¡®Black Monday¡¯: Hombreras, coca¨ªna y desplomes en Bolsa
La nueva serie de Showtime vuelve a los ochenta para parodiar los d¨ªas previos al 'lunes negro' de 1987
En el rodaje de Black Monday, la nueva serie que Showtime ha estrenado esta semana (en Espa?a en Movistar +), los pobres actores tuvieron que esnifar tanta leche en polvo para tantas escenas en las que sus personajes, agentes burs¨¢tiles de los a?os ochenta, consum¨ªan coca¨ªna que los productores llegaron a preguntarles si ten¨ªan alg¨²n tipo de alergia a la lactosa. En las peque?as dosis habituales del cine no habr¨ªa problemas, pero en estas cantidades les podr¨ªa resultar nociva. Lo cual dice bastante del tono, excesivo y tragic¨®mico, con el que los productores Seth Rogen y Evan Goldberg (La fiesta de las salchichas) dan a esta serie sobre la crisis financiera de 1987 ¨Cla peor que hab¨ªa sufrido el mercado burs¨¢til hasta la ¨¦poca¨C, y los tres patanes imaginarios que la provocaron.
A uno de ellos, Maurice Mo Monroe, le da vida Don Cheadle, un actor ya acostumbrado a los grandes proyectos de cine y a aparecer en las car¨ªsimas pel¨ªculas de Marvel; de hecho, no pensaba volver a televisi¨®n. Ven¨ªa de hacer cinco temporadas de House of lies y ganado un Globo de Oro por ellas. ¡°Pero los ochenta fue una ¨¦poca de tales excesos, una era tan pol¨ªticamente incorrecta, desde la que pod¨ªamos tocar tanta fibra sensible; me ofrecieron un mundo tan divertido y tan abierto al juego que no pude m¨¢s que decir, ¡®Vale, aqu¨ª estoy. He vuelto¡±, admite el actor para EL PA?S.
Tiene a su lado a los otros protagonistas, Andrew Rannells (Girls) y Regina Hall (Ally McBeal). Juntos, forman un tr¨ªo de agentes ineptos y peque?os, de los que encontrar¨¢n hueco en los libros de historia, ni en los especializados en econom¨ªa. Y seguramente tampoco en las muchas pel¨ªculas sobre la desmesurada avaricia de Wall Street. ¡°Yo te dir¨ªa que son unos perdedores. Su compa?¨ªa no figura entre las diez primeras del mercado. Pero eso les hace m¨¢s peligrosos. Son menos ortodoxos, m¨¢s creativos¡±, describe Rannells. ¡°Nadie espera nada de ellos, lo que alimenta su irracionalidad¡±, a?ade Cheadle.
Que sean personajes de ficci¨®n no quita veracidad a su entorno. Todo est¨¢ estudiado (y exagerado), desde la coca¨ªna a las hombreras. ¡°Yo aprend¨ª que no tienes por qu¨¦ esnifar coca¨ªna por las dos fosas nasales¡±, alerta Hall no sin una carcajada antes. Otro desaf¨ªo: negociar los complicados dise?os de los a?os ochenta. ¡°Menos las medias que se llevaban, perfectas para disimular la celulitis¡±, admite la actriz. Cheadle justifica el look en ch¨¢ndal y zapatillas de deportes como una se?a de identidad de su personaje, ¡°listo para tirar una puerta abajo o echarse a correr perseguido por alguien con traje¡±.
Les dirigen dos de los nombres m¨¢s inquietos de Hollywood. Seth Rogen y Evan Goldberg son viejos conocidos de las pel¨ªculas de Judd Appatow, como Juerga hasta el fin, Virgen a los 40, Supersalidos o Supersalidos: Rogen delante de las c¨¢maras y Goldberg como productor. Ahora se centran los dos en mover (mucho) la c¨¢mara. ¡°Tienen estilos muy diferentes¡±, puntualiza Cheadle. ¡°Seth es incre¨ªble con la c¨¢mara. Y Evan es m¨¢s acertado con las notas de interpretaci¨®n¡±, detalla Rannells. ¡°Lo que contamos es bastante cierto. Absurdo pero cierto. Y de alguna forma lo podemos seguir viendo. La volatilidad de los mercados. Las escasas razones para tomar decisiones. Cierto que la sociedad ha evolucionado. Pero tambi¨¦n ha echado marcha atr¨¢s. Es la sociedad de hoy vista con el prisma de los ochenta. Una serie que intenta ser divertida aunque trate de un tema de lo m¨¢s serio¡±, concluye el int¨¦rprete.
El infierno musical de quien odie los ochenta
Junto con la coca¨ªna y las hombreras, la otra gran marca de los ochenta es la m¨²sica, y la serie la usa alegremente para su retrato a brocha gorda. ¡°Madonna es la que m¨¢s sobresale¡±, anuncia Cheadle. Hall se suma a la respuesta recitando de una tacada: ¡°Pero est¨¢n Spandau Ballet, WHAM con George Michael, Loose Ends, Duran Duran, Simple Minds, The Bangles¡±. Para poner orden en esta riada musical Cheadle cont¨® con el asesoramiento de Chuck D, rapero y productor, quien le prepar¨® una lista de cortes musicales que alimentaron el rodaje, los personajes y hasta los guiones. ¡°Se lo di tambi¨¦n a los guionistas para que lo escucharan mientras escrib¨ªan¡±, explica.
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