Los due?os de Seriesyonkis afrontan el mayor juicio por pirater¨ªa en Espa?a

La antena lleg¨® a los cines de Espa?a el 9 de mayo de 2008. Tan solo cinco d¨ªas despu¨¦s, la pel¨ªcula de Esteban Sapir estaba tambi¨¦n en Internet. Sus responsables no buscaban adelantarse al futuro de la distribuci¨®n del cine: en absoluto hab¨ªan autorizado aquella difusi¨®n. De ah¨ª que, cuando se encontraron el filme a disposici¨®n del p¨²blico online a trav¨¦s de enlaces en Peliculasyonkis.com, denunciaron a la web. Era el 22 de mayo y arrancaba la mayor pelea judicial por pirater¨ªa de la historia de Espa?a. M¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s, est¨¢ a punto de conocerse el desenlace. Los cuatro due?os sucesivos de Seriesyonkis y Peliculasyonkis se sientan este lunes en el banquillo en Murcia, acusados de un delito contra la propiedad intelectual y de causar perjuicios a la industria audiovisual por 550 millones de euros. Se enfrentan a entre dos y cuatro a?os de c¨¢rcel.

¡°Seriesyonkis fue la mayor p¨¢gina pirata que hubo en Espa?a¡±, asegura Mar¨ªa Su¨¢rez Pliego, abogada de Egeda (la entidad de gesti¨®n de los derechos de autor de los productores audiovisuales), el principal denunciante. Ambas webs nacieron en 2007 de la mano de uno de los acusados, Alberto Garc¨ªa Sola, a la saz¨®n becario en la Universidad de Murcia. Llegaron a sumar hasta tres millones de usuarios mensuales, a ser la principal referencia en espa?ol para los internautas que buscaran acceso gratuito a miles de series y pel¨ªculas y a llamar la atenci¨®n hasta del FBI.

Aunque Seriesyonkis y Peliculasyonkis nunca alojaron el contenido no autorizado: eran p¨¢ginas de enlaces. Es decir, desplegaban un sinf¨ªn de links para redirigir a los usuarios hacia las webs donde s¨ª pod¨ªan ver las obras de forma il¨ªcita. No guardaban el bot¨ªn pirata: ofrec¨ªan el mapa para encontrarlo.

He aqu¨ª la clave del juicio. Durante a?os, al menos hasta la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual en 2015, las p¨¢ginas de enlaces fueron objeto de discordias te¨®ricas y judiciales. Para sus defensores, son meros intermediarios y prestadores de servicio, que no realizan ning¨²n acto de comunicaci¨®n p¨²blica y no pueden ser responsabilizadas. Varias sentencias de absoluci¨®n en aquellos a?os respaldan su argumento.

El escrito que la Fiscal¨ªa de Murcia present¨® en 2014 ante el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 1 tiene una visi¨®n distinta: ¡°Sola, actuando con ¨¢nimo de lucro y a sabiendas de lo il¨ªcito de su actividad, operando desde terminales inform¨¢ticos en la Universidad de Murcia y en su propio domicilio, [¡­] a trav¨¦s de las p¨¢ginas webs de las que fue administrador [¡­] ha venido poniendo a disposici¨®n de los usuarios de Internet el acceso a material audiovisual protegido por derechos de propiedad intelectual¡±. Para las acusaciones, adem¨¢s, la amplia presencia de anuncios publicitarios en estas webs demuestra las intenciones de sus due?os. Este frente tambi¨¦ cita sentencias favorables a su argumentario.

En abril de 2010, Sola vendi¨® sus creaciones por 610.000 euros a Burn Media SL, compa?¨ªa de Alexis Hoepfner, Jordi Tamargo y David Mart¨ªnez, los otros tres acusados. Dos de ellos, por cierto, ser¨¢n defendidos por el penalista Crist¨®bal Martell, c¨¦lebre por causas como la G¨¹rtel, el caso Messi o el de los Pujol, seg¨²n adelanto ElConfidencial. La fiscal¨ªa considera que los tres adquirentes continuaron ¡°con la misma il¨ªcita actividad¡±. Y, un a?o despu¨¦