Bartolom¨¦ Esteban Murillo, m¨¢s all¨¢ de sus Inmaculadas
El Museo de Bellas Artes de Sevilla renueva la percepci¨®n del pintor a trav¨¦s de una antol¨®gica con 55 obras, una veintena de las cuales se muestra por primera vez en Espa?a
A estas alturas del a?o, cuando est¨¢ a punto de terminar la celebraci¨®n del 400 aniversario del nacimiento de Bartolom¨¦ Esteban Murillo, al p¨²blico a¨²n le aguardan sorpresas. Y la mayor de ellas se halla en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, la ciudad en la que naci¨® y trabaj¨® el que ya en 1724 Antonio Palomino, autor de su biograf¨ªa, llamaba "el pintor de Sevilla por antonomasia". En este espacio monumental, en la que fuera la iglesia del antiguo convento de la Merced de Sevilla, puede descubrirse a otro Murillo, un pintor moderno, innovador en el uso de la luz, arriesgado en las composiciones, comprometido con la sociedad de su tiempo y alejado de las interpretaciones beat¨ªficas y edulcoradas que propag¨® el nacionalcatolicismo. As¨ª lo presenta Murillo. IV centenario, la antol¨®gica que se inaugura este jueves, con 55 obras del pintor sevillano, de las cuales 20 no se hab¨ªan visto antes en Espa?a.
Todo un despliegue realizado gracias a una veintena de prestadores internacionales ¡ªentre los que se encuentran el Louvre (Par¨ªs), la National Gallery de Londres, el Metropolitan de Nueva York o la Galleria Corsini de Roma¡ª y cinco nacionales ¡ªcomo el Prado y varias colecciones particulares¡ª que permite recorrer la producci¨®n de Bartolom¨¦ Esteban Murillo (Sevilla, 1617-1682) a trav¨¦s de obras desconocidas en Espa?a, muchas de las cuales salieron del pa¨ªs a finales del siglo XVII y comienzos del XVIII adquiridas por comerciantes extranjeros o por casas reales europeas. "Son pinturas devocionales muy ¨ªntimas y de g¨¦nero en las que retrata a ni?os y personajes populares que entonces eran m¨¢s valoradas en Europa y que salieron muy pronto de Espa?a, por eso son menos conocidas", apunta Ignacio Cano, quien ha comisariado la exposici¨®n junto a Valme Mu?oz, directora del Bellas de Artes de Sevilla.
La rapi?a del mariscal Soult en la Guerra de la Independencia, que en 1810 se llev¨® unas 180 obras de la ciudad, entre ellos m¨¢s de 15 murillos, fue producto precisamente de esa alta valoraci¨®n que se ten¨ªa del barroco sevillano en Europa. Tanta que Carlos III public¨® una orden en 1779 prohibiendo la salida de obras de arte: "Ha llegado a noticia del Rey Nuestro Se?or que algunos extranjeros compran en Sevilla todas las pinturas que pueden adquirir de Bartolom¨¦ Murillo, y de otros c¨¦lebres pintores, para extraerlas fuera del reyno", recoge Ignacio Cano en un texto que acompa?a al cat¨¢logo.
Las novedades del siglo XVII
La Virgen con el Ni?o. Galleria Corsini (Roma)
La Virgen con el Ni?o. Gem?ldegalerie alter Meister (Dresde)
San Juan Bautista Ni?o. National Gallery (Dubl¨ªn)
La sagrada familia (Las dos Trinidades). National Gallery (Londres)
La Virgen del Rosario. Dulwich Gallery (Londres)
Inmaculada Concepci¨®n. Colecci¨®n P¨¦rez Sim¨®n (M¨¦xico)
La Virgen con el Ni?o y boceto al ¨®leo de La Virgen con el Ni?o. Walker Art Gallery (Liverpool)
Cristo con la cruz a cuestas. Mus¨¦e Thomas Henry (Cherburgo)
Ecce homo. Colecci¨®n Colomer (Madrid)
Dolorosa y Ecce homo. Colecci¨®n particular
Cristo en la cruz con la Virgen, Mar¨ªa Magdalena y san Juan. Meadows Museum (Dallas)
Cristo recogiendo sus vestiduras. Krannert Art Museum (Illinois)
San Pedro y San Felipe. Galleria Nazionale (Parma)
La adoraci¨®n de los Reyes Magos. Toledo Museum of Art (Toledo, Ohio)
La vieja y el ni?o. National Trust Collections (Gloucestershire)
Retrato de Juan Saavedra. Colecci¨®n duquesa de Cardona
Retrato de ??igo Melchor Fern¨¢ndez de Velasco. Museo del Louvre.
Retrato de don Andr¨¦s de Andrade y la Cal. Metropolitan Museum (Nueva York)
"Nuestro objetivo ha sido ilustrar toda la tem¨¢tica de Murillo, pero no todo Murillo", precisa Cano, conservador y jefe del departamento de Difusi¨®n del museo. La exposici¨®n, que podr¨¢ verse hasta el 17 de marzo de 2019, es la m¨¢s ambiciosa de cuantas se han realizado en la pinacoteca sevillana y una de las m¨¢s completas sobre Murillo, un artista muy valorado hasta principios del XX; pero que en el siglo pasado cay¨® en el olvido. Unos 40 a?os despu¨¦s de su muerte, Palomino escribi¨®: "Fuera de Espa?a se estima un cuadro de Murillo m¨¢s que uno de Tiziano o Van Dyck". Esta antol¨®gica complementa la organizada por el Museo del Prado y la Royal Academy de Londres en 1982 y 1983, que reuni¨® 77 obras del artista.
El recorrido de la exposici¨®n se inicia en la sala de la iglesia con las obras dentro de una estructura que las a¨ªsla de los grandes lienzos de otros artistas del barroco y contin¨²a en la sala de exposiciones temporales; aunque en la iglesia se suman a la antol¨®gica las 17 obras de la serie del convento de los Capuchinos de Sevilla ¡ªotra de las exposiciones del a?o Murillo, que se celebra en 2018 porque el artista fue bautizado el 1 de enero de 1618 pero se desconoce qu¨¦ d¨ªa naci¨®¡ª; por lo que el Bellas Artes re¨²ne 72 obras del pintor que fij¨® en el imaginario colectivo la imagen de la Inmaculada. Seg¨²n los ¨²ltimos estudios, especialmente el Cat¨¢logo razonado, publicado en 2010 por Enrique Valdivieso, han llegado hasta nosotros 425 obras de Murillo. Y aunque el pintor solo sali¨® de la ciudad dos veces en su vida, para acudir a Madrid, en Sevilla solo se conserva un 10% de su producci¨®n.
La antol¨®gica se divide en nueve ¨¢reas tem¨¢ticas, desde la Santa infancia hasta El retrato; esta ¨²ltima junto a los espacios titulados Narrador de historias y Pintura de g¨¦nero son, en opini¨®n de los comisarios, los m¨¢s novedosos. Para Valme Mu?oz, Las bodas de Can¨¢ (1669-1673), un lienzo prestado por el Barber Institute de la Universidad de Birmingham, est¨¢ entre las mejores obras del artista. "Es una composici¨®n muy compleja, con un juego de miradas entre los personajes que invitan al espectador a entrar en el cuadro, en el que la luz penetra por varios puntos creando una atm¨®sfera especial", explica la directora del museo; quien tambi¨¦n destaca La Natividad, un ¨®leo sobre obsidiana del Museo de Bellas Artes de Houston, y el lienzo Cuatro figuras en un escal¨®n, del Kimbell Art Museum (Texas).
'Liber veritatis'
Valme Mu?oz, directora del Museo de Bellas Artes de Sevilla, y comisaria de la muestra junto a Ignacio Cano, se ha centrado en esta nueva revisi¨®n de Murillo en los soportes que utiliz¨® para su pintura y en sus m¨¦todos de trabajo. "Afortunadamente, porque no resulta f¨¢cil, en esta antol¨®gica podemos ver cinco bocetos junto a los ¨®leos definitivos, algo importante para entender el m¨¦todo de trabajo del artista", explica Mu?oz. Adem¨¢s de los bocetos, que los artistas guardaban a modo de cat¨¢logo de presentaci¨®n para futuros encargos, se conoce que Murillo ten¨ªa un liber veritatis, una especie de cuaderno de dibujo, del que puede haber salido la sanguina que forma parte de la muestra.
"Es posible que Murillo dibujara con clariones [una especie de tiza que despu¨¦s se borraba] para encajar las figuras en el lienzo, pero esos trazos desaparec¨ªan bajo sus pinceladas y daba la sensaci¨®n de que no exist¨ªa un dibujo previo", aclara. Para Mu?oz, Murillo estaba a la altura de los mejores pintores europeos, como prueba que pintara La Natividad sobre obsidiana, "una piedra muy oscura sobre las que las figuras parecen emerger". Soporte sobre el que solo se conservan otras dos obras del artista, que est¨¢n en el Louvre.
El cobre, sobre el que pint¨® una Inmaculada Concepci¨®n, y dos grandes tablas recientemente restauradas, "que pint¨® casi a finales del XVII cuando ya todos los artistas se hab¨ªan pasado al lienzo", ilustran la versatilidad de Murillo.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
