El bosque de los fuegos fatuos

La luz de unas linternas rompe la oscuridad del monte rumoroso en las im¨¢genes que abren Trinta lumes, opera prima de Diana Toucedo. Unas voces llaman a una ni?a perdida, en duro pulso con el discurrir de los r¨ªos y la insistencia del viento. Al rato, sobre las im¨¢genes diurnas de un pueblo nevado, una voz evoca un recuerdo que, poco a poco, va suministrado las claves para adentrarse en esta pel¨ªcula fascinante que parece partir de una llamativa paradoja. Como Carla Sim¨®n o Meritxell Colell, Toucedo acerca su mirada a un entorno rural como quien regresa al origen en busca de una esencialidad cinematogr¨¢fica, como si una pureza irrecuperable aguardase a ser redescubierta entre vivencias recuperadas, recuerdos desenterrados y lazos reconstruidos. Su Trenta lumes, sin embargo, tiene poco que ver con esa articulaci¨®n de una mirada inocente que propon¨ªa Estiu 1993 (2017) o con esa liberaci¨®n del cuerpo sobre el contexto de la reconciliaci¨®n familiar que propon¨ªa Con el viento (2018). El juego de Toucedo es visiblemente m¨¢s exc¨¦ntrico.

Montadora de pel¨ªculas como O quinto evanxeo de Gaspar Hauser?(2013) de Alberto Gracia y Pen¨¦lope (2017) de Eva Vila, Toucedo contempla en Trinta lumes los parajes de la sierra del Caurel con la insolencia de quien quiere ¨Cy sabe perfectamente c¨®mo- corregir las palabras de ese Andr¨¦ Bazin que hablaba de la ambig¨¹edad inmanente de lo real como materia primera del cine, porque aqu¨ª esa ambig¨¹edad es, entre otras cosas, lo que vincula lo real y lo irreal, lo visible y lo invisible, los testimonial y lo fantaseado, abriendo inesperadas puertas de comunicaci¨®n y sentido.

Pel¨ªcula de umbrales y rincones donde pervive la huella de una desaparici¨®n o un misterio, Trinta lumes acaba siendo una concisa, po¨¦tica pel¨ªcula de terror ambientada durante los preparativos de la festividad de Todos los Santos, pero no renuncia a ser, a su vez, un documental sobre la numantina resistencia de las vidas en el entorno rural dotado de una verdad que en ning¨²n momento queda comprometida por el fulgor de los fuegos fatuos que punt¨²an los momentos m¨¢s enigm¨¢ticos de este delicado debut.