Fernando Higueras: el legado de un pionero excesivo y vital
La fundaci¨®n ICO expone todas las facetas de uno de los arquitectos madrile?os m¨¢s singulares de la segunda mitad del siglo XX


¡°La obra de Fernando Higueras la entiende hasta un ni?o¡± explica Jos¨¦ Mar¨ªa Churtichaga, que asegura que se hizo arquitecto a los tres a?os gracias a ¨¦l ¡°porque me crie y viv¨ª, m¨¢s que me eduqu¨¦, en su colegio Estudio¡±.
Fernando Higueras (Madrid, 1930-2008), que construy¨® ese colegio en 1968, fue un arquitecto y muchos a la vez. Su proyecto m¨¢s aplaudido, el Centro de Restauraciones de Madrid ¡ªconocido como la Corona de Espinas¡ª gan¨® el Premio Nacional de Arquitectura en 1961, cuando lo dise?¨® con un joven Rafael Moneo y con Luis Roig d¡¯Al¨®s. Pero tuvo que esperar dos d¨¦cadas para ser construido ¡ªesta vez con Antonio Mir¨®, Jos¨¦ Antonio Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y Julio Mart¨ªnez Calz¨®n¡ª. Ese inmueble fue luego declarado Bien de Inter¨¦s Cultural por la Comunidad de Madrid y su factura brutalista nada tiene que ver con la Iglesia de Santa Mar¨ªa de Can¨¢, en Pozuelo, due?a de un cimborrio que parece de cualquier momento menos de finales del siglo XX, cuando Higueras lo levant¨®.

M¨¢s all¨¢ de ser due?o de un lenguaje sorprendente, nada esclavo de las modas, la obra de Higueras es deudora de la actualizaci¨®n de la arquitectura popular. ¡°Siempre he apreciado su naturalidad", sosten¨ªa, "la adecuaci¨®n, el orden y la funcionalidad, la l¨®gica, la econom¨ªa, adem¨¢s de la disciplina y la diversidad armonizadas en un nivel que dif¨ªcilmente encuentro en la arquitectura contempor¨¢nea¡±. Tal vez por eso, Churtichaga considera in¨²til intelectualizar su arquitectura: ¡°Toda su obra es un manifiesto vital del disfrute y excitaci¨®n de los sentidos¡±.
Disfrute y sentidos. Higueras fue un hombre de amigos. De ah¨ª la cantidad de arquitectos con los que colabor¨® y de artistas a los que dise?¨® una vivienda ¡ªdel pintor Lucio Mu?oz al m¨²sico Andr¨¦s Segovia pasando por la actriz Nuria Espert¡ª. Pero, sobre todo, fue un pionero inclasificable. Reivindic¨® la relaci¨®n entre arquitectura y naturaleza en pleno desarrollismo. Construy¨® infraestructuras tur¨ªsticas sostenibles; vio c¨®mo el MoMA de Nueva York compraba sus planos; qued¨® finalista ¡ªcon Frey Otto y Archigram¡ª en un concurso restringido para levantar un enorme edificio multiuso en Montecarlo y construy¨® en Abu Dhabi nada menos que en 1980 ¡ªel Ministerio de Asuntos exteriores de los Emiratos ?rabes Unidos.
Fue, adem¨¢s, un creador polifac¨¦tico. Antes pintor que arquitecto. Siempre fue m¨²sico ¡ªSegovia elogi¨® su manera de tocar la guitarra¡ª y fue as¨ª mismo un notable fot¨®grafo. La suma de todas sus caras da como resultado el hombre intenso, sociable y excesivo que fue y una dif¨ªcil catalogaci¨®n que casi termina por descatalogarlo. En palabras de Alejandro de la Sota: ¡°Un verdadero mago, cuya facilidad infinita quiz¨¢ fuese, a la postre, su peor enemigo¡±.
