Hachazos en orden alfab¨¦tico
El 'Diccionario de autores latinoamericanos' de C¨¦sar Aira, reeditado ahora, mantiene su vigencia a pesar de que Internet haya sido mortal para las obras de consulta

Hay dos tipos de diccionarios de autor. En unos manda la palabra diccionario. En los otros, la palabra autor. El primer grupo engloba obras individuales pero escritas con el rigor de una academia entera. Es el caso de Mar¨ªa Moliner (uso del espa?ol), Ferrater Mora (filosof¨ªa), Coromines y Pascual (etimolog¨ªa) o Juan Manuel Bonet (vanguardias). Al segundo pertenecen libros ordenados alfab¨¦ticamente pero que albergan tanta opini¨®n como informaci¨®n. Siguiendo el precedente ilustre de Voltaire, Planeta lanz¨® en 1995 una colecci¨®n de repertorios firmados por Fernando Savater (filosof¨ªa), Francisco Umbral (literatura), Fernando Trueba (cine), Carlos Garc¨ªa Gual (mitos) o F¨¦lix de Az¨²a (artes). La serie ¨Cmasculina hasta la incorrecci¨®n- no tuvo continuidad, pero algunos vol¨²menes siguen vivos en otros sellos.
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Hay, sin embargo, t¨ªtulos que cabr¨ªan en ambas categor¨ªas. Es el caso del Diccionario de autores latinoamericanos de C¨¦sar Aira. Se public¨® en 2001 y acaba de volver a las librer¨ªas en forma de coedici¨®n entre un sello chileno (Tajamar) y otro espa?ol (Tres Puntos). En una nota de 2018 el narrador argentino explica la raz¨®n para no actualizar 750 p¨¢ginas que se detienen en escritores nacidos antes de 1940: a su falta de ¡°energ¨ªa¡± se le sum¨® la aparici¨®n de Internet, que contiene todas las actualizaciones, corrige los errores ¡°y agrega otros¡±. Pensado, dice, como ¡°obra de consulta¡±, el libro regresa a los lectores como ¡°obra literaria¡±. Aira sostiene que rechaz¨® la oferta de poner en manos de colaboradores la puesta al d¨ªa de algunas entradas por tratarse de un trabajo personal repleto de ¡°valoraciones intransferibles¡±. Pese a las prevenciones del autor de Continuaci¨®n de ideas diversas ¨Ctambi¨¦n organizado de la A a la Z-, su diccionario es una s¨ªntesis impecable entre criterio y datos. Su vigencia depende de lo segundo; su gracia, de lo primero. Aunque las voces tienen apariencia de as¨¦ptico fichero, en ellas se desliza sistem¨¢ticamente el juicio de un lector con los deberes hechos y con una envidiable capacidad anal¨ªtica.
Si La mala hora de Garc¨ªa M¨¢rquez es ¡°una cr¨®nica pueblerina a la Faulkner pero escrita en el estilo de Hemingway¡±, la t¨¦cnica de Vargas Llosa consiste en una ¡°narraci¨®n en planos simult¨¢neos¡± que forma ¡°un puzle a cuyo desciframiento el lector no tarda en habituarse¡±: realismo puro. Si Augusto Monterroso es ¡°un Borges dom¨¦stico¡± ¨CTito estar¨ªa de acuerdo-, Blanca Varela es ¡°como una Alejandra Pizarnik que se hubiera permitido confidencias y expansiones sentimentales; no encerrada en ese asfixiante dogma de perfecci¨®n de la poeta argentina, pero con su mismo sistema po¨¦tico: la imagen que narra una visi¨®n, el juego de las palabras como acceso a una extra?eza, el mito infantil¡±.
El autor m¨¢s prol¨ªfico de la literatura reciente completa su diccionario con un ap¨¦ndice dedicado a cada pa¨ªs. En otro alarde de erudici¨®n, resume cinco siglos en cinco p¨¢ginas sin pensar en lucirse pero sembrando el trayecto de iluminaciones. As¨ª, nos informa de que Costa Rica es un ¡°pa¨ªs sin guerras, sin cat¨¢strofes, sin dictadores sanguinarios, sin pasiones furiosas: de ah¨ª el predominio de la prosa, de la raz¨®n¡±. Tambi¨¦n se nos dice que el maestro de colombianos como Garc¨ªa M¨¢rquez, Rojas Herazo o Cepeda Samudio es ¡°un narrador poco difundido pero fundamental¡±: Jos¨¦ F¨¦lix Fuenmayor. El cap¨ªtulo argentino es, c¨®mo no, un ejercicio de relojer¨ªa en el que brillan Borges y el cuento como g¨¦nero junto a dos novelistas de ¡°indiscutible excelencia¡±: Roberto Arlt y Manuel Puig. Tan solo Juan Jos¨¦ Saer estar¨ªa a esa altura, el resto son ¡°laboriosos¡± practicantes de la larga distancia. Aira naci¨® en 1949. Queda fuera de sus propios l¨ªmites. Es exc¨¦ntrico incluso cuando se pone a ordenar la casa.
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