Roc¨ªo M¨¢rquez: La vida nueva de un cancionero antiguo

En unas ocasiones el cante se hace canci¨®n, en otras, hay canciones que esconden cantes can¨®nicos. Quiz¨¢s se trate de un trayecto que el flamenco ha recorrido de antiguo, sin embargo, el viaje que realiza Roc¨ªo M¨¢rquez se antoja radicalmente original por el tratamiento otorgado a unos temas que ha ido escogiendo en el vasto mercadillo de la memoria. (Lo de El Jueves viene por el tradicional de antig¨¹edades sevillano). La cantaora ha reunido un peculiar cancionero del que se ha apropiado para mostrar que el patrimonio musical popular siempre est¨¢ abierto a recibir nuevos matices y colores sin fin. En la recopilaci¨®n conviven tangos argentinos con emblem¨¢ticas coplas y, por supuesto, con una largu¨ªsima relaci¨®n de estilos flamencos afines a la est¨¦tica de la artista: tientos, mariana, malague?a, serrana, abandolaos, romance, rumba, petenera, fandango¡­ La diversidad de la selecci¨®n esconde una unidad estil¨ªstica en la que priva la libertad, dominante tanto en la interpretaci¨®n como en los originales arreglos, creaci¨®n de Canito (Juan Antonio Su¨¢rez Cano). Una guitarra moderna, con un sonido propio, que no sigue el modelo de acompa?amiento al uso en algunos estilos, pero que recoge su esencia y la traslada con el libre criterio formal que le es propio. Los conocidos valores de la percusi¨®n de Diassera ¡ªdiscreci¨®n, elegancia, policrom¨ªa¡ª se confirman igualmente a cada paso.

Cantes y canciones comparten una convivencia seren¨ªsima. En ella impera la pausa y una intensidad cargada de emoci¨®n, pautas dominantes de la interpretaci¨®n, desde la dulce Luz de Luna a los cupl¨¦s casi finales, homenaje a Concha Piquer y a Roc¨ªo Jurado. Porque, con alguna excepci¨®n ¡ªel popular tango Trago amargo, cantado en un vivo comp¨¢s de buler¨ªas¡ª, se dir¨ªa que asistimos a la sosegada relectura de un material que adquiere una vida nueva a trav¨¦s de un modelo interpretativo genuino. La malague?a de El Mellizo aparece como tierna canci¨®n; la mariana, tan ralentizada que se acerca a la nana por momentos, y el El ¨²ltimo organito de Homero Manzi, solo se aflamenca al final con tinte marchenero. Aunque, para recordar al maestro, nada m¨¢s representativo que el romance, un poema denuncia de Antonio Orihuela, con sus caracter¨ªsticos recitados. La petenera va precedida de un fandango alosnero, dicho con lentitud para caer despu¨¦s en el recuerdo de Pastora. Los tientos Andaluc¨ªa de Turronero, se aligeran, sin embargo, con los adornos de Diassera. El cl¨¢sico fandango Yo soy ¨¢guila imperial se aborda con el poder¨ªo propio del estilo y se remata con otro de Juli¨¢n Estrada. Una melism¨¢tica serrana se corona abandolando el taranto de Vallejo. Siempre con una intenci¨®n concreta, la voz de Roc¨ªo puede ir del susurro al grito, como en la emblem¨¢tica rumba Quiero, popularizada por Bambino, que ella cubre con un toque de suave melaza caribe?a. El a?adido final del Andaluces de Ja¨¦n, versi¨®n Paco Ib¨¢?ez junto a Kiko Veneno, podr¨ªa sonar algo fuera de contexto.

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Autor: Roc¨ªo M¨¢rquez.

Sello:?Universal Music.

Formato: MP3, CD y vinilo.

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