Otra vida para el verso en la escena
Autores actuales se lanzan a la aventura de escribir obras a la manera del Siglo de Oro
![Sol L¨®pez y Diego Morales, en la obra 'Todas hieren y una mata'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/FG2XM4OHBQ6XIYUADXX6K2MDO4.jpg?auth=0ff17cbba87c69b50f7a9b4bb54464061af628c966368d4636254a66954cc890&width=414)
![Roc¨ªo Garc¨ªa](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F6f5b4128-e8dc-4342-945a-f1d427912007.png?auth=c04cf3469a7e46b5fead72bcccef8669c945185b2e8fe268c3c003dc569d22b1&width=100&height=100&smart=true)
¡°El verso seguir¨¢ vivo mientras el hombre siga buscando el misterio. Goza de arte po¨¦tico, de autoridad propia. Es un medio para expresar el subconsciente individual y colectivo, un lugar en el que so?ar, descubrir y tocar la cosa m¨¢s escondida¡±. As¨ª se refiere Vicente Fuentes, el gran sabio del verso en Espa?a, catedr¨¢tico de la Real Escuela Superior de Arte Dram¨¢tico y asesor de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico, cuando habla de la m¨¦trica del Siglo de Oro y su vigencia en el siglo XXI.
El teatro en verso ya no huele a naftalina y son muchos los creadores teatrales contempor¨¢neos que lo reivindican. No solo aquel que compusieron los grandes maestros del Siglo de Oro, que vive un momento de gran efervescencia: tambi¨¦n hay autores que se atreven a escribir hoy como lo hiceron Lope y Calder¨®n. Es un recurso sonoro y musical valioso, defienden, que da peso a la palabra y a lo que dice. As¨ª lo demuestra la aparici¨®n reciente de nuevas compa?¨ªas, como Ay Teatro, creada por ?lvaro Tato y Yayo C¨¢ceres, que acaba de estrenar en el teatro Fern¨¢n G¨®mez de Madrid la primera comedia de capa y espada en verso del siglo XXI, Todas hieren y una mata, escrita por el propio Tato, junto a la productora Eugenia Yag¨¹e.
![Imagen de la obra 'P¨¢ncreas'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XC5U2AJRQ6OUJNYTOR3SE4NECM.jpg?auth=2509fdf4e420410a1071abaa875488d18cbaaffbbdef5fb6ae842f093a33bd02&width=414)
?lvaro Tato (Madrid, 1978) y Yayo C¨¢ceres (Corrientes, Argentina, 1965), dos nombres envenados por la literatura cl¨¢sica, componentes de Ron Lal¨¢ y siempre muy cercanos a la CNTC, est¨¢n convencidos de que los tiempos no pueden ser ¡°mejores¡± para lanzarse a la aventura de crear una nueva compa?¨ªa dedicada enteramente a la puesta en escena de obras en verso, no solo las que escribieron los cl¨¢sicos sino tambi¨¦n otras de nueva cosecha. ¡°Quiz¨¢s es una gran aventura, una osad¨ªa o un disparate, pero en estos tiempos tan tecnol¨®gicos, vigilados y conectados, el teatro se abre como un valor seguro y necesario para la sociedad¡±, asegura Tato. Ay Teatro plantea una vuelta a la ra¨ªz, una b¨²squeda de la desnudez y del teatro pobre, no en el sentido de escasez, sino de esencialidad, aseguran Tato y C¨¢ceres, que pretenden volver la vista atr¨¢s pero siempre pensando en el presente y el futuro.
El pist¨®n que ayuda a escapar
Siempre aparece Vicente Fuentes. Detr¨¢s de cada proyecto, de cada montaje en verso est¨¢ este hombre que asesora a la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico y es director de Fuentes de la Voz, un centro de investigaci¨®n de la voz, la palabra y el verso, ubicado en Sorihuela (Salamanca). Para Fuentes, el verso es poes¨ªa y consustancial a nuestra lengua, por lo que para actuarlo hay que conocer la lengua. ¡°No se requiere otro saber, no se trata de un arte secreto¡±, dice el catedr¨¢tico de la Real Escuela Superior de Arte Dram¨¢tico. ¡°Hoy la palabra poes¨ªa no cuenta en la vida de muchas personas y, sin embargo, es un pist¨®n que nos ayuda a romper, huir de lo habitual, escapar de lo obvio. El verso nos confiere verdad y sentido y dirige nuestro asentamiento emotivo. En nuestros versos hay algo de quir¨²rgico y algo de revelaci¨®n¡±.
?Son buenos tiempos para el verso? ¡°A veces se ve como algo casposo o antiguo, pero nada m¨¢s lejos de la verdad. El verso forma parte de nuestra vida. Esta es la Espa?a que uno busca cuando viene a vivir aqu¨ª como yo, la Espa?a del Siglo de Oro, de El Quijote, de los Machado. La Espa?a del verso es lo que Espa?a ha dado al mundo¡±, asegura C¨¢ceres, que viaj¨® a Madrid para una estancia de seis meses y ya lleva ocho a?os. ¡°El verso provoca en el espectador la magia de la m¨²sica, reviste nuestra lengua y nuestras ideas de m¨²sica y cristaliza as¨ª de una manera inolvidable. El silencio del p¨²blico en una obra en verso es especial¡±, a?ade Tato.
El estreno de Todas hieren y una mata forma parte del ciclo Miradas al Siglo de Oro, que incluye tambi¨¦n la obra Mestiza, con el que Ay Teatro pretende insuflar el veneno del verso en las nuevas generaciones. El objetivo de la nueva compa?¨ªa no es solo crear y exhibir nuevas obras, sino tambi¨¦n crear una cantera de actores y de espectadores j¨®venes, con representaciones dirigidas a institutos y escuelas. ¡°Estamos obsesionados con que el teatro se dirija al espectador joven, como una herramienta m¨¢s de formaci¨®n acad¨¦mica y l¨²dica¡±, defienden.
Otro autor contempor¨¢neo que tambi¨¦n se ha lanzado a escribir en m¨¦trica cl¨¢sica es Patxo Teller¨ªa. Su obra P¨¢ncreas, estrenada en el Centro Dram¨¢tico Nacional en 2015, naci¨® de la necesidad de investigar con el lenguaje. ¡°Me gust¨® la idea de ir a contracorriente. La idea de que el verso es antiguo es un error, es un recurso sonoro y musical muy valioso al que no debemos renunciar. Es un lenguaje tan contempor¨¢neo y vigente como cualquier otro. Es una poes¨ªa que trasciende el tiempo¡±, explica Telleria, que no sabe si volver¨¢ a escribir otra pieza en verso. ¡°Necesitar¨ªa una justificaci¨®n. Con P¨¢ncreas la tuve porque los personajes viv¨ªan en el cielo, y en el cielo se habla en verso¡±.
Algo parecido piensa Ana Zamora, la creadora de la compa?¨ªa Nao de Amores, especializada en el repertorio prebarroco, en el teatro medieval y renacentista, que ya ha montado catorce obras. ¡°Simplificando no se llega mejor al espectador. El ritual, el ritmo y la fon¨¦tica del verso forma parte de nosotros mismos. El verso es una forma estupenda para expresarnos y tratar temas trascendentes. Lo que s¨ª tenemos que ser es serios, porque si no el verso suena viejo y el espectador se distancia¡±, defiende Zamora.
Otro gran abanderado del verso hoy es el actor Jos¨¦ Carlos Cuevas, de 33 a?os, que tras su paso por la Joven Compa?¨ªa de la CNTC y ganar el Premio Off del Festival de Almagro en 2017 por su puesta en escena de A secreto agravio, secreta venganza, de Calder¨®n, se lanz¨® a la creaci¨®n de la compa?¨ªa J¨®venes Cl¨¢sicos en M¨¢laga, su ciudad natal. ¡°Todos los trucos para interpretar los encuentras en el Siglo de Oro. El verso no es ni arcaico ni desfasado. Es un g¨¦nero cuya estructura te sirve para una formaci¨®n muy disciplinada en la interpretaci¨®n. El autor en verso te muchas claves para interpretar. El verso es adictivo, es una manera de zambullirse en un texto sin fondo, siempre haces un viaje diferente¡±, asegura Cuevas, que est¨¢ preparando dos nuevas obras con su compa?¨ªa.
El renacer de un g¨¦nero
Si el verano es la estaci¨®n preferida para los grandes circuitos de festivales de teatro cl¨¢sico que inundan pueblos y ciudades (Almagro, M¨¦rida, C¨¢ceres, Olmedo, Olite, Pe?¨ªscola, Alcal¨¢ de Henares y otros m¨¢s), el resto del a?o no es ajeno a las producciones que tienen en el verso su gran aliado.
Los datos avalan este renacer de un g¨¦nero que no solo revisa a Lope de Vega, Calder¨®n o Tirso de Molina, sino que utiliza su lenguaje para crear nuevas obras. El 41 Festival Internacional de Teatro Cl¨¢sico de Almagro ech¨® el cierre a finales del pasado mes de julio, tras 25 d¨ªas de programaci¨®n y 124 representaciones en verso, con un total de cerca de 33.000 espectadores y una recaudaci¨®n de 555.000 euros.
La Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico (CNTC), dependiente del Ministerio de Cultura y referente absoluto del Siglo de Oro, ha visto c¨®mo la afluencia de p¨²blico y el n¨²mero de producciones ha ido en aumento a?o tras a?o, con el cartel de no hay entradas en muchas funciones. En nueve temporadas, los espectadores de la CNTC, en su sede de Madrid, han pasado de los 58.000 en 2008-2009 a los cerca de 100.000 en 2017-2018, este ¨²ltimo periodo con un 97% de ocupaci¨®n.
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