Timoth¨¦e Chalamet: ¡°Cuando encarnas a personajes reales, tienes que traicionarles en cierto sentido¡±

Timoth¨¦e Chalamet (Nueva York, 23 a?os) lleva en el negocio del espect¨¢culo desde que era un ni?o. "No recuerdo querer dedicarme a otra cosa", asegura sonriente. De cr¨ªo hizo anuncios, al final de la adolescencia ya estaba en los escenarios del off Broadway, mientras resolv¨ªa sus dudas sobre si sentirse franc¨¦s (como su padre, funcionario de UNICEF) o estadounidense (como su madre, agente de bienes ra¨ªces). "Al final me he quedado con los dos mundos", asegura mientras ofrece un vaso de agua. Y tras peque?os papeles en el cine, como en Interstellar, la explosi¨®n de 2017: el novio intelectual en Lady Bird y la parte m¨¢s joven de la pareja amorosa de Call Me By Your Name, con la que fue candidato al Oscar al mejor actor protagonista. Se convirti¨® en el chaval de moda. Pero Chalamet no parece estar muy alterado por el fen¨®meno Chalamet. "He seguido trabajando", cuenta, "en la nueva versi¨®n de Mujercitas, preparando mi pr¨®ximo rodaje como protagonista de la nueva versi¨®n de Dune o en esta Beautiful Boy. He tenido mucha suerte en lo que me ha llegado y en lo que he elegido". La charla tiene lugar en septiembre, durante el festival de San Sebasti¨¢n, rampa de lanzamiento de una pel¨ªcula que se desinfl¨® posteriormente en la carrera a los Oscar. Pero en oto?o Chalamet a¨²n era todo ilusi¨®n con un drama -basado en hechos reales- en el que encarna al hijo drogadicto de un periodista free lance (papel encarnado por Steve Carell), un chaval adicto sin mayor motivo que el del disfrute, al principio, y el del enganche, despu¨¦s. Todo parec¨ªa sonre¨ªr a Chalamet.

Excepto que el neoyorquino protagoniz¨® la ¨²ltima pel¨ªcula de Woody Allen, A Rainy Day in New York, que Amazon mantiene guardada en un caj¨®n sin fecha de estreno. La publicista ordena: "Prohibido hablar de Allen". Y se sienta en el suelo entre el periodista y Chalamet. As¨ª que la ¨²ltima pregunta ser¨¢ un acercamiento en espiral al innombrable: "Antes, usted como mucho se preocupar¨ªa de su comportamiento. ?Ahora estudia el comportamiento de quienes trabajan a su lado? Al ser estrella, ?mide mucho m¨¢s sus pasos? "Noooooooo". El rugido asciende desde el suelo, mientras la publicista se incorpora de un salto, para susto del actor y del periodista. "Eso es hablar de Allen", grita desaforada. Chalamet la mira ojipl¨¢tico y su contertulio solo es capaz de balbucir excusas. Acabada la charla, seguir¨¢ hablando aparte con el periodista acerca de Dune, sobre si es mejor leer la novela en la adolescencia y asomarse a ella de forma inocente, en un intento de templar ¨¢nimos. El juego de poli bueno poli malo funciona.

Que es el mismo esquema que maneja su personaje, Nick Sheff, en Beautiful Boy, que se estrena ma?ana en Espa?a. A veces chaval encantador, a veces demonio que amarga la existencia a su padre, David. "Cuando encarnas a personajes reales, tienes que traicionarles en cierto sentido. Yo solo pensaba en mantenerme fiel a su alma, no a los detalles", recuerda Chalamet. "Para m¨ª solo hay un Nick, ese ni?o bonito, y un doctor Jekyll - Mister Hyde. No pod¨ªa olvidar que era el chaval bonito del t¨ªtulo. Al principio es cierto que me plante¨¦ esa dualidad, pero pronto sent¨ª que solo pod¨ªa haber un Nick. A m¨ª al menos me sobrepas¨® su humanidad, y cuando le conoc¨ª me centr¨¦ en absorber esa parte de ¨¦l. El resto es, digamos, una enfermedad".

El guion -basado en los libros escritos por David y Nick- se desarrolla hace lustros. Pero hoy el p¨²blico estadounidense asiste a la proyecci¨®n con otra perspectiva, la que est¨¢ vivir en una devastadora oleada de consumo de opi¨¢ceos. "Me parece que nos aporta una relevancia. Es cierto que al inicio del proyecto mucha gente me dec¨ªa: ?por qu¨¦ haces esto? Pues porque, como me confirma la realidad, a cualquiera le puede ocurrir. No es una elecci¨®n, es una enfermedad", asegura el actor. "Con esa base constru¨ª la relaci¨®n con el padre. Yo soy hijo, tengo un padre, entend¨ª que no pod¨ªa trabajar desde la t¨¦cnica sino desde el sentimiento".

Chalamet sigue lanzado. La entrevista tiene lugar antes de que al reparto de Dune, dirigida por Denis Villeneuve y actualmente en preproducci¨®n, se sumara Javier Bardem. Chalamet se define como emocionado: "Es una oportunidad ¨²nica. Me gusta ponerme retos", cuenta. Al Everest de la ciencia-ficci¨®n que supone Dune -solo su primer volumen contiene m¨¢s de 700 p¨¢ginas- se enfrentaron anteriormente David Lynch (que logr¨® al menos estrenar el filme, aunque con un resultado desigual) y Alejandro Jodorowsky (que desisti¨® tras a?os de preparaci¨®n). "Nosotros la haremos", augura bajando la voz. "Al menos, yo luchar¨¦ todo lo que pueda. Me siento atrapado por el libro y el personaje".