Dos Catalu?as (como m¨ªnimo)

Podr¨ªa temerse que, por su origen en un curso de verano, las lecciones que componen esta Anatom¨ªa del ¡®proc¨¦s¡¯ se inclinaran hacia ese ensayismo de urgencia que tanta tradici¨®n acumula y tantos estragos produce entre nosotros. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Ya desde lo que puede considerarse primera lecci¨®n del curso, la mirada de Jordi Amat, con su siempre documentada profundidad de campo, divisa como Fase 0 del proc¨¦s el coraz¨®n del pujolismo: construir Catalu?a desde la Generalitat con pol¨ªticas de nacionalizaci¨®n, proyecto bloqueado cuando se paraliza la evoluci¨®n del modelo territorial dise?ado en 1978. La Fase 1 ser¨¢ el momento en que, abandonada aquella pol¨ªtica, se produzca una mutaci¨®n en el catalanismo, carcomido por un par¨¢sito llamado derecho a decidir. Solo entonces, cuando el par¨¢sito ha cumplido su obra, se iniciar¨¢ en septiembre de 2012 la Fase 2, la misma que sirve como punto de arranque a Joaquim Coll para trazar en el primer cap¨ªtulo una excelente s¨ªntesis pol¨ªtica de todo el proc¨¦s.

Y vienen despu¨¦s tantas propuestas y tantas perspectivas desde las que abordar los mismos hechos que el comentarista se siente algo abrumado a la hora de elegir. Es claro que nada habr¨ªa sido como fue si CiU hubiera alcanzado la mayor¨ªa absoluta que su l¨ªder daba por descontada en las elecciones de 2012. No solo no la consigui¨®, sino que retrocedi¨®, con lo que su permanencia al frente del Govern dependi¨® de Esquerra y luego de la CUP, dando as¨ª lugar, por un lado, a la progresiva convergencia nacionalpopulista de la que se ocupa Aurora Nacarino-Brabo y, por otra, a la ¡°subasta catalana¡± analizada por Astrid Barrio, que explica como resultado de la rivalidad y competencia entre partidos la dif¨ªcil forja de la unidad independentista y su apuesta final por una declaraci¨®n unilateral de independencia.

Tienen raz¨®n, pues no todo fue, en efecto, un fen¨®meno bottom-up, con multitudes en las calles viviendo esa experiencia de comunidad que provoca un estado de felicidad pol¨ªtica, tan inclusiva como exclusiva, apuntado por Arias Maldonado. En el proc¨¦s, adem¨¢s de masas que viven el nacionalismo como una religi¨®n, con sus liturgias, sus s¨ªmbolos, sus c¨¢nticos, desempe?aron un papel fundamental los medios, la propaganda y las redes, que Llu¨ªs Bassets, en otro de sus clarividentes trabajos, llama maestros narradores del independentismo, que construyen su hegemon¨ªa ¡ªmejor, tal vez, dominaci¨®n¡ª cultural gracias al control de medios de comunicaci¨®n, de su activismo eficaz en las redes y de una amplia trama de institutos, fundaciones, museos, academias, bien engrasada con dinero p¨²blico.

Poder, ¨¦lites, pueblo, fundidos en el com¨²n empe?o de conducir el proc¨¦s hasta su destino natural, una concentraci¨®n de poder pol¨ªtico y cultural actuando a pleno rendimiento, inventando cuentos como el del expolio sobre el que vuelve Joan Llorach y sin obst¨¢culos que interfieran en el camino. Dejaci¨®n de Espa?a que aborda Juan Claudio de Ram¨®n, pero dejaci¨®n tambi¨¦n del Gobierno, que considera las sucesivas resoluciones del Parlament como meras declaraciones pol¨ªticas que no encuentran una respuesta eficaz en el constitucionalismo, como muestran Rafael Arenas y Joaquim ?Coll. Todo eso explica que el proc¨¦s avanzara como un intento de secesi¨®n de hecho, definido jur¨ªdicamente por Arana, y del que se ocupa Ignacio Medina en un detallado an¨¢lisis de su dimensi¨®n internacional, desde los factores que contribuyeron a su origen hasta la reacci¨®n europea, tan clara como se esperaba y tan tajante como ser¨¢ la de Estados Unidos y otras rep¨²blicas americanas, excepto Venezuela.

La cuesti¨®n ahora, tras el fiasco del proc¨¦s, es que la argamasa de un catalanismo transversal y plural, a la que se refiere Josep Borrell en su ep¨ªlogo, ha sido dinamitada a conciencia. El catalanismo pol¨ªtico que compartieron en el pasado CiU, Esquerra, PSUC y PSC ha sido desplazado por el lenguaje de las dos Catalu?as ¡ªde cuya existencia y rasgos da cuenta el an¨¢lisis sociol¨®gico de Pau Mar¨ª-Klose¡ª que algunos publicistas ya empiezan a bautizar como la Catalu?a catalana y la Catalu?a espa?ola, un ¡°nosotros¡± y un ¡°ellos¡±, cortando todos los lazos hisp¨¢nicos que Manuel Valls evoca en su pr¨®logo. Dos Catalu?as que reviven la ominosa figura de las dos Espa?as, un d¨ªa no tan lejano clausurada por aquella Espa?a plural que tanto debi¨® en su origen a pol¨ªticos e intelectuales catalanes.

Anatom¨ªa del proc¨¦s. Claves de la mayor crisis de la democracia espa?ola. Edici¨®n a cargo de J. Coll, I. Molina y M. Arias Maldonado. Debate, 2018. 312 p¨¢ginas. 17,90 euros.