Eloy de la Iglesia, el olvidado
Han tenido que pasar 12 a?os de su muerte y 40 del estreno de 'El diputado' para que comience a reconocerse la importancia de este director
Han tenido que pasar 12 a?os de su muerte y 40 del estreno de uno de sus grandes ¨¦xitos populares como fue El diputado para que comience a reconocerse la importancia como director de cine de Eloy de la Iglesia. En San Sebasti¨¢n, bajo los auspicios de la Filmoteca Vasca, el fot¨®grafo Pedro Usabiaga ha comisariado una magna exposici¨®n fotogr¨¢fica de Eloy y sus pel¨ªculas ¨COscuro objeto de deseo-, y ahora, la Academia de Cine quiere celebrar el 40 aniversario de El diputado con una proyecci¨®n extraordinaria, quiz¨¢s para paliar en parte el esc¨¢ndalo que suscit¨® su estreno, especialmente entre los camaradas del Partido comunista, al que Eloy pertenec¨ªa, y tambi¨¦n en buena parte de la entonces cr¨ªtica joven. Porque sus pel¨ªculas no eran neutras sino que incid¨ªan en temas candentes -¨Cla represi¨®n policial, el auge de la droga, la delincuencia juvenil, y especialmente la homosexualidad por cuya normalizaci¨®n social batall¨® tanto en su cine como fuera de ¨¦l¡--, fechando cada pel¨ªcula en el momento en que la rodaba, con lo que su filmograf¨ªa acaba componiendo una suerte de historia de la Transici¨®n.
Es de celebrar que la Academia se interese por la obra de este cineasta singular al que, por otra parte, ninguna televisi¨®n p¨²blica o privada y ni siquiera productoras ni plataformas ha prestado la atenci¨®n que merece. Al menos es lo que se deduce del pertinaz rechazo del proyecto de un documental que presentamos con el aval del montador Jos¨¦ Salcedo, admirador de Eloy de la Iglesia a quien quiso rendir homenaje, pero su fallecimiento hace ahora un a?o dej¨® desgraciadamente en puro sue?o.
No es mala idea haber elegido El diputado como pel¨ªcula representativa del cine del autor, que signific¨® una denuncia osada en 1978 (un diputado socialista homosexual enamorado de un jovenzuelo es acosado por un grupo de extrema derecha creando un ambiente de irrespirable violencia) y que hoy es solo recuerdo de una etapa insufrible que esperemos no vuelva jam¨¢s, como preve¨ªa con optimismo el cine de Eloy de la Iglesia.
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