Ni del Victimato ni del Santo Reproche
¡®En silla de pista¡¯ es lo m¨¢s parecido a unas memorias propiamente dichas que Miguel ?ngel Aguilar va a escribir nunca
La maniobra escurridiza, la an¨¦cdota cr¨ªptica, la frase suspendida en el aire y la cabriola pr¨®xima al absurdo son instrumentos que a menudo usa Miguel ?ngel Aguilar para intrigar al oyente radiof¨®nico y despertar la sospecha, el recelo o la pura imaginaci¨®n. Por escrito es otra cosa, m¨¢s socarrona, m¨¢s intencionada, plagada de minas a veces, aunque apenas recurra a la propensi¨®n surrealista y la alusi¨®n castiza o el l¨¦xico taur¨®filo. Lo hace poco en este libro invenciblemente suyo y el m¨¢s abiertamente autobiogr¨¢fico. En silla de pista es lo m¨¢s parecido que el autor va a escribir nunca a unas memorias propiamente dichas, a pesar de que haya dispersado episodios, historias y confidencias en otros t¨ªtulos, algunos remotos, como El v¨¦rtigo de la prensa, y otros de hace solo cuatro a?os, Espa?a contra pron¨®stico. En todos late la lealtad al pasado veraz, y alguna sosegada c¨®lera contra algunos pol¨ªticos y contra algunos medios.
La peripecia de un joven f¨ªsico adicto al periodismo desde los a?os sesenta conduce hasta las emisiones televisivas de Tele?5 en los noventa, s¨²bitamente suspendidas a petici¨®n de un mandam¨¢s del PP, Miguel ?ngel Rodr¨ªguez. Por en medio han pasado dos intensas y breves temporadas en el peri¨®dico Madrid ¡ªhoy es muy activa la Fundaci¨®n Diario Madrid¡ª, y despu¨¦s a la cabeza de Diario 16, de donde es tambi¨¦n lanzado por incordiar y malmeter, o por contar lo que sabe sin miedo a las consecuencias. Se le ocurri¨® llevar a la portada una intentona golpista abortada, un a?o antes del 23-F, y le cost¨® el puesto. Tambi¨¦n la incomodidad en este peri¨®dico le hizo abandonar EL PA?S en 1984, cuando hab¨ªa ingresado apenas cuatro a?os antes. Volver¨ªa en 1994 bajo la direcci¨®n de Jes¨²s Ceberio para escribir columnas durante m¨¢s de 20 a?os, hasta su cese en 2015 y la creaci¨®n inmediata de una nueva aventura, el semanario Ahora, quiz¨¢ rotulado as¨ª en honor de Manuel Chaves Nogales, director de un peri¨®dico con ese nombre en tiempos de la Segunda Rep¨²blica.
Este recorrido es tan externo que no dice nada porque lo que vale es el desmenuzamiento del clima, la relevancia de la an¨¦cdota, la fijaci¨®n de algunos centros de influencia period¨ªstica, como el club Blanco White, o la tertulia de la Taberna del Alabardero, con Luis Carandell y Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, entre otros. Aunque nunca est¨¦ todo puesto en los libros, porque si no los libros se despanzurrar¨ªan ca¨ªdos de las estanter¨ªas, Aguilar ha puesto en este mucho de lo que ha vivido desde la proximidad y la fricci¨®n profesional con el poder. Desde el Adolfo Su¨¢rez al que ni ¨¦l ni nadie crey¨® en sus prop¨®sitos democr¨¢ticos en 1976 hasta el Su¨¢rez ya en plena ¡°traves¨ªa de la ingratitud¡± a mediados de los ochenta, el libro siembra cultura democr¨¢tica para desconfiar de la virginidad de las empresas de medios ¡ªhoy, seg¨²n ¨¦l, ¡°en manos de sus acreedores¡±¡ª y, a la vez, para no renunciar a ellas como el mejor instrumento de perfeccionamiento democr¨¢tico. Su m¨²sica de fondo no es un himno al optimismo, pero nada lo acerca tampoco a la desquiciada neurosis del apocal¨ªptico. Como dice en su mejor modo ir¨®nico, ni se suma al Victimato ni a la Cofrad¨ªa del Santo Reproche.
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Autor: Miguel ?ngel Aguilar.
Editorial:?Planeta (2018).
Formato: tapa blanda y versi¨®n e-book (416 p¨¢ginas).
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