I?aki Gabilondo: ¡°No podemos dirimir a hostia limpia lo que nos sucede¡±
El periodista repasa en ¡®La vista atr¨¢s¡¯ los ¨²ltimos cuarenta a?os de Espa?a
I?aki Gabilondo podr¨ªa decir en primera persona casi todo lo que dicen otros en La vista atr¨¢s,una serie de tres cap¨ªtulos que se inicia la noche del s¨¢bado 17 de noviembre en el canal #0 de Movistar (22.30).
Gabilondo abre su programa con Ambrosio, veterano bisabuelo que relata, con su nieto y con su hija, penurias tras la Guerra Civil. Hijo de un carnicero de San Sebasti¨¢n, a Gabilondo le toc¨® contar como periodista la Transici¨®n que ahora desemboca en los cuarenta a?os de Constituci¨®n.
Desde el inicio, el programa tiene esa impronta personal: la niebla que parec¨ªa marcar la larga posguerra, el utilitario... Y de pronto aparece, ante el Congreso de los Diputados, el veterano periodista. Como Ambrosio, ¨¦l pod¨ªa haber sido uno de sus propios invitados.
Pregunta. Se le ve muy implicado en la serie.
Respuesta. Porque me reun¨ª con una familia que pod¨ªa ser como la m¨ªa, como la de todos. Y quer¨ªa responderme a esas preguntas: ?nosotros qu¨¦ somos? ?Por qu¨¦ los espa?oles nos creemos los primeros y de pronto nos conformamos con ser los ¨²ltimos? No hay mejor manera de contar la historia que a trav¨¦s de las personas.
P. ?Con qu¨¦ sensaci¨®n se fue de ese di¨¢logo?
R. Me parece una familia muy representativa. Tiene una memoria casi rural, de casas sin cuarto de ba?o, son muy poco le¨ªdos, no fueron apenas al colegio. La siguiente generaci¨®n pega un salto y empieza a avanzar. Y la siguiente avanza hacia la libertad y el progreso. Se parece mucho a mi familia, a un mont¨®n de familias que yo conozco. Y lo que queda claro durante la conversaci¨®n es que cuando viv¨ªan los padres de Ambrosio aqu¨ª hab¨ªa cuarenta problemas, mientras que ahora tenemos tres, algunos muy fuertes, como el del porvenir de los chicos j¨®venes. Para contar qu¨¦ ha pasado pude ir a ver a soci¨®logos, pero he preferido hablar con la gente.
P. Habla de los suyos, pues.
R. Pero no es ni mi autobiograf¨ªa ni la de Ambrosio. Muchas familias podr¨ªan estar contando algo parecido; por eso me sent¨ª tan cerca, tan c¨¢lido. Se parece a lo que pas¨® con tantos emigrantes que con gran esfuerzo sacaron adelante a otra generaci¨®n que ha pillado un paso educativo en el siguiente rango y va a la universidad laboral... El viaje de este pa¨ªs tiene mucho m¨¦rito.
P. En el siguiente cap¨ªtulo re¨²ne a comer a otros protagonistas de estos 40 a?os...
R. S¨ª, est¨¢n Jos¨¦ Sacrist¨¢n, Ferran Adri¨¢, Perico Delgado, Carmen Machi, Ainhoa Arteta... Algunos ten¨ªan diecisiete a?os cuando se pone en marcha la Constituci¨®n y otros, como Sacrist¨¢n, que era adulto. Ah¨ª aparece ¨¦l en el principio de Asignatura pendiente haciendo un mon¨®logo en el que incita, al principio de la pel¨ªcula, a que cada uno cumpla los sue?os negados por el franquismo... En el tercer cap¨ªtulo abordamos los retos que nos quedan. Ah¨ª est¨¢ el problema territorial, por el que pasamos de lado. Donde profundizamos es en la educaci¨®n y en el paro juvenil. Nada va a ser como fue.
P. En el primer cap¨ªtulo hay un remanso, cuando los historiadores (Juan Pablo Fusi, Carmen Iglesias) le dicen que la Constituci¨®n es lo mejor que ha pasado en la historia contempor¨¢nea de Espa?a...
R. Lo que dicen, tambi¨¦n, es que tenemos que hablar m¨¢s entre nosotros. Todos los temas que nos preocupan los estamos dirimiendo ahora a hostia limpia en el escenario de la pol¨ªtica y a lo mejor lo que debi¨¦ramos hacer es tomar nota y escuchar a profesionales que te pueden dar una objetiva informaci¨®n para no tener que resolver a palos nuestros problemas. Los historiadores te ayudan a tratar de hacer justicia sobre lo que nos pasa. Si escuch¨¢ramos no se hubiera producido este desprecio, que amaina, sobre lo que fue la Transici¨®n.
P. El ministro Marlaska le cuenta a usted un episodio clave en la historia de nuestras libertades: cuando le tuvo que decir a su madre que era homosexual y se casaba...
R. Los acontecimientos hist¨®ricos son hechos que afectan a la vida; las libertades alcanzadas en 1976 nos afectaron a todos, nos obligaron a afrontar nuevos retos. Marlaska cuenta hasta el ¨²ltimo instante la reacci¨®n de su madre. Su sonrisa final, que a ¨¦l lo alivia de la tensi¨®n que produjo esa noticia tan personal. La historia nos desaf¨ªa. Nos sigue desafiando, uno por uno. A todos nosotros.
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