Gritos de socorro para salvar el futuro
Todos los discursos de los premiados coincidieron en apelar a los j¨®venes para salvar los muebles del porvenir
El tiempo que vivimos resulta tan pre?ado de nubarrones que la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias estuvo plagada de gritos de socorro para salvar el futuro. La incertidumbre y el desasosiego en boca (y como prevenci¨®n) de gente tan sabia asusta. Y el cielo gris que nublaba Oviedo ayer result¨® coherente con la inquietud que los discursos desped¨ªan. Ol¨ªa a cierta intuici¨®n de apocalipsis.
Fue as¨ª en las apelaciones de Sylvia A. Earle (premio de la Concordia) y con algo m¨¢s de esperanza en Alma Guillermoprieto (Comunicaci¨®n y Humanidades). Una lo hizo desde su conocimiento del fondo de los oc¨¦anos y la otra, a¨²n apostada en la trinchera del periodismo. Con la advertencia de los ¡°tiempos oscuros que sufre la democracia¡±, por parte del fil¨®sofo Michael J. Sandel (Ciencias Sociales) y el aviso contra los molinos de viento de la frivolidad y tecnolog¨ªa que esgrimi¨® desde su armadura y lanza quijotesca Martin Scorsese (Artes).
Todos coincidieron en apelar a los j¨®venes para salvar los muebles del porvenir. La mexicana Alma Guillermoprieto dio las gracias por 40 a?os de periodismo. Nunca fue un oficio c¨®modo y ha visto caer a algunos de sus m¨¢s queridos amigos y compatriotas, como fue el caso de Javier Valdez, asesinado el a?o pasado en M¨¦xico. Pero no baja los brazos y persiste: ¡°Donde matan a uno, a la larga, suelen salir dos¡±.
As¨ª que su oficio es tanto o m¨¢s cuesti¨®n de testadurez que de destreza. Por eso ha renunciado a dejar de convencer a los j¨®venes de que no se metan en l¨ªos o se decidan a llevar una vida m¨¢s tranquila: ¡°Si antes intentaba disuadirlos, hoy, sin embargo, les digo, h¨¢ganle, denle nom¨¢s¡¡±. Y los motivos que lanz¨® fueron un sentido canto al oficio m¨¢s bello del mundo, como lo calificaba Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez: ¡°Porque contamos la historia del mundo, porque dejamos constancia de lo que otros quieren tapar, porque somos el ant¨ªdoto de las redes sociales con su inmediatez y su potenciaci¨®n de la rabia. Porque hacemos falta¡±.
Quiz¨¢s para que luego no nos pidan cuenta, como destac¨® la estadounidense Sylvia A. Earle, a quien apodan, la dama de los oc¨¦anos. Tambi¨¦n su destino est¨¢ ligado a la cabezoner¨ªa: ¡°Cuando era ni?a nadie hab¨ªa subido a la Luna o bajado a las mayores profundidades del mar. Algunos me dijeron que, como mujer, no deber¨ªa aspirar a ser cient¨ªfica o exploradora. Pero hay una diferencia entre deber y poder, as¨ª que me convert¨ª en ambas cosas¡±.
La Tierra en peligro
Con esa fuerza que hoy asombra encerrada en su aparente fragilidad, Earle ha llegado a conclusiones de alarma. ¡°Dentro de 50 a?os, los ni?os de hoy pueden mirar atr¨¢s y preguntarse: ?Por qu¨¦ no hicisteis algo mientras todav¨ªa hab¨ªa tiempo? O por el contrario: Gracias por la sabidur¨ªa de proteger a la Tierra cuando todav¨ªa hab¨ªa una oportunidad de hacerlo¡±. Todo, seg¨²n la investigadora y vigilante de la salud de los mares, ¡°cuando las acciones tomadas en los pr¨®ximos 10 a?os determinan nuestro futuro para los pr¨®ximos diez mil¡±.
