El Chapo real y El Chapo de ficci¨®n, en la misma sala

Alejandro Edda no pudo contener la curiosidad de ver a Joaqu¨ªn Guzm¨¢n Loera en vivo. ¡°No llevo puesto ni el cintur¨®n¡±, coment¨® antes de pasar por el detector de metales que hay a la puerta de la sala que preside el juez Brian Cogan. Es la primera vez que el actor mexicano va a visitar a El Chapo, el personaje que interpreta en la serie Narcos de Netflix. ¡°Vengo a empaparme¡±, se?ala, ¡°a aprender¡±. El acusado a?adi¨® que "esperaba que fuera m¨¢s alto".

El Chapo mir¨® al actor, le salud¨® sonriendo y el de Puebla tembl¨®. "Era surreal", coment¨®, "el coraz¨®n empez¨® a latirme y las manos me sudaban". Todo lo que sab¨ªa hasta ahora del narcotraficante es por las cosas que ley¨®, lo que le contaron los amigos que tiene en Sinaloa, la gente del lugar y los guardias de seguridad de la producci¨®n, ¡°muchos son antiguos militares que participaron en los operativos contra el cartel¡±. Detall¨® que la ¨²nica referencia que tuvo para modelar su voz era un v¨ªdeo que data de cuando se fug¨® a Guatemala.

Edda, de 34 a?os de edad, ten¨ªa el n¨²mero 18 para entrar. En la audiencia de este lunes pudo escuchar la voz del capo de la droga unos segundos dirigi¨¦ndose al juez sobre el futuro de su causa, aunque se quedar¨¢ varios d¨ªas en Nueva York para escuchar los agumentos finales de la acusaci¨®n defensa. Mientras espera para entrar, Edda explic¨® que la serie se est¨¢ concentrando en los eventos m¨¢s fuertes del cartel de la droga, para as¨ª tener m¨¢s impacto. Tambi¨¦n cree que estas producciones ayudan a crear un debate.?

En la pausa del almuerzo, con ya varias horas habiendo visto a Guzm¨¢n en persona y de estudiarlo en la intensidad en la sala, se?al¨® que le llam¨® la atenci¨®n que estuviera tan atento durante la vista y enfocado en el interrogatorio. ¡°Siento que est¨¢ muy concentrado en todo lo que est¨¢ sucediendo¡±, valor¨®, ¡°est¨¢ muy presente y se le ve bien de salud, tiene buen semblante y se le nota sano¡±. Y dice que le intimid¨® porque le provoc¨® sentimientos enfrentados.

El actor mexicano, que vive en la costa de Jalisco, viaj¨® expresamente desde M¨¦xico para el juicio. El Chapo real, asegur¨®, ¡°es como una espada de dos filos¡±. ¡°La necesidad al principio de su vida le llev¨® a ser qui¨¦n es¡±, afirm¨®, recordando el pasado pobre del narcotraficante, ¡°el problema es que hizo cosas muy malas al final. Por eso se le juzga¡±. Pero al mismo tiempo ha lamentado que haya otros criminales m¨¢s grandes en libertas y que el negocio de la droga siga ¡°manchando a mi pa¨ªs [M¨¦xico]¡±.

Fuera de la sala salud¨® a Emma Coronel, la mujer de El Chapo. Como actor, dice, se limita a hacer su trabajo. Pero al mismo tiempo le da coraje que Guzm¨¢n sea ¡°la cara de esta lacra¡±. ¡°Es muy triste¡±, concluye, ¡°me pongo en el lugar de la gente que sufre las consecuencias del narcotr¨¢fico y es terrible¡±. Su hijo, dice, le pregunta si El Chapo es bueno o malo. ¡°El otro d¨ªa me dec¨ªa que dio agua a los pobres¡±, se?ala, ¡°a qui¨¦n va a creer m¨¢s la gente cuando no tienen luz en sus casas¡±.

El Chapo, como reitera el actor, es un ¡°ser humano que existe¡±. ¡°Me fijo en sus maneras, en su mirada, en como se toca la cara, sus facciones¡±, describe, al tiempo que se?ala que es la primera vez que estuvo en un juicio en su vida. Le llam¨® la atenci¨®n que la actitud ¡°amigable¡± de los abogados del acusado y el ambiente en la sala, ¡°cero hostil¡±. ¡°Me ha aportado mucho la experiencia¡±, admiti¨®, "nunac le hab¨ªa visto en traje de chaqueta y corbata".