Humor contra la idiotez
Alejandra G¨®mez Macchia usa el humor exacto para radiografiar la mentalidad de las mujeres en ciertos trances l¨ªmite
Suele ser habitual que, en un libro de cuentos, la pieza que le da t¨ªtulo suele se?alar su tono e incluso su atm¨®sfera tem¨¢tica. Si mucho no me equivoco, me parece que en ¡®Bernhard se muere¡¯, de la escritora mexicana Alejandra G¨®mez Macchia, eso esta vez no ocurre. Tal cuento es un expl¨ªcito homenaje al escritor austriaco y a su traductor al castellano Miguel S¨¢enz. Bernhard se muere, adem¨¢s de ese imaginativo homenaje, es un aviso para navegantes: hay cartas que recibimos que nunca debemos de dejar de contestar. El primer texto de este libro es una hoja de agradecimientos, entre ellos el de haber entrado en el mundo narrativo e insobornablemente ¨¦tico del autor de Trastorno. El resto de cuentos nos ofrece una idea muy precisa de la narrativa de G¨®mez Macchia. Su concepto de la escritura ficcional y del uso del humor exacto para radiografiar una mentalidad, la de las mujeres en ciertos trances l¨ªmite que ponen a prueba su incomodidad en el sistema social en el que les ha tocado desenvolverse.
En la contraportada del libro se dice que el fantasma de Bernhard atraviesa todos sus cuentos. No lo comparto totalmente. Los fantasmas que recorren el libro son sustancialmente los que su autora ha urdido para que les susurre a los o¨ªdos de sus personajes las alarmas puntuales a sus miedos. Y entre esos miedos, aut¨¦nticos fantasmas tan contempor¨¢neos, se instala el humor, un humor casi natural, como si no hubiera otra cosa mejor para enfrentarse a la idiotez que nos rodea. As¨ª funcionan piezas como ¡®Jabones polvorientos en el ba?o de visitas¡¯ o ¡®Dormir la v¨ªspera y despertar el d¨ªa de ayer¡¯. El cuento titulado ¡®Y a m¨ª, ?qui¨¦n me va a amar?¡¯ tendr¨ªa que leerse como un cuento de denuncia de g¨¦nero, casi atroz, sin embargo G¨®mez Macchia halla la brecha por donde se mete el humor devastador, casi fotogr¨¢fico.
Se puso de moda hace unos cuantos a?os, aunque a veces todav¨ªa se lee, el sintagma ¡°con voluntad de estilo¡±. Pues en Bernhard se muere, para suerte de los lectores, esa voluntad de estilo brilla por su ausencia. S¨®lo una escritura esencial representando algunas piezas del absurdo del mundo.
Bernhard se muere.?Alejandra G¨®mez Macchia. Pre-Textos, 2019. 152 p¨¢ginas. 19 euros.
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