Claire Foy: ¡°No puedes agradar a todo el mundo. Hay tantas maneras de interpretar un papel como actrices¡±
La actriz que encarn¨® a la reina Isabel II en 'The Crown' afronta ahora dar vida a Lisbeth Salander en la nueva entrega de 'Millennium'
Lo primero que llama la atenci¨®n -como en diversas ocasiones han corroborado diversos directores de casting- de Claire Foy (Stockport, 1984) son sus ojos. Porque son grandes, cierto, pero a¨²n m¨¢s son hipn¨®ticos. Lo segundo es que piensa lo que responde: tras o¨ªr las preguntas, reflexiona en silencio y a mitad de una respuesta decide autocorregirse. En tiempos de promociones infernales, que la actriz del momento -gracias a la serie The Crown y a sus estrenos de este a?o como Perturbada, de Steven Soderbergh, First Man (El primer hombre), de Damien Chazelle, y Millennium: lo que no te mata te hace m¨¢s fuerte, de Fede ?lvarez- medite lo que va a decir es una agradable sorpresa.
Y lo que dice tiene enjundia, y bastante humor. Foy recuerda que estudi¨® Interpretaci¨®n y Cine: "Lo segundo lo hice porque no me atrev¨ªa a estudiar solo Interpretaci¨®n [en la Universidad John Moores, en Liverpool]. Sufro ansiedad desde peque?a -hoy ya he aprendido a vivir con ella- y estuve toda la carrera asustada hasta el ¨²ltimo a?o, en que empec¨¦ a actuar... pues porque era el ¨²ltimo a?o. Y descubr¨ª que me gustaba". Por eso, hasta hace poco no era capaz de definirse como actriz. "Cierto, hoy lo hago orgullosa de mi profesi¨®n".
Pregunta. Y viendo sus ¨²ltimos dos a?os de rodajes, ?no se ha planteado aceptar un personaje m¨¢s tranquilo?
Respuesta. S¨ª [r¨ªe]. Aunque en The Crown me pasaba mucho tiempo como reina Isabel II sentada en sof¨¢s con el bolso en el regazo. Ah¨ª que ten¨ªa que transmitir los humores del personaje. Ahora mismo no s¨¦ cu¨¢l ser¨¢ mi siguiente proyecto. De verdad, no tengo ni idea. Pero mis sensaciones son que ser¨¢ algo sin descanso, lleno de alegr¨ªa, antes de volver a la oscuridad.
P. En Perturbada su personaje nac¨ªa del guion y de su composici¨®n. En The Crown, First Man, Una raz¨®n para vivir y este Millennium existen unas referencias previas bien de la vida real bien de la literatura. ?C¨®mo prefiere los personajes?
R. [Piensa] Las dos formas son igual de emocionantes. Con Steven [Soderbergh] todo fue pura invenci¨®n y una locura... porque mi personaje se volv¨ªa loco. En realidad, las dos maneras pueden otorgarte igual libertad si te dejan construir, aunque tengas que acotarte a una realidad o a una novela. Bueno, yo lo que busco es una raz¨®n para hacer cada proyecto, y con eso me guio. No quiero ser otro objeto, sino aportar.
P. ?Es consciente de que se ha convertido en una de las primeras estrellas medi¨¢ticas de las nuevas formas de consumir el audiovisual? No solo por su ¨¦xito en Netflix, sino tambi¨¦n porque Soderbergh rod¨® su pel¨ªcula con un iPhone.
R. Llos nuevos tiempos que nos traen las plataformas de streaming son muy muy interesantes. Por diversas razones: tu trabajo se ve y se confronta en todo el mundo de forma muy r¨¢pida, aumenta la diversidad de los papeles -y me gusta ese detalle- y desde luego porque hay m¨¢s trabajo. Me siento muy agradecida a la nueva televisi¨®n, porque como actriz te permite explorar los personajes mucho m¨¢s lejos que antes, tienes hasta 10 episodios para desarrollarlo. Y lo del iPhone me fascin¨®. Lo mejor es que con Steve aprend¨ª que a¨²n hay muchas cosas que aprender. Que t¨¦cnicamente pueden cambiar las bases de d¨¦cadas anteriores y adentrarse en nuevas maneras. No puedes dar nada por hecho, por sabido. Y eso crea intranquilidad, te quita seguridad, lo que permite construir en el riesgo, jug¨¢rsela. Tienes que ser valiente.