De ah¨ª la importancia de una exposici¨®n como la que se inaugur¨® el 27 de febrero en el ICO. Comisariada por la que fuera su ¨²ltima pareja ¡ªla fot¨®grafa Lola Botia, que trabaj¨® con ¨¦l durante 36 a?os¡ª la muestra compone casi un cat¨¢logo razonado de una obra plural ¡ªde su proyecto de final de carrera a la propuesta que realiz¨® para sustituir las torres gemelas al final de sus d¨ªas¡ª con la voz de muchos de los que trabajaron con ¨¦l: de F¨¦lix Candela a I?aki ?balos.
No hay otra forma de calificar a Higueras que desde la inclasificaci¨®n. Amigo de Antonio L¨®pez ¡ªel pintor le pidi¨® que le compra el lienzo?Los abuelos cuando necesitaba dinero¡ª, una fotograf¨ªa de la exposici¨®n ilustra c¨®mo lleg¨® a colorearle maquetas. Tambi¨¦n le dibuj¨® a mano alzada su famosa Corona de Espinas: "Porque la obra se par¨®, si no a Antonio no le hubiera dado tiempo¡±, comenta Boitia, presidenta adem¨¢s de la Fundaci¨®n Fernando Higueras.
As¨ª, la muestra Desde el origen sirve para reconsiderar la figura de este arquitecto-artista que trabajaba a partir de la ra¨ªz, fuera esta el lugar, la arquitectura popular o la tradici¨®n. ¡°La suya es una arquitectura que no se razona, se disfruta¡±, contin¨²a Churtichaga, que firma uno de los textos del cat¨¢logo. Los recursos de Higueras estaban basados en ese disfrute: en su pasi¨®n y su falta de c¨¢lculo profesional: ¡°No abandonar la vida y lo terrenal como campo de acci¨®n arquitect¨®nico, entregarse al juego como sistema de reglas sencillas con infinitas combinaciones, la curiosidad, el disfrute como aspiraci¨®n irrenunciable, la naturalidad como objetivo y cualidad espont¨¢nea y hasta el hedonismo como herramienta de proyecto que prima el instante y reconforta nuestros sentidos¡¡±, dice sobre su obra amable y brutal, de hormig¨®n y vegetaci¨®n.
Corren los ¨²ltimos a?os sesenta cuando Higueras aterriza en Lanzarote y, fascinado ante el paisaje lunar de Playa Blanca, decide no intervenir. El MoMA compr¨® sus planos para esa ordenaci¨®n. Durante a?os dise?a, con C¨¦sar Manrique, un lugar en el que hombre encuentre armon¨ªa en la tierra. Y donde el paisaje aporte emoci¨®n y asombro. No es de extra?ar que cuando F¨¦lix Candela regres¨® de su exili¨® mexicano, eligiese trabajar con Higueras.
Hoy que se habla de edificios-paisaje, de que construir en el desierto es uno de los nuevos retos y de que desdoblarse en varias vocaciones aporta salidas laborales conviene recordar la figura de Higueras y celebrar su talento.
Javier Carvajal, uno de sus profesores, ped¨ªa a sus alumnos que anotaran sus arquitectos favoritos. Mies van der Rohe estaba siempre en la lista. Pero no estuvo en la de Higueras, que destac¨® a Gaud¨ª, Nervi y, premonici¨®n, a F¨¦lix Candela. ¡°Mi necesidad de conocer la arquitectura internacional del momento", escribi¨®, "es 'necesito conocerla a fondo para no hacerla', por las cada vez m¨¢s aceleradas y cambiantes dictaduras de las modas. ?Qu¨¦ ruinas m¨¢s feas las de la arquitectura actual! ?Qu¨¦ bellas ruinas las de los edificios de Yucat¨¢n!
Como Gaud¨ª, para ser originales y m¨¢s seguros de lo que hacemos Higueras propon¨ªa ¡°volver al origen¡±. ¡°Lo mejor que hice en Canarias es lo que no quise hacer en el Gran Volc¨¢n del Golfo, que se habr¨ªa cargado lo m¨¢s hermoso de esta preciosa isla¡±, apunt¨® en uno de sus pocos escritos ¡ªrecogidos en el cat¨¢logo de la exposici¨®n que le rinde tributo¡ª Fernando Higueras. Todo un pionero en el hacer, en el no hacer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.