El placer de leer canciones
?Es poes¨ªa un cancionero? Varios libros apuestan por el valor literario de las obras musicales
"My mother / And her little brown jug / It held her milk¡±. Un verso sencillo, evocador de la infancia. Un verso puro, sin adornos, que no es un verso pero podr¨ªa serlo, ya que se trata de un fragmento de la letra de ¡®A Coral Room¡¯, la canci¨®n de Kate Bush incluida en Aerial, su disco de 2005. La letra es candidata a formar parte del pr¨®ximo libro How to Be Invisible: Selected Lyrics, el cancionero de Kate Bush que edita Faber y pone a la venta en diciembre.
Kate Bush saca libro, s¨ª. Un poco antes tambi¨¦n lo har¨¢ Neil Tennant, cantante y compositor de Pet Shop Boys, como han sido editados ya Jarvis Cocker, Van Morrison, Ian Curtis, de Joy Division, y Billy Bragg, todos bajo el mismo sello y el mismo concepto: sus cancioneros deben ser reivindicados y las letras de estos artistas pueden existir, como poemas, con valor literario independiente.
Porque ?es poes¨ªa un cancionero? Depende del artista y su apego po¨¦tico a las palabras. Para Alberto Manzano, poeta, escritor, traductor de m¨¢s de 100 cancioneros y bi¨®grafo de Leonard Cohen, hay ciertos m¨²sicos ¡°con los que la distinci¨®n entre poema y canci¨®n es imposible¡±. ¡°O al ?menos yo no la veo¡±, matiza, ¡°los poemas que public¨® Visor de Leonard Cohen podr¨ªan haber sido canciones, y a la inversa¡±.
No opina lo mismo la artista Christina Rosenvinge, que publicar¨¢ su cancionero, con un ensayo que versa precisamente sobre la composici¨®n de canciones, en marzo de 2019, con Literatura Random House. ¡°No es poes¨ªa sino otro g¨¦nero. Cuando se leen y escriben canciones no se obedece a las leyes de la literatura, sino a las de la m¨²sica, y es un mundo h¨ªbrido dif¨ªcil. Se trata de un arte delicado en el que el sonido, despojado del significado, adquiere much¨ªsima importancia. La estructura es diferente, el n¨²mero de s¨ªlabas obedece al n¨²mero de notas de la canci¨®n, y la sinergia es important¨ªsima¡±.
Manzano insiste que para conocer -y traducir bien- un cancionero ¡°hay que ser un poco poeta¡±. Pero un poeta no tiene por qu¨¦ entender de canciones. ¡°Cuando veo a un escritor que intenta escribir letras pero no es m¨²sico, encuentra dificultades que no entiende, como la relaci¨®n entre los acentos y el comp¨¢s¡±, explica Rosenvinge. ¡°Lo importante es entender que escribir letras es un arte respetable y no secundario¡±.
Otra dificultad a?adida es la traducci¨®n. Si para traducir a un poeta hay que ser un poco poeta, para traducir a un m¨²sico hay que ser, directamente, un insensato. Si dar con la cadencia y la voz de quien escribe poes¨ªa es un misterio, intentar mantener adem¨¢s la rima o las im¨¢genes puede ser una aut¨¦ntica tortura. Quien escribe esto bien lo sabe, ya que ha traducido el cancionero de Jarvis Cocker, cuyo uso de las palabras hom¨®grafas da para tres o cuatro interpretaciones, por no ?hablar de su utilizaci¨®n de common en Common People, que da para un par de guerras culturales -?era mejor emplear ¡°com¨²n¡±, ¡°normal¡± o ¡°corriente¡±?-.
Rosenvinge da con la clave: ¡°Es por eso que un cancionero debe ser biling¨¹e y debe contener notas al pie de p¨¢gina, porque en la traducci¨®n siempre se pierden cosas. Si es una buena traducci¨®n, una vez perdida la m¨¦trica y la rima, puede tratarse de una nueva poes¨ªa, de un g¨¦nero en s¨ª mismo¡±.
250.000 euros por las letras de Dylan
La publicaci¨®n de letras de autores musicales tiene tradici¨®n en Espa?a. Durante d¨¦cadas el acceso a los cancioneros fue sobre todo a cargo de la editorial Fundamentos, que dio a conocer las letras de Bob Dylan, Bruce Springsteen y Charles Aznavour, entre muchos otros, con gran ¨¦xito hasta los a?os noventa.Manzano, que tradujo decenas de libros para Fundamentos, acusa la aparici¨®n de Global Rythmn y su editor Juli¨¢n Vi?uales -ahora a cargo de Libros del Kultrum, tras dejar la editorial Malpaso- de ¡°reventar el mercado del libro musical con ofertas al alza¡± con las que las otras editoriales no pod¨ªan competir.Vi?uales se defiende: ¡°Me vi obligado a competir con los grandes del sector, y las adquisiciones se dispararon a cifras disparatadas¡±. Los derechos mundiales del cancionero del premio Nobel de Literatura Bob Dylan, que Vi?uales edit¨® en Global Ryhtmn y despu¨¦s en Malpaso, se cifraron en alrededor de 250.000 euros. ?Venden bien los cancioneros? Depende. El mundo anglosaj¨®n parece m¨¢s dado a apreciar estas ediciones. Vi?uales sostiene que las ventas de Dylan fueron ¡°satisfactorias¡±, pero no as¨ª la obra de Van Morrison o Ian Curtis, cuyos resultados valora como ¡°discretos¡±. ¡°Se trata a¨²n de un mercado por explorar y en el que hay mucho por hacer¡±, concluye.de los grandes int¨¦rpretes de venta primero en Espa?a |
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