Thom Mayne: ¡°Me importa un bledo que no se entienda mi arquitectura¡±

Thom Mayne es un hombre joven de 75 a?os. Le sobra energ¨ªa para enfrentarse al mundo con vehemencia. Premio Pritzker en 2005, el autor de la nueva Cooper Union en Nueva York firma inmuebles fraccionados que rompen los per¨ªmetros y huyen del orden cartesiano. Construy¨® unas pol¨¦micas viviendas sociales en Carabanchel (Madrid) y culmina el dise?o de la estaci¨®n de alta velocidad de Vigo. A pesar de que su estudio, Morphosis, represent¨® la cultura californiana m¨¢s radical, ahora vive entre Nueva York y Los ?ngeles, ¡°una ciudad que lleva un siglo buscando su futuro¡±.

PREGUNTA. ?Eso le ha pasado a usted? ?El futuro no termina de llegar?

RESPUESTA. Puede. La arquitectura californiana busca una renovaci¨®n de lo contempor¨¢neo. Hay un acuerdo en no estar de acuerdo. Me parece un plan insuperable. La idea de hacer saltar los l¨ªmites est¨¢ m¨¢s presente en un lugar en continua redefinici¨®n como Los ?ngeles. Nueva York representa la institucionalizaci¨®n de la cultura: all¨ª est¨¢n las principales editoriales, museos y cr¨ªticos. Y uno no cambia las cosas por el centro. La Costa Este es la academia, y la Oeste, los que cuestionan.

P. Cuando recibi¨® el Pritzker dijo que lo dif¨ªcil es lo que merece la pena.

R. Supongo que hablaba de mi vida, que ha sido dif¨ªcil. La profesi¨®n de arquitecto es incluso absurda. Uno tiene que tener un ADN especial para ser arquitecto.

P. ?Qu¨¦ tipo de ADN? Los hay con objetivos contrapuestos¡­

R. Es cierto. Lo que hago tiene que ver con resistir las presiones para hacer las cosas de otra manera. Con cuestionar el statu quo.

P. Cuestiona formalmente, pero el statu quo... trabaja para los poderosos.

R. El trabajo de un arquitecto se juzga desde un punto de vista social, cultural y econ¨®mico. Uno no puede aislarse. Pero yo decid¨ª apostar por la autonom¨ªa de la arquitectura. Mis ideas son a veces imposibles de describir. Incluso para m¨ª mismo es dif¨ªcil entenderlas. Si miro a 1975, no tengo ni idea de lo que estaba haciendo. Vivimos en un mundo habituado a explicarse verbalmente y yo quer¨ªa pensar desde la forma. Lo que hago debe explicarse con el trabajo.

P. ?Y si ese trabajo solo le habla a usted?

R. Entonces no funciona. Primero formas tu idioma, luego empiezas tu carrera como arquitecto. En mi primer edificio la funci¨®n me importaba un bledo. Solo me importaba el edificio.

P. ?Que un edificio sirva no es esencial?

R. La arquitectura funciona en dos niveles: el subjetivo y el conectado. Uno trabaja como un artista buscando una voz, saber qui¨¦n es. Si haces lo que se espera de ti, algo ya visto, no llegas a nada. Cualquier artista pasa la mitad de su carrera tratando de entender qui¨¦n es para saber qu¨¦ marca quiere dejar en el mundo. Nada que ver con el ego.

P. ?No? La arquitectura maneja millones de euros.

R. Claro, pero la clave est¨¢ en entender qui¨¦n eres art¨ªsticamente. Debes utilizar tus ideas para cambiar el comportamiento y la educaci¨®n de la gente.

P. ?C¨®mo educa un edificio?

R. Ninguno de los nuestros parece normal. La gente se pregunta por qu¨¦ son as¨ª. No vivimos en un tiempo normal. Cambiamos. La innovaci¨®n es nuestra raz¨®n de ser.

¡°Quiero hacer edificios fuertes. Si molestan es porque mucha gente no est¨¢ preparada para tanta intensidad¡±

P. ?Qu¨¦ es hoy la innovaci¨®n? ?Que un edificio sorprenda?, ?que ahorre energ¨ªa?, ?que mejore la ciudad?

R. Nac¨ª cuando la necesidad de cambiarlo todo era el ¨²nico acuerdo mundial. Empez¨® con Orwell, Freud y Einstein. El cambio me ha movido.

P. Con 75 a?os, ?sigue import¨¢ndole lo mismo?

R. Nunca me he considerado deconstructivista. Mi manera de trabajar no da nada por hecho.

P. Cuando presenta un proyecto a un cliente, ?presenta dudas?

R. No llevo nada porque s¨¦ que mis dibujos le van a dar miedo.

P. Admite que cuesta entender su trabajo.

R. Me importa un bledo que no lo entiendan. ?No lo consigo entender ni yo!

P. Peter Eisenman se psicoanaliz¨® porque un cliente lo acus¨® de egoc¨¦ntrico.

R. Ser¨ªa un problema que vieran mis edificios como neutrales. Si les gustan o los odian, me va bien.

P. ?La estaci¨®n de Vigo generar¨¢ pol¨¦mica?

R. Es sencilla.

P. Sus viviendas en Madrid fueron dif¨ªciles de entender¡­

R. Reinventamos la casa. Por muy poco dinero hicimos espacios comunitarios para que jugaran los ni?os.

P. ?Ha vuelto? Hay salones tan estrechos que obligan a elegir entre tener sof¨¢ o poder abrir la puerta.

R. Tuve una infancia pobre. Y quise dar lo que tiene la gente rica: jard¨ªn, espacios de encuentro¡­ Quer¨ªa romper la inhumanidad de los bloques de viviendas. Lo que no depende de m¨ª es c¨®mo lo use, o mal use, la gente. Podr¨ªan cuidar los jardines. Yo cuido el m¨ªo. Tal vez la sociedad espa?ola deba preguntarse por qu¨¦ las ideas comunitarias ya no funcionan. Me duele que se vea como un fracaso. Fue un invento.

P. ?Qu¨¦ prioridades tiene como arquitecto?

R. Quiero hacer edificios fuertes. Si molestan es porque mucha gente no est¨¢ preparada para tanta intensidad. La intensidad es lo que buscan los artistas. No me interesa la continuidad, sino el cambio. Yo ten¨ªa 20 a?os cuando se aprob¨® la ley de derechos civiles para los negros. Eso es cambio.

P. ?Su arquitectura ayuda a cambiar las cosas?

R. S¨ª. Cualquier edificio tiene un lado social, otro medioambiental y otro tecnol¨®gico. Se basan en c¨¢lcu?los. Lo dif¨ªcil es la parte art¨ªstica. Esa es la que me hace sufrir.

P. ?Lo m¨¢s importante en arquitectura?

R. La forma.

P. ?Y el uso?

R. Cada vez hay m¨¢s descone?xi¨®n. Vivo en un loft que hace cien a?os serv¨ªa para almacenar cajas y es mejor que cualquier casa. La cultura visual es elitista. No la entiende todo el mundo. Pasa lo mismo con la pintura o la ¨®pera. No me importa que la gente no entienda mi arquitectura. Es para unos pocos.

P. Defiende el trabajo colectivo. Consigui¨® el Pritzker como l¨ªder del estudio Morphosis. ?Por qu¨¦ no pidi¨® compartirlo?

R. Lo dan a una persona, no a un estudio. Dialogo y trabajo de manera colectiva, pero soy el que decide.