¡°La mayor¨ªa de las pel¨ªculas que m¨¢s amo no las he visto en la gran pantalla¡±
El mexicano Alfonso Cuar¨®n presenta 'Roma', su filme m¨¢s dif¨ªcil y personal, y comenta su fugaz paso por las salas antes de debutar en Netflix
Resulta que el cine tambi¨¦n es como una caja. No lo dice la madre de Forrest Gump, y los bombones nada tienen que ver. Lo afirma el director Alfonso Cuar¨®n, robando el s¨ªmil de un amigo y compa?ero de profesi¨®n: ¡°Guillermo del Toro sostiene que hay pel¨ªculas que corresponden a un envoltorio lleno de cereales; te los comes todos por la promesa del regalito que vas a encontrarte¡±. En su caso, se puso las botas en 2013 con Gravity: Hollywood, el espacio profundo, el 3D, millones de presupuesto y de recaudaci¨®n, Sandra Bullock, George Clooney, siete Oscar. ¡°Despu¨¦s, me ofrecieron grandes filmes, con estrellas, m¨¢s dinero, y otros proyectos m¨¢s personales, pero siempre en un cierto contexto. Entend¨ª que no ten¨ªa que hacer eso, sino volver a M¨¦xico para rodar la obra que deber¨ªa haber realizado desde hac¨ªa d¨¦cadas¡±, relata. Tras el atrac¨®n, llegaba la hora de recoger el premio. Al fondo de la caja vac¨ªa, le esperaba Roma.
¡°El Oscar [¨¦l gan¨® los de mejor direcci¨®n y montaje, junto con Mark Sanger] es fant¨¢stico, pero a¨²n m¨¢s sus efectos secundarios. Me permiti¨® lograr tanto la seguridad como los recursos para rodar un filme en blanco y negro, en espa?ol y mixteco, en mi pa¨ªs¡±, describ¨ªa el cineasta (Ciudad de M¨¦xico, 1961) a un grupo de periodistas en septiembre en el festival de Venecia, donde Roma se llev¨® el Le¨®n de Oro. Y empez¨® un recorrido de aplausos por medio mundo, tanto que ya se le considera como la favorita para las estatuillas de 2019. La pel¨ªcula m¨¢s personal y dif¨ªcil del director de Hijos de los hombres o Y tu mam¨¢ tambi¨¦n va camino de convertirse en la m¨¢s exitosa. Falta, sin embargo, el veredicto del p¨²blico: Roma se estrena tan solo en un pu?ado de cines ¡ªen los Verdi, en Madrid y Barcelona, desde el mi¨¦rcoles 5¡ª y a partir del viernes 14, debuta online: la esperan los 125 millones de usuarios de Netflix.
En las grandes y peque?as pantallas, no desfilar¨¢ solo el talento del mexicano. Ha escrito, dirigido y montado la pel¨ªcula, pero su huella es mucho m¨¢s profunda: Roma es su vida, tan real como los muebles procedentes de su hogar que conforman el decorado. Hace 10 a?os que Cuar¨®n so?aba con filmar la historia de su infancia. Y, sobre todo, la de Liboria Rodr¨ªguez, Libo, la nana mixteca que habita en su casa y su alma desde que ¨¦l ten¨ªa nueve meses. ¡°El ADN de la pel¨ªcula siempre tuvo tres pilares indiscutibles: se centrar¨ªa en Cleo [el ¨¢lter-ego de Libo], uno de los seres humanos que m¨¢s amo; hablar¨ªa de mi memoria, de forma literal; y ser¨ªa en blanco y negro¡±, aclara Cuar¨®n. Finalmente, a?adi¨® el secretismo: filmaba en orden cronol¨®gico y desvelaba el guion a los int¨¦rpretes poco a poco, y solo a grandes rasgos. A veces incluso las enga?aba adrede para lograr reacciones m¨¢s aut¨¦nticas, como reconoce Yalitza Aparicio, la debutante que sali¨® de una aldea ind¨ªgena y escal¨® los castings hasta el papel de Cleo.
As¨ª, la c¨¢mara sigue a la nana en su d¨ªa a d¨ªa: cuidar de la casa y los ni?os de una familia burguesa. La limpieza, los deberes, la paciencia y la sonrisa, del alba al atardecer. La primera en levantarse, la ¨²ltima en irse a la cama. Una m¨¢s de los Cuar¨®n Orozco y, sin embargo, nunca igual que ellos. ¡°Habl¨¦ mucho con Libo. Me obligu¨¦ a observarlo todo desde su prisma, a no verla como un modelo sino a trav¨¦s de la realidad, de su triple presi¨®n de mujer, de clase m¨¢s baja y origen ind¨ªgena que vive en un entorno social y econ¨®mico totalmente distinto¡±, explica el director. En torno a Cleo, adem¨¢s, Cuar¨®n muestra una familia y un pa¨ªs entero. C¨®mo se mueven. Y c¨®mo se derrumban.
Roma habla del M¨¦xico de 1970, de lo que ya no est¨¢ pero tambi¨¦n de lo que nunca se fue. El cine Las Am¨¦ricas, que hechizaba al peque?o Cuar¨®n, hoy en d¨ªa es un centro comercial. El machismo, la desigualdad y la hipocres¨ªa social, sin embargo, han echado ra¨ªces, junto con la violencia. El propio equipo de grabaci¨®n sufri¨® la agresi¨®n de autoridades municipales durante el rodaje. Y el recuerdo de los paramilitares y la masacre del jueves de Corpus en 1971 tambi¨¦n se mantiene vivo en cada mexicano.
A todo ello, Roma suma otro debate, que de su tierra natal viaja hasta el resto del mundo. Porque su distribuidora es el principal coloso audiovisual de Internet. Y Netflix ofrece a los creadores millones y libertad, pero exige respetar su f¨®rmula ¨¢urea: la prioridad es el estreno online, al que a veces se suma un pu?ado de salas. Cuar¨®n s¨ª ha logrado que Roma pase (fugazmente) por los cines, y considera que esa es la manera ¡°¨®ptima¡± de disfrutarla. Sin embargo, agrega: ¡°Hay gente que ya no va al cine y quiero que tambi¨¦n la vea. El recorrido de un filme, en todo caso, acaba siendo en buena parte despu¨¦s y lejos de las salas. La mayor¨ªa de las obras maestras que m¨¢s amo no la he visto en la gran pantalla¡±. A Roma parece esperarle el mismo destino.
M¨¢s cines en Polonia que en M¨¦xico y Espa?a juntos
Cuar¨®n fi¨® a Twitter, el pasado 20 de noviembre, una mezcla de rabia y decepci¨®n: "Quiero muchas m¨¢s funciones en Mexico, tenemos todas las salas que hemos podido conseguir que, tristemente, son 40. Para poner las cosas en perspectiva, en Polonia se exhibir¨¢ en 57 salas y en Corea del Sur en 50. Roma est¨¢ disponible a todas las salas que la quieran exhibir". El director se ha volcado personalmente en informar sobre el recorrido del filme en su pa¨ªs, anunci¨® una proyecci¨®n gratuita y hasta public¨® un mail para que le escribiera cualquier cine interesado.
Respondieron sobre todo salas peque?as e independientes. Pero las dos principales cadenas del pa¨ªs, Cin¨¦polis y Cinemex, due?as del 90% de los cines, han dado la espalda a Roma. O, m¨¢s bien, a Netflix. Algo parecido ocurre con los dos colosos de la exhibici¨®n espa?ola (Yelmo, propiedad de Cin¨¦polis, y Cinesa), que tampoco la estrenar¨¢n. En Espa?a se estranar¨¢ solo en cinco salas: dos de Madrid, otras tanta de Barcelona y una m¨¢s en M¨¢laga.?
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