Una revista sobre el Siglo de Oro

Liberar del demonio a los ¡°indios orientales¡±: tal fue la labor emprendida por los mercedarios en el Per¨². Los Reyes Cat¨®licos les encomendaron evangelizar Am¨¦rica (junto a dominicos, franciscanos y agustinos) dada su experiencia dilatada en el trato con infieles: esta orden religiosa se fund¨® para liberar cristianos cautivos de los mahometanos en el norte de ?frica. Tirso de Molina, historiador oficial de la orden, fue profesor de Teolog¨ªa durante tres a?os en la Universidad de Santo Domingo, pero la labor de los mercedarios se hizo notar especialmente en el Per¨², donde fueron testigos de las guerras civiles entre Francisco Pizarro, Diego de Almagro y sus partidarios respectivos. El autor de Don Gil de las calzas verdes glos¨® las figuras de los tres hermanos Pizarro en una trilog¨ªa escrita en Trujillo a instancias de la familia, cuando era ya autor consagrado.

Mestiza, comedia hagiogr¨¢fica de Julieta Soria, pasa revista a la figura de Francisca Pizarro Yupanqui, hija del conquistador y de la princesa inca Quispe Sisa. Mujer que aunaba educaci¨®n y belleza, tras la muerte de su padre fue tra¨ªda a Espa?a, donde hubo de casarse con su t¨ªo Hernando, con quien tuvo cinco hijos. Como Jean-Claude Brisville en La cena y Marco Antonio de la Parra en La secreta obscenidad de cada d¨ªa, Soria especula con un encuentro improbable entre dos personajes hist¨®ricos (Francisca entrada ya en a?os y un jovenc¨ªsimo Tirso de Molina), que le sirve de pretexto para hablar de la figura de Francisco Pizarro, el trato dispensado a los ind¨ªgenas, la condici¨®n femenina en el Siglo de Oro, etc¨¦tera.

Profesora de lengua y literatura, autora de documentadas y ¨¢giles gu¨ªas did¨¢cticas para las compa?¨ªas Nacional de Teatro Cl¨¢sico y Ron Lal¨¢, Soria pinta en su opera prima un fresco plausible de la ¨¦poca, conduce los di¨¢logos con humor e iron¨ªa y escribe letras de canciones de factura popular: parecen de tradici¨®n oral. Su texto, entreverado de citas reconocibles (de Lope, de Alonso de Ercilla¡­ incluso una de Shakespeare), anda pegado en todo momento a hechos documentados y datos fehacientes. Tanto es as¨ª que el perfil de su protagonista se nos queda romo, falto de mordiente dram¨¢tica. Para que un personaje hist¨®rico del cual tenemos conocimiento limitado levantase vuelo esc¨¦nico mayor, mejor ser¨ªa fantasear sobre ¨¦l libremente, cosa esta tan l¨ªcita o m¨¢s que inventar el encuentro entre el joven sacerdote en ciernes y la princesa que sirve de pretexto a la pieza: cuando Tirso escribi¨® La trilog¨ªa de los Pizarros era ya autor maduro y su anfitriona llevaba fallecida un pu?ado de a?os.

Si Francisca nos parece fuerte pero tierna, asertiva sin dejar de ser c¨¢lida, apacible y a la vez incisiva es por la humanidad que le imprime Gloria Mu?oz, su int¨¦rprete, que porta la palabra de la autora con el compromiso, la exactitud y la presteza con la que los mensajeros llevan las noticias en la tragedia griega.

Juli¨¢n Ortega, hijo de la actriz, representa con eficacia el papel del cura literato. Silvina Tabbush, int¨¦rprete de las canciones, tiene una voz grande, vigorosa y acariciadora. En ocasiones, la actriz o el actor doblan su voz con oficio, tal y como Los Gemelos hac¨ªan con la de Mar¨ªa Dolores Pradera.. Manuel Lavandera les acompa?a a la guitarra con un toque fluido y apacible, cual agua del curso bajo del r¨ªo Mara?¨®n. Yayo C¨¢ceres dirige la funci¨®n con alegr¨ªa.

La escenograf¨ªa de Carolina Gonz¨¢lez, una vela tendida de lado a lado, como en los pasos de Lope de Rueda, es equivalente aurisecular del espacio vac¨ªo peterbrookiano. El p¨²blico de fin de semana del Teatro Fern¨¢n G¨®mez, tan bullicioso y presto a divertirse como el habitual del Teatro de La Zarzuela, celebr¨® sin reservas la representaci¨®n: oblig¨® a los artistas a salir a saludar cinco veces. Lo propio hubiera sido redondear la velada con una canci¨®n de propina.

Posdata: Tan largo me lo fi¨¢is parece hoy a todas luces obra de Andr¨¦s de Claramonte, luego el chiste que se hace sobre c¨®mo a Tirso se le ocurri¨® el verso que da t¨ªtulo a esa comedia abunda en confusi¨®n tanto tiempo sostenida.

Mestiza.?Autora: Julieta Soria. Int¨¦rpretes: Gloria Mu?oz, Juli¨¢n Ortega. Cantante: Silvina Tabbush. M¨²sico: Manuel Lavandera. Vestuario: Tatiana de Sarabia. Escenograf¨ªa: Carolina Gonz¨¢lez. Luz: Miguel ?ngel Camacho. Asesor de dramaturgia: ?lvaro Tato. Direcci¨®n: Yayo C¨¢ceres. Madrid. Teatro Fern¨¢n G¨®mez, hasta el 3 de febrero.