El arte de vanguardia contra la verdad mitigada
La Casa Encendida muestra la perplejidad de la sociedad ante el enorme flujo de informaci¨®n y la incertidumbre que crea
Las inquietudes de la sociedad siempre han tenido su reflejo en el arte contempor¨¢neo. Cada generaci¨®n de artistas afronta sus propios miedos, los de su tiempo, y por eso la actual incertidumbre de los humanos ante las amenazas que suponen las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n no pod¨ªa escapar al bistur¨ª del arte. Como reflejo de ese pulso creador, La Casa Encendida inaugura este viernes Ahogarse en un mar de datos, una muestra ambiciosa para luchar contra la verdad mitigada que supone el exceso de informaci¨®n y que incluye adem¨¢s una serie de performances y una publicaci¨®n con textos que analizan desde el escepticismo relativista y la posverdad hasta la farmacopornograf¨ªa.
¡°La narrativa principal de la exposici¨®n habla de una de las caracter¨ªsticas m¨¢s importantes de la contemporaneidad, que es el sentimiento de desorientaci¨®n y ansiedad en la sociedad", explic¨® Jo?o Laia, comisario de la muestra, que podr¨¢ verse hasta el 19 de mayo. ¡°En un cambio cuyos efectos a¨²n no se alcanzan a comprender de fondo¡±, detalla, ¡°la inestabilidad se ha convertido en una caracter¨ªstica distintiva de nuestro tiempo¡±. A veces con consecuencias tr¨¢gicas: la exposici¨®n recibe al espectador con un v¨ªdeo homenaje a Aaron Swartz, activista que afront¨® un proceso judicial por publicar trabajos acad¨¦micos que hab¨ªa hackeado. Se suicid¨® en 2013 con 26 a?os antes de terminar el juicio.
En la muestra, destacan trabajos como los de la alicantina M. Reme Silvestre (1992), que llama la atenci¨®n sobre ¡°la vulnerabilidad del individuo frente a las estrategias que genera la sociedad de la informaci¨®n¡± e ironiza sobre la necesidad de afrontar de forma acelerada la vida entera, tanto el tiempo de trabajo como el de ocio. Por ello, ofrece en la entrada unas bebidas energ¨¦ticas, que ¡°aumentan el ritmo cardiaco y la resistencia muscular¡±, para que el espectador tenga otra experiencia, ¡°otro modo de transitar el espacio expositivo¡±. Y para hablar del ¡°car¨¢cter artificial del culto al cuerpo¡± omnipresente en las redes, expone una camilla de fisioterapeuta plegada bajo la que se ocultan 13 f¨¦rulas de descanso bucal. Dolores de espalda y bruxismo quiz¨¢ son otros s¨ªntomas de los efectos de las nuevas tecnolog¨ªas.
Entre las propuestas seleccionadas, el nigeriano Evan Ifekoya invita a sumergirse en un mar irreal y contemplar su cielo de globos en la instalaci¨®n Ritual (sin) creencia (2018). Y quiz¨¢ los inquietantes v¨ªdeos Nuevas ansiedades (2017) y Bala (2018) de la colombiana Sof¨ªa Reyes son los que mejor remiten a la angustia que provoca el exceso de im¨¢genes en Internet. Por su parte, el d¨²o Girlisonfire investiga sobre la estimulaci¨®n constante y los estados de agotamiento.
Emergentes hoy, creadores en el futuro
Generaci¨®n 2019 ofrece trabajos de ocho artistas seleccionados entre 400 propuestas. Busca, en palabras de Luc¨ªa Casani, directora de La Casa Encendida, "difundir y apoyar el trabajo de artistas j¨®venes emergentes". Quiz¨¢ los grandes creadores del futuro. Como ejemplo, June Crespo (Pamplona, 1982), que figur¨® en Generaci¨®n 2017, afianza su carrera dos a?os m¨¢s tarde y un piso m¨¢s arriba en la exposici¨®n sobre los efectos emocionales de las tecnolog¨ªas en la sociedad. All¨ª, la desconcertante Nao (2018) muestra al individuo asomado en soledad al abismo de su imagen reflejada en el espejo de las redes.
Paralelamente a Ahogarse en un mar de datos, La Casa Encendida tambi¨¦n estrena Generaci¨®n 2019, su apuesta anual (que cumple 19 entregas) por los que ser¨¢n los artistas del futuro. El comisario Ignacio Cabrero explic¨® que esta propuesta no tiene otro hilo conductor que el de la calidad de las obras de los j¨®venes seleccionados, pero muchas de ellas tambi¨¦n ense?an la perplejidad de estos artistas ante los retos del progreso. Quiz¨¢ sirva de nexo de uni¨®n entre las dos muestras la obra de Luc¨ªa P. Moreno (Basilea, 1982), que habla de la presi¨®n ante el mensaje que lanzan continuamente las redes. ¡°T¨² no puedes, t¨² no puedes hacer esto¡±, enfatiza, ¡°Internet te dice que siempre tienes que dar lo mejor de ti mismo, siempre tienes que estar perfecta¡±. Su instalaci¨®n, titulada My Advice to Eva, pretende lanzar un mensaje final de optimismo: ¡°Al final, mientras exista un t¨² y un yo, hay esperanza¡±.
Muy cerca, junto a obras de Saelia Aparicio, Ana Barriga, Mario Espliego, Ignacio Garc¨ªa S¨¢nchez y Susana Anglada, Ana Garc¨ªa-Pineda (Sabadell, 1992) cuestiona un mundo constre?ido entre fronteras artificiales en la instalaci¨®n Se?ores sentados haciendo rayas. Y Raisa Maudit (Las Palmas, 1986) ofrece una instalaci¨®n ¡°para entrar en trance¡± ante la figura de Wolfy, como ella llama a Wolfgang Amadeus Mozart.
Babelia
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