ªn para los Oscar. Pero el filme no parece tener gasolina suficiente para tama?o viaje. Y eso que su final regala al fin cierta magia. Aunque demasiado tarde. El ¨²nico gran salto de la humanidad, este mi¨¦rcoles, fue para marcharse de la sala.
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