Seguramente entonces se sigan viendo las pel¨ªculas de Martin Scorsese. Pero ser¨¢ en una ¨¦poca en que ya le tendr¨¢n catalogado como gran cl¨¢sico, a la altura de los genios que, seg¨²n ¨¦l, le convert¨ªan ayer en alguien humilde y que no se resisti¨® a citar: ¡°Me siento as¨ª por pisar la tierra que nos dio a Cervantes, a Goya, Unamuno, Picasso, Lorca o Luis Bu?uel, uno de los m¨¢s grandes artistas de la historia del cine¡±.
El director tambi¨¦n mir¨® hacia el futuro en su discurso: ¡°Por ahora, a los j¨®venes cineastas, ?qu¨¦ tiempo les toca! ?Cu¨¢ntas oportunidades tienen!¡±. Pero precisamente por eso, qu¨¦ peligro. ¡°Estoy preocupado por el pasado del cine s¨ª, y muy preocupado por su futuro¡±, advirti¨®. ¡°El clima, el ambiente de hoy d¨ªa. Las im¨¢genes inundan nuestra vida. Pero todo se ha convertido en contenido, una palabra que desprecio. Ahora que el cine se est¨¢ devaluando continuamente y al mismo tiempo la tecnolog¨ªa permite que cualquiera pueda hacer una pel¨ªcula. ?Qu¨¦ supone esto para los j¨®venes? ?Qu¨¦ tipo de inspiraci¨®n reciben? ?C¨®mo cambiamos ese clima venenoso que nos rodea por uno en que un artista pueda seguir la luz que lleva dentro, esa chispa, esa alma, su duende?¡±.
La amenaza viene, seg¨²n Scorsese, al confundir prioridades con da?inas alucinaciones, algo que en su d¨ªa nos mostr¨® y nos sigue ense?ando El Quijote: ¡°Se ha dicho que los molinos de viento pueden haber representado la tecnolog¨ªa de su ¨¦poca. As¨ª que para preservar el esp¨ªritu, luch¨® contra esa tecnolog¨ªa. Con esa imagen en mente, una de las grandes y m¨¢s duraderas en la civilizaci¨®n, podemos encontrar la manera de conquistar la nuestra para que los artistas la usen en lugar de lo contrario, es decir, que la tecnolog¨ªa utilice al artista¡±.
El esfuerzo y la determinaci¨®n tambi¨¦n lo representaban ayer sobre el escenario del teatro Campoamor otros premiados: ?Con qu¨¦ si no escal¨® sin ox¨ªgeno los ochomiles que ha conquistado el italiano Reinhold Messner o la pericia que ha mostrado en la autosuperaci¨®n el alpinista polaco Krzystof Wielicki?
O nadie mejor que dar ejemplo de c¨®mo utilizar medios para salvar vidas que los representantes de Amref, curtidos en sanar ?frica de muchas humillaciones, entre ellas la de la mutilaci¨®n genital. Lejos pero cerca, en ese viaje que nos transportaba hacia un difuso futuro quedaban tambi¨¦n de manifiesto los hitos de Svante P??vo (Investigaci¨®n Cient¨ªfica y T¨¦cnica). Sus hallazgos han descifrado las cadenas de ADN que nos han llevado a conocer mejor a los neandertales. Ojal¨¢, en ese negro futuro que todos pintaron ayer, quienes se apliquen en conocer lo que fue nuestro presente gocen de pistas m¨¢s certeras que en los tiempos de las cavernas. De nosotros depende esparcirlas. Por el bien de la especie.
Todos los premiados
Premio de las Artes. El direcotor de cine Martin Scorsese.
Premio de Comunicaci¨®n y Humanidades. La periodista Alma Guillermoprieto.
Premio de Cooperaci¨®n Internacional. A las organizaciones de ayuda sanitaria en ?frica: Amref Health Africa (Global) y Amref Salud ?frica (Espa?a).
Premio de los Deportes. Los alpinistas Reinhold Messner y Krzystof Wielicki.
Premio de las Letras. La escritora Fred Vargas.
Premio de Investigaci¨®n y T¨¦cnica. El bi¨®logo Svante P??bo.
Premio de Ciencias Sociales. El fil¨®sofo Michael J. Sandel.
Premio de la Concordia. La bi¨®loga del mar Sylvia A. Earle.
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