La presidenta de la SGAE impulsa el cese del secretario general

Pilar Jurado fue elegida presidenta de la SGAE para triunfar all¨ª donde fracas¨® su antecesor: en parar la intervenci¨®n de la entidad por parte del Ministerio de Cultura. De momento, la petici¨®n ante la Audiencia Nacional para tomar el control de la SGAE sigue adelante. Pero Jurado s¨ª ha conseguido algo que Jos¨¦ ?ngel Hevia no logr¨®: eliminar del tablero a un cargo no af¨ªn. La junta directiva, convocada hoy viernes en reuni¨®n extraordinaria por su presidenta, ha aprobado cesar al secretario general, Carlos L¨®pez, tras cinco a?os en el cargo, con 30 votos a favor y cinco en contra. Tambi¨¦n pierde su puesto, tras apenas cuatro meses, el director general, Gerardo Rodr¨ªguez, aunque s¨ª se mantiene al frente del ¨¢rea econ¨®mico-financiera de la entidad, su otra tarea.?

El sustituto es un hombre fuerte del PP, Miguel ?ngel Recio, que fue durante un tiempo el hombre de confianza de Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle, secretario de Estado de Cultura con Jos¨¦ Ignacio Wert, que lo puso al frente del INAEM y de la Direcci¨®n de Bellas Artes. Antes fue gerente del Museo Thyssen. En ninguno de sus puestos ha tenido experiencia con los derechos de propiedad intelectual.

Durante su mandato, Hevia ya intent¨® apartar a L¨®pez, al que culpaba de defender la comisi¨®n deontol¨®gica de la entidad, cuyo informe concluy¨® que 14 miembros de la junta, incluido el gaitero, hab¨ªan incurrido en conflictos de intereses. Sin embargo, su movimiento fue parado en el ¨²ltimo momento, en una reuni¨®n del gobierno de la SGAE que acab¨® en tensiones e insultos. El presidente s¨ª consigui¨® por lo menos que se pactara ¡°resetear¡± la comisi¨®n, lo que tambi¨¦n abr¨ªa la puerta a cambiar algunos de sus miembros. Pero, mientras tanto, el ¨²nico cesado fue el propio Hevia, al que los directivos apartaron del cargo, nombrando a Jurado. Y, entre sus primeros pasos, la nueva responsable ha retomado precisamente aquella batalla.

Una respuesta clara

Miembros de la junta directiva afines a Jurado insisten en que la decisi¨®n nada tiene que ver con la comisi¨®n deontol¨®gica y recuerdan que ella vot¨® en contra del reseteo en su momento. Pero, sin L¨®pez, desaparece uno de los principales baluartes de la independencia de este organismo. Y lo cierto es que el voto de varios de los investigados por presunto conflicto de intereses fue clave para el nombramiento de la presidenta. Adem¨¢s, el pasado 6 de marzo los miembros de la comisi¨®n deontol¨®gica echaron un pulso a la junta: rechazaron en una carta su reseteo y pidieron que se les dejara continuar su investigaci¨®n. L¨®pez plante¨® el problema a los directivos en la anterior reuni¨®n de la junta. Su cese puede parecerse a una respuesta.

Al margen de los juicios siempre controvertidos en el seno de la casa, la opini¨®n que importa es la del Ministerio de Cultura: a saber qu¨¦ pensar¨¢ Guirao del nuevo conflicto interno y de los cambios en la directiva. Jurado relat¨® en una entrevista con EL PA?S que hab¨ªa pedido por carta un encuentro al ministro. Era el 28 de febrero. Todav¨ªa no hay respuesta.