P. Tambi¨¦n hay un cambio radical en c¨®mo te conoce el p¨²blico, de repente una plataforma te convierte en estrella global.
R. No lo s¨¦ [arrastra las s¨ªlabas en ingl¨¦s ganando tiempo para la respuesta]. Amo la c¨¢mara, la c¨¢mara es para m¨ª mi p¨²blico. Y por supuesto deseo que mucha gente vea mis trabajos. Crec¨ª profesionalmente en el teatro, con lo que tienes al espectador en tu cara. Con The Crown, serie a la que nunca podr¨¦ agradecer lo suficiente todo lo que ha hecho por m¨ª, de repente entr¨¦ en los salones de las casas y no solo a una hora de emisi¨®n, sino 24 horas al d¨ªa. Eso es maravilloso, pero perd¨ª algo de anonimato. Hay algo extra?o en que te vean en decenas de pa¨ªses al mismo tiempo. Hace que el mundo parezca m¨¢s peque?o.
P. En sus tres ¨²ltimas pel¨ªculas, sus personajes son mujeres activas, incluso aunque, como en First Man, aparezcan como "la esposa de". Lo que cambia en Lisbeth Salander es que su primer personaje protagonista puro. ?Lo estaba buscando?
R. No, porque tampoco he sentido en los ¨²ltimos tiempos que haya encarnado a una mujer secundaria, si se puede calificar as¨ª. Me encanta actuar y tambi¨¦n disfruto si con mi trabajo puedo apoyar a un compa?ero que est¨¢ construyendo un protagonista. El placer es el mismo. No me gusta plantearme ni los proyectos ni los personajes como si solo girasen alrededor de m¨ª. Claro que Lisbeth est¨¢ en el centro del drama y de la acci¨®n.
P. ?Es divertido o complicado encarnar a Lisbeth? Porque es volc¨¢nica, porque otros personajes pueden nacer desde el coraz¨®n o el cerebro y Salander parece construirse desde las tripas.
R. Cada personaje tiene distintos humores, centros de gravedad, reaccionan de distintas maneras ante las cosas Lisbeth es muy complicada... [cesa de hablar, medita]. Ha dedicado mucho tiempo a reconstruirse, a crearse, a reconducir esa ira y eso me fascina. F¨ªjate de d¨®nde viene, lo poco que le preocupan las cosas que le rodean cuando no sirven a su prop¨®sito. Lisbeth vive en un estado emocional de absoluta soledad, es a la vez inteligent¨ªsima... Para m¨ª fue un honor ser la elegida para recrearla... lo que no es en absoluto divertido, pero s¨ª un cumplido.
P. Usted ya se ha comido -si se me permite la expresi¨®n- el marr¨®n de encarnar a alguien conocid¨ªsimo, la reina Isabel II, y sufrir o ver las comparaciones. Supongo que ahora, en nuevos trabajos comparables [es la tercera int¨¦rprete que encarna a Salander], todo le importar¨¢ menos.
R. [Carcajada] Nunca me preocupa mucho lo que la gente piense de mi trabajo, en t¨¦rminos de comparaci¨®n. El reto en The Crown fue corroborar la confianza que hab¨ªan tenido en m¨ª porque mis trabajos anteriores no hab¨ªan tenido tanto peso. No puedes agradar a todo el mundo. Hay tantas maneras de interpretar un papel como actrices en el mundo. Y entender eso me dio mucha libertad en The Crown. Eso no va a pararme.
P. ?Cu¨¢ntas veces durante la serie, sentada como la reina en sof¨¢s como ha descrito, no pens¨®: "Hija m¨ªa, majestad, haga algo"?
R. Tooooooodo el rato. Me hubiera gustado haberla encarnado en una versi¨®n musical. Que de repente, me levantara y empezara a cantar [tararea en voz muy alta una melod¨ªa]. Lo peor que puedes hacer en esas circunstancias es verte desde fuera y plantearte: "Pero, ?qu¨¦ est¨¢s haciendo? ?Pretendiendo ser la reina de Inglaterra, con su bolso y su peinado? Es una broma, ?no?". De verdad, en esos casos tienes que tener cuidado para no lanzarte al lado c¨®mico del asunto. En fin, me encant¨® encarnarla, amo ese personaje.
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