Muere Ceesepe, uno de los grandes pintores de la movida madrile?a, a los 60 a?os
El artista recibi¨® en 2011 la Medalla de Oro al M¨¦rito en las Bellas Artes
¡°Todo pintor se pinta a s¨ª mismo¡± asegura un antiguo proverbio que a los modernos nos pilla confesados. ¡°El artista pone su cuerpo¡±, remataba Paul Val¨¦ry; su cuerpo y la vida que lo anima, para decir que la obra de un artista constituye, al fin y al cabo, un registro de su vida. La palabra autobiograf¨ªa se queda corta para lo que es un autorretrato expandido. Y eso es Ceesepe. Automoribundia, dir¨ªa ¨¦l, gui?¨¢ndole un ojo a Ram¨®n G¨®mez de la Serna y uno de sus textos preferidos, donde hablaba de la conciencia de vivir y de morir. De luchar entre la nada y el algo. Ceesepe, al morir, ha dejado m¨¢s que algo.
Ese era solo uno de los muchos personajes que acumula el nombre de Carlos S¨¢nchez P¨¦rez (Madrid, 1958-2018), el m¨¢s conocido, el acr¨®nimo y el artista, pero hab¨ªa muchos m¨¢s. Estaba el t¨ªmido, el lac¨®nico, el que hablaba sin mediar palabra. El ni?o cohibido. Ese tipo de humor negro que no dejaba indiferente. El altruista absoluto y el irreflexivo. El independiente y el indomable. El creador que siempre reivindic¨® el oficio por encima del discurso, un amor por lo artesano que le ven¨ªa de lejos y de casa: su padre y abuelos eran carpinteros y su hermano mayor tir¨® por el dibujo. Aunque a ¨¦l lo de Bellas Artes le dur¨® poco. Prob¨® un mes y cambi¨® de foco.
El mundo que se encontr¨® fue el underground desde que lleg¨® a Barcelona siendo adolescente, con ganas de darle la vuelta a los desamores culturales. Lo hizo dibujando c¨®mic junto a otros autores como Nazario, con quien recibi¨® la Medalla de Oro al M¨¦rito en las Bellas Artes en 2011. Pronto se sum¨® Mariscal, con quien fundaron el grupo Rrollo, al que se unir¨ªa m¨¢s tarde Max. Juntos editaban y publicaban fanzines para hablar de contracultura. Tambi¨¦n lo hizo en Madrid, trazando puentes entre ambas ciudades, con Alberto Garc¨ªa-Alix, El Hortelano y Ouka Leele y la Cascorro Factory. Aquella primera publicaci¨®n de la Movida (La Luna de Madrid y Madrid Me Mata llegar¨ªan a?os despu¨¦s, ya entrados los ochenta), era un fanzine a la manera de los tebeos estadounidenses donde el primero editaba sus c¨®mics basados en las fotos del segundo, y que ellos vend¨ªan en el Rastro. Desde esos ochenta, su nombre invoca toda una ¨¦poca, aunque nunca le gustara sentirse parte de ese saco. Lo suyo era otra cosa. Por eso abandon¨® el c¨®mic para centrarse en la pintura, sin dejar de hacer los carteles de dos de las pel¨ªculas m¨¢s importantes de Almod¨®var: Pepi, Luci, Bom y otras chicas del mont¨®n (1980) y La ley del deseo (1987). Tante¨® con la escritura, las portadas de discos, la televisi¨®n y la direcci¨®n de cortos. El d¨ªa que muera Bombita, que hizo junto a Garc¨ªa-Alix, es una joya premonitoria.?
Aunque por aquellos a?os noventa, Ceesepe hab¨ªa decidido volcarse en su carrera como artista y la suerte le acompa?¨® hasta en la edici¨®n de Arco de 1984, cuando se convirti¨® en el artista que vendi¨® m¨¢s obra. Su estilo era raro y era ¨²nico. Sus cuadros tienen mucho de manual cl¨¢sico de pintura. Desde siempre, sol¨ªa decir, cerraba los ojos y visualizaba algo. Lo que fuera. Luego lo dibujaba lo mejor que pod¨ªa. Siempre trabajando as¨ª, con cabezoner¨ªa, en el dif¨ªcil arte de mentir, como titul¨® alguna de sus exposiciones. La pr¨®xima, y p¨®stuma, llegar¨¢ a La Casa Encendida en junio de 2019, con mucha de la producci¨®n de?los setenta y ochenta que atesora el Archivo Lafuente. Aunque antes dej¨® en su viaje curricular algunas paradas estelares, como su paso por la m¨ªtica galer¨ªa Buades y por esas otras menos populares, como Cave Canem en Sevilla o Espacio Valverde en Madrid, las que apuestan por el pulso de la diferencia. Nadie es perfecto plant¨® en un t¨ªtulo de 1995. Hac¨ªa gala de ello hasta en el filo de la iron¨ªa que le acompa?¨® hasta el ¨²ltimo momento. Hasta ayer, que fallec¨ªa tras largo tiempo enfermo. Kiko Veneno, otro amigo fiel al tiempo, cantar¨¢ hoy eso de te Echo de menos. Seguro.
Babelia
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