El desconocido era la estrella
Noto la cercan¨ªa de la l¨¢grima ante el discurso de Jes¨²s Vidal, el actor de ¡®Campeones¡¯. Fue m¨¢s que aseada la actuaci¨®n de Andreu Buenafuente y Silvia Abril
La revelaci¨®n m¨¢s gozosa, conmovedora y memorable de esta fiesta de pompa y circunstancias que este a?o les ha quedado tan correcta y previsiblemente empoderada (creo que se dice as¨ª) ha sido el discurso de agradecimiento de un se?or muy bajito, calvo y con terribles problemas de visi¨®n llamado Jes¨²s Vidal. Noto la cercan¨ªa de la l¨¢grima (con causa o sensiblera, me da igual c¨®mo aflore en estos ojos que llevan secos tanto tiempo) ante lo que cuenta y c¨®mo lo expresa al recibir su premio. Ignoro si Jes¨²s Vidal es un actor extraordinario, con capacidad para provocar en los receptores las sensaciones que le d¨¦ la gana, si su discurso estaba preparado o improvisado, pero fue precioso.
Hablo de memoria, aunque no creo que me ofusque. Creo haber escuchado a Jes¨²s Vidal lo siguiente: ¡°Amar la vida con los ojos de la inteligencia y del coraz¨®n¡± y ¡°s¨ª me gustar¨ªa tener un hijo como yo porque tengo unos padres como vosotros¡±. Destila emoci¨®n aut¨¦ntica, cercan¨ªa sentimental, calidez, verdad. Y que le crujan los dientes a los imb¨¦ciles de dise?o que pasan su olvidable existencia despreciando el ¡°buenismo¡±. Y se creer¨¢ genial el moderno que invent¨® ese mareante t¨¦rmino, tan de moda ¨¦l.
Y me alegro de que la raci¨®n m¨¢s deseada del pastel le haya ca¨ªdo a la emotiva, humor¨ªstica, arriesgada pel¨ªcula que firma ese director tan extra?o (en el mejor sentido) y personal llamado Javier Fesser. Su mundo siempre es identificable, tambi¨¦n su sentido del humor, pero si se lo propone te puede helar la sangre como en la terror¨ªfica Camino. Y no tengo nada claro que para ser un buen director de cine haya que ser buena persona. Pero sospecho que en el caso de Fesser el talento y la bondad van unidos. Era bonito verle feliz, haciendo entra?able pi?a con el grupo de discapacitados, cuya existencia no debe de haber sido f¨¢cil, a los que ha dirigido en Campeones.
Rodrigo Sorogoyen no debe de albergar ninguna duda sobre su capacidad para narrar historias con su brillante c¨¢mara. Justificada arrogancia. El reino transmite adrenalina pura, al servicio de una intriga tan s¨®rdida como intolerablemente cotidiana. Me gusta mucho esta cr¨®nica sobre el pringue generalizado de la pol¨ªtica. Y vale, no me importar¨ªa que se rodaran otras pel¨ªculas que avalaran ese oficio como la vocaci¨®n de servicio a los dem¨¢s, pero a condici¨®n de que desplegaran la calidad, el nervio y la verosimilitud que demuestra Sorogoyen en este demoledor relato.
Curiosamente, la ¨²nica secuencia que detesto en El reino (y pareci¨¦ndome discutible el desenlace) ha sido la m¨¢s celebrada y por la que ha recibido un Goya el actor Luis Zahera. Es la interminable conversaci¨®n en un balc¨®n entre el pol¨ªtico y el conseguidor. Por intensa, por cargante, por sobreactuaci¨®n. Y es formidable la interpretaci¨®n de Antonio de la Torre. Me gust¨® menos su castizo discurso de agradecimiento sobre la belleza y la hospitalidad de Andaluc¨ªa. Sonaba a spot publicitario.
Encuentro justo el premio a Susi S¨¢nchez, esa actriz con preciosa voz y entonaci¨®n perfecta, por su trabajo en La enfermedad del domingo, que parad¨®jicamente es una pel¨ªcula que no me gusta. Y bueno..., el resto de estatuillas est¨¢n bien repartidas, poseen sentido.
Fue m¨¢s que aseada, muy graciosa en algunos momentos, la actuaci¨®n de Andreu Buenafuente y de Silvia Abril. ?l me parece un monologuista y entrevistador ejemplar. Le debo un mont¨®n de sonrisas y de risas. Y adem¨¢s, me cae muy bien. No hab¨ªa visto actuar a Silvia Abril. Y ha sido un placer. Funciona la qu¨ªmica entre ellos en el escenario, los gags est¨¢n trabajados, los di¨¢logos tienen gracia. Dicen que la compa?¨ªa y la complicidad ayudan a que aparezca la carcajada. Debo de ser muy raro, ya que observando la ceremonia en soledad me ha surgido la bendita risa en varios momentos. En la aparici¨®n de Berto Romero y de David Broncano colgando de unos cables que amenazan a sus genitales y temiendo que si lanzan el Goya a los premiados les puedan romper la cabeza. Tambi¨¦n me r¨ªo con el forzado y disparatado striptease de Abril y Buenafuente.
Cuentan los entendidos que la cantante Rosal¨ªa es prodigiosa. Y que su personalidad hipnotiza al p¨²blico de cualquier parte. No sigo la m¨²sica actual. Pero cualquier versi¨®n de Me quedo contigo, una de mis canciones favoritas, que no sea interpretada por Los Chunguitos, me parece una profanaci¨®n. Aunque la chica singular est¨¦ arropada por los orfeones m¨¢s distinguidos.
Y fue justo y necesario el homenaje de poderosos directores espa?oles, que han frecuentado el cine fant¨¢stico y de terror, a Chicho Ib¨¢?ez Serrador, el hombre que sab¨ªa demasiado. No he revisado desde su estreno La residencia ni ?Qui¨¦n quiere matar a un ni?o?, pero recuerdo el miedo y la inquietud que me provocaron cuando era joven. Todo en este se?or llevaba el sello de la inteligencia. Y sab¨ªa crear espect¨¢culo.
Babelia
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