Los fantasmas de Shirley Jackson, tras los pasos de las distop¨ªas de Margaret Atwood

En la d¨¦cada de los cincuenta del siglo pasado, Shirley Jackson, futura Madre de la Literatura de Terror Contempor¨¢nea ¨C piensen en Stephen King y estar¨¢n pensando en uno de sus ilustres hijos, literarios ¨C era ya una peque?a celebridad. La loter¨ªa, el macabro relato que provoc¨® la ira de cientos de miles de lectores del New Yorker, se hab¨ªa publicado en 1948, dando un giro macabro a su peculiar fiction of domestic chaos (ficci¨®n del caos dom¨¦stico), y permiti¨¦ndole instalarse en la cima de la literatura sobrenatural. Una cima que solo hab¨ªan podido divisar los amantes del g¨¦nero. Hasta ahora.

El ¨¦xito televisivo de The Handmaid's Tale (El cuento de la criada), el cl¨¢sico de Margaret Atwood (escritora de la que tambi¨¦n se ha adaptado Alias Grace y se prepara una adaptaci¨®n de la trilog¨ªa MaddAddam) que se public¨® en 1985 y estaba inspirado por las visitas clandestinas de la escritora al Berl¨ªn Oriental, ha puesto a productores y plataformas tras la pista de otros cl¨¢sicos susceptibles de convertirse en peque?os fen¨®menos, y he aqu¨ª que La maldici¨®n de Hill House, el m¨¢s admirado de los libros de Jackson, podr¨ªa llegar a serlo. Publicada en 1959 y considerada la mejor novela sobre casas encantadas que se ha escrito jam¨¢s, La maldici¨®n de Hill House sigue los pasos de un peque?o grupo de cazafantasmas que acude a una casa maldita, enorme, laber¨ªntica, monstruosa, con la intenci¨®n de atrapar a los esp¨ªritus que supuestamente la habitan desde tiempos inmemoriales.

Jackson, que hab¨ªa nacido en San Francisco en 1916 y a la que un c¨®ctel fatal de anfetaminas y relajantes, cientos de miles de cigarrillos, un imparable sobrepeso y qui¨¦n sabe si las arenas movedizas de una frustrante carrera como ama de casa ¨C siempre estuvo acomplejada porque su marido, que ve¨ªa normal que ella se ocupase de todas las tareas del hogar y de los cuatro ni?os, era ligeramente m¨¢s joven que ella ¨C se llev¨® a la tumba con tan solo 48 a?os, dio en 1965 con la historia en uno de los cientos de libros sobre ocultismo que atestaban su biblioteca. En concreto, en uno protagonizado por un grupo de investigadores ps¨ªquicos que alquilaban una supuesta casa encantada para intentar dar con el fantasma que la estaba encantando. El resto, como suele decirse, es historia. Y una que est¨¢ a punto de repetirse. Solo que esta vez la escribir¨¢ Mike Flanagan.

Netflix ha estrenado este 12 de octubre la primera adaptaci¨®n televisiva del cl¨¢sico de Jackson, que tuvo una muy fiel versi¨®n cinematogr¨¢fica, dirigida por el brit¨¢nico Robert Wise, all¨¢ por 1963. Una miniserie protagonizada por Carla Gugino (El Juego de Gerald) y Michiel Huisman (Juego de Tronos) que sustituye a los investigadores ps¨ªquicos por los hijos de una familia que no es como las dem¨¢s porque vivi¨® en la casa maldita. Convertidos en adultos insomnes y, tambi¨¦n, a su manera, malditos, deben volver a la casa para hacer frente de una vez por todas a lo que sea que haya all¨ª dentro. Flanagan, nombre clave ya del terror televisivo y no solo televisivo (Absentia, El Juego de Gerald), lleva a su terreno, del todo cl¨¢sico y efectista, la locura g¨®tica de Jackson.

Pero no solo la obra de Jackson va a volver. Tambi¨¦n lo har¨¢ la propia Jackson, encarnada por Elisabeth Moss (protagonista de The Handmaid's Tale). No se trata de otra serie, sino de una pel¨ªcula, un thriller indie basado en una novela de Susan Scarf Merrell, que imagina a una joven pareja de escritores compartiendo apartamento con el matrimonio formado por Jackson y el cr¨ªtico Stanley Edgar Hyman. A los mandos, la guionista de I Love Dick, Sarah Gubbins, y la joven directora Josephine Decker. La pel¨ªcula llevar¨¢ por t¨ªtulo simplemente Shirley. El infernal d¨ªa a d¨ªa de la escritora estar¨¢, pues, tambi¨¦n, muy pronto, de vuelta.