La resistencia de Leonora Carrington a los muralistas mexicanos
Gabriel Weisz, hijo de la pintora inglesa, repasa algunos momentos de una de las representantes del surrealismo cuya obra llega a Monterrey este viernes
La carrera de Leonora Carrington fue de resistencia. La pintora brit¨¢nica, que se instal¨® en M¨¦xico a mitad del siglo XX, trabaj¨® toda su vida para mostrar el surrealismo a trav¨¦s de sus pinturas, grabados, tejidos y esculturas. Siete a?os tras su muerte, la mayor exhibici¨®n de su obra se ha reunido en M¨¦xico en la exposici¨®n Cuentos M¨¢gicos. Primero, en el Museo de Arte Moderno de Ciudad de M¨¦xico ¡ªdonde permaneci¨® de abril a septiembre¡ª y a partir de este viernes en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Monterrey (Marco). ¡°Esta exposici¨®n es importante no solo por su volumen, sino tambi¨¦n porque pudo arreglarse tem¨¢ticamente¡±, explica a EL PA?S Gabriel Weisz, hijo de la artista.
M¨¢s de 200 piezas muestran la evoluci¨®n art¨ªstica de Carrington, un camino sinuoso que en M¨¦xico encontr¨® su primera barrera: los muralistas mexicanos. La pintora inglesa lleg¨® en 1942 a M¨¦xico, despu¨¦s de salir de una convulsa Europa y tras su paso por Nueva York, ya con las herramientas para plasmar el surrealismo en sus obras. Weisz (Ciudad de M¨¦xico, 1946) apunta a que tanto su madre como la espa?ola Remedios Varo padecieron, en esos primeros a?os, el veto en galer¨ªas y c¨ªrculos art¨ªsticos frecuentados por David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera. ¡°Los muralistas le hicieron la vida muy dif¨ªcil y fue una lucha continua para poder mostrar su cosas. Ten¨ªan envidia de lo que estaban haciendo Leonora y Remedios, pensaban que el lugar de los artistas ten¨ªa que ser solamente M¨¦xico y que los mexicanos solo pod¨ªan hacer arte. Era discriminaci¨®n, malinchismo y machismo¡±, cuenta.
El episodio que dej¨® claras estas diferencias fue el del mural para la unidad de Oncolog¨ªa del Centro M¨¦dico Nacional, en 1950. Carrington trabaj¨® en un proyecto para plasmar su visi¨®n on¨ªrica en los muros del centro, pero finalmente el Gobierno mexicano se decant¨® por la propuesta de Siqueiros: Apolog¨ªa de la futura victoria de la ciencia m¨¦dica contra el c¨¢ncer. ¡°Estos muralistas ten¨ªan a los museos y las galer¨ªas prohibido mostrar la obra de Leonora¡±, acusa Weisz. El mundo imaginativo de Carrington lleg¨® a un mural 13 a?os despu¨¦s, cuando pint¨® El mundo m¨¢gico de los mayas para el Museo Nacional de Antropolog¨ªa.
El lienzo de gran formato, que se exhibe en Cuentos m¨¢gicos, fue uno de los proyectos m¨¢s desafiantes de la pintora. En ¨¦l muestra su visi¨®n sobre las creencias de los pueblos ind¨ªgenas de Chiapas. Weisz recuerda que su madre hizo las maletas para conocer de primera mano la cultura maya. ¡°Era un proyecto muy grande y tard¨® un tiempo en el proceso de investigaci¨®n. Tuvo que empaparse mucho de la cultura maya y del Popol vuh y fue a Chiapas para ver c¨®mo viv¨ªa la gente. Tuvo mucha investigaci¨®n detr¨¢s e hizo much¨ªsimos bocetos en ese viaje y que luego los volc¨® en el mural¡±, relata.
Carrington tuvo su primera exposici¨®n en M¨¦xico en una tienda de muebles en 1950 ¨Cla galer¨ªa Clark Decor¨C seg¨²n contaba a este diario en una entrevista en 1993. Para su hijo, esa ¨¦poca fue justamente la que defini¨® permanentemente la pintura de la brit¨¢nica. ¡°Tiene que ver con la cantidad de experimentos pict¨®ricos que ella tuvo a lo largo de su vida, mientras m¨¢s experimentaba resultaba mejor como artista. Al principio estaba busc¨¢ndose como artista para poder manejar bien su lenguaje¡±, apunta. Los mundos de hadas, sus recuerdos y su particular visi¨®n del mundo agitaron la escena art¨ªstica de la ¨¦poca. ¡°Cuando se estaba presentando el surrealismo hubo una reacci¨®n muy en contra, las personas no consideraban que eso era arte¡±, a?ade Weisz.
Con la perspectiva del tiempo la situaci¨®n ha cambiado: unas 320.000 personas admiraron en Ciudad de M¨¦xico la obra de la surrealista. Las piezas, reunidas desde diversos museos y colecciones privadas del mundo, permanecer¨¢n en Monterrey hasta el 3 de febrero de 2019. Weisz, por su parte, prepara sus memorias en torno a Carrington para sumarse a la valoraci¨®n de su obra. ¡°La pintura de Leonora puede hacer una diferencia muy grande en la manera en la que imaginamos las cosas, pero la imaginaci¨®n tienen que tener alguna cultura imaginaria, esta solo viene del contacto que uno pueda tener de artistas que imaginaron mundos¡±, reflexiona.
Babelia
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