Las heridas abiertas de Europa

Un fantasma recorre Europa, coloniza mentes, decide elecciones, monopoliza conversaciones en bares y cen¨¢culos. El populismo en todas sus formas ataca el proyecto com¨²n europeo y amenaza con romperlo desde dentro. ¡°Lo que est¨¢ pasando es muy grave. Las heridas de Europa son muy profundas¡± comenta Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega a EL PA?S antes de su charla en el Hay Festival de Segovia, que ha centrado el grueso de su programaci¨®n del s¨¢bado en esta cuesti¨®n.¡°Se ha instrumentalizado el miedo al diferente y a los perdedores de la globalizaci¨®n y de la crisis, de la mutaci¨®n del mercado laboral. Y tiene que intervenir de nuevo la pol¨ªtica, no solo con discursos sino tambi¨¦n con medidas concretas y ah¨ª es donde tiene ha fallado Europa¡±, ha rematado la presidenta del Consejo de Estado.

¡°Estoy encantado de pasar unos d¨ªas en un pa¨ªs que no est¨¢ gobernado por fascistas¡±, comenta entre risas el escritor Hanif Kureishi al inicio de su charla, salpicada de referencias pol¨ªticas y alusiones al Brexit. Estos d¨ªas por Segovia es imposible encontrar a un intelectual, periodista o artista brit¨¢nico favorable a dejar la UE. Pero la realidad es otra.

La democracia liberal ha hecho un papel pat¨¦tico defendiendo su legitimidad hist¨®rica Simon Schama

Los problemas de fondo son casi tantos como las soluciones pero la sensaci¨®n general es que el proyecto se ha enfriado. ¡°Me preocupa particularmente c¨®mo afecta esta crisis a los valores que Europa defiende y representa en el mundo. Siempre hemos tenido fragilidades pero de repente hay pa¨ªses que no comparten los mismos valores que nosotros¡±, comenta Miriam Gonz¨¢lez, abogada experta en comercio comunitario.

En este debate a veces pasional hay optimistas, pesimistas y gente que va de un lado a otro. Reunidos de manera informal por EL PA?S en los jardines del Instituto de Empresa, el periodista Stefan Baron y los analistas Sam Walkin y Fernando Fern¨¢ndez lanzan algunos dardos pertinentes. ¡°Creo que hemos sobreestimado el populismo¡±, comenta Fern¨¢ndez. ¡°Siempre ha habido mucha gente en Europa que estaba en contra de la Uni¨®n. La verdadera cuesti¨®n para m¨ª es qu¨¦ quiere ser la UE cuando se haga mayor?¡±. ¡°Yo soy muy pesimista¡±, intercede Baron. ¡°Pero adem¨¢s tengo un problema con el t¨¦rmino populismo. ?Qu¨¦ es realmente? ?Extrema derecha? ?Extrema izquierda? La democracia es b¨¢sicamente populismo ?no?¡±, se pregunta. ¡°No dir¨ªa tanto¡± replica Fern¨¢ndez. ¡°Populismo es prometer a la gente algo que sabes que no les vas a poder dar¡±, aclara Fern¨¢ndez. ¡°El problema es que la UE carece de pol¨ªticas concretas en algunos ¨¢mbitos. Y cuando algo va mal es la gente la que paga y entonces triunfa el populismo¡±, remata Walkin poco antes de terminar una intensa conversaci¨®n que se torna algo oscura cuando se preguntan si la UE podr¨ªa aguantar la salida de otro miembro. Todos creen que ser¨ªa el final.

Populismo es prometer a la gente algo que sabes que no les vas a poder dar Fernando Fern¨¢ndez

Pero tambi¨¦n hay que mirar en las propias filas para entender qu¨¦ falla. ¡°La democracia liberal ha hecho un papel pat¨¦tico defendiendo su legitimidad hist¨®rica. Y en lo que no lo hagan el populismo seguri¨¢ creciendo. Se han centrado en defender el circo econ¨®mico. Si Viktor Orban o el gobierno de Polonia son el futuro la libertad no lo tiene. Tenemos que abrir un debate honesto sobre qu¨¦ queremos que sea Europa¡±, asegura el historiador brit¨¢nico Simon Schama. ¡°El rechazo a la UE es una actitud muy extendida ahora en Polonia y solo est¨¢ matizada por el dinero comunitario. Es lo ¨²nico que los polacos quieren de Europa. Es una situaci¨®n triste y alarmante y no quiero imaginar el d¨ªa en que se produzca un Brexit a la polaca, pero est¨¢ en el horizonte¡±, comenta a EL PA?S Dorota Maslowska, guionista y enfant terrible de la dramaturgia polaca.

Tras 25 a?os de actividad en el seno de la Uni¨®n, el expresidente del Europarlamento Enrique Bar¨®n deja una receta para la lucha: ¡°En estos momentos nos enfrentamos al desaf¨ªo de sobrevivir. Si miramos las elecciones en cualquier pa¨ªs desde la crisis est¨¢n planteadas en t¨¦rminos de a favor de Europa o en contra. Esta es la batalla en la que estamos. Si queremos ganarla hay que estar en primera l¨ªnea con nuestras propias convicciones bien asentadas y no estar todo el tiempo lament¨¢ndose¡±. Pero mientras Europa se entretiene en sobrevivir, el fantasma de una inminente crisis de deuda o el cambio radical que producir¨¢n las tecnolog¨ªas quedan a un lado. Han sido temas presentes en los debates y est¨¢n en la mente y las obsesiones de pensadores y pol¨ªticos, pero las soluciones no se han llegado a perfilar. La UE parece condenada a vivir en aguas turbulentas.