Lo normal es estar muerto
La propuesta no mantiene su fuerza en todo momento, pero logra aplicar una nueva mirada sobre ese imaginario de los zombis
El punto de partida de esta heterodoxa entrada en el corpus del cine con zombis propone una rima ingeniosa: el protagonista, Sam, llega al piso de su ex compa?era sentimental para recuperar unas casetes que se dej¨® tras la ruptura. En el piso se est¨¢ celebrando una bulliciosa fiesta y ¨¦l es invitado a esperar en una habitaci¨®n aislada, donde acabar¨¢ cayendo presa del sue?o. Al despertar, a la ma?ana siguiente, el piso se ha convertido en una suerte de paisaje despu¨¦s de la batalla: ha estallado una crisis zombi y, al contemplar el panorama desde las ventanas y la mirilla de la puerta principal, Sam decide atrincherarse en el lugar¡ y sobrevivir. El debutante Dominique Rocher no solo propone ah¨ª una equivalencia m¨¢s o menos facilona entre una fiesta y una plaga zombi, sino que desliza una idea que va a ser determinante a la hora de construir el discurso de La noche devora el mundo: el tipo de individuo con mayor capacitaci¨®n para sobrevivir y aclimatarse a un Apocalipsis zombi¡ es el asocial con d¨¦ficit de empat¨ªa que, en la m¨¢s animada de las fiestas preferir¨ªa encerrarse en una habitaci¨®n.
LA NOCHE DEVORA EL MUNDO
Direcci¨®n: Dominique Rocher.
Int¨¦rpretes: Anders Danielsen Lie, Denis Lavant, Golshifteh Farahani, Sigrid Bouaziz.
G¨¦nero: terror. Francia, 2018.
Duraci¨®n: 93 minutos.
Basada en la novela hom¨®nima de Martin Page, autor de C¨®mo me convert¨ª en un est¨²pido (Tusquets), la ¨®pera prima de Rocher intenta sortear los lugares comunes del subg¨¦nero, sin terminar de articular una mirada tan acusadamente artie como la del francocanadiense Robin Aubert en Los hambrientos (2017). A ratos, la pel¨ªcula se asemeja a una reescritura parisiense de Soy leyenda, de Richard Matheson, aunque, en esta odisea agoraf¨®bica, lo que prima es la aclimataci¨®n y la supervivencia antes que el exterminio de la otredad. La propuesta de Rocher no mantiene su fuerza en todo momento, pero logra aplicar una nueva mirada sobre ese reiterado imaginario.
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