Jugando bajo licencia
Aqu¨ª no hay tanto unos creadores remezclando postmodernidad para toda la familia, sino una desalentadora mesa de ejecutivos gestionando licencias
![Fotograma de 'La LEGO pel¨ªcula 2', de Mike Mitchell.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VZHUOP4E3KXC5YY3PTVBYZRLY4.jpg?auth=6957da1fa9a9e00a6d970574c6a5b4e728e08b651f9f3bf50aac3c2e70ea7fe0&width=414)
Cerca de su desenlace, La LEGO pel¨ªcula (2013) proporcionaba una revelaci¨®n radical que transformaba el esp¨ªritu del relato: el mundo imaginario, construido con piezas de LEGO, que centraba la trama resultaba ser el campo de batalla de dos personajes de imagen real, un padre obsesionado por el paralizante perfeccionismo del coleccionista y su hijo, movido por su ca¨®tica voluntad de juego. La idea coronaba el discurso de una pel¨ªcula que funcionaba como r¨¦plica de gran estudio de un fen¨®meno popular ¨Clos brickfilms? amateurs- y matizaba la sospecha de encontrarse ante el spot publicitario m¨¢s aparatoso de la historia. La propuesta de Phil Lord y Christopher Miller funcionaba a varios niveles: La LEGO pel¨ªcula pod¨ªa ser apreciada como la festiva amplificaci¨®n de un juego infantil sin reglas ¨Ccasi como la hip¨¦rbole de la secuencia que abr¨ªa Toy Story 3 (2010)-, pero tambi¨¦n admit¨ªa lecturas adultas, en tanto que asimilaci¨®n mainstream de las mec¨¢nicas de la postmodernidad o dramatizaci¨®n colorista del pulso psicoanal¨ªtico entre el principio de realidad y el principio del placer.
LA LEGO PEL?CULA 2
Direcci¨®n: Mike Mitchell.
Animaci¨®n
G¨¦nero: ciencia-ficci¨®n. Estados Unidos, 2019
Duraci¨®n: 106 minutos.
Tras pel¨ªculas recientes que han jugado a la suma e interacci¨®n de mitolog¨ªas irreconciliables ¨CReady Player One, Ralph rompe Internet (2018)-, es inevitable rascar detr¨¢s del eficaz juego de apariencias: aqu¨ª no hay tanto unos creadores remezclando postmodernidad para toda la familia, sino, antes que nada, una desalentadora mesa de ejecutivos gestionando licencias para que el equipo de supuestos irreverentes en n¨®mina ¨CLord, Miller y el director Mike Mitchell, autor en su d¨ªa de la an¨®mala Gigol¨® (1999)- parezca, s¨®lo parezca, que le toma el pelo a todo, cuando en realidad lo que hace es acomodar su ficci¨®n para que en ella encaje la divisi¨®n infantil de la marca ¨CLEGO Duplo-. S¨ª, la forma es virtuosa y el ingenio sigue ah¨ª. Tambi¨¦n la astucia para dar gato por liebre.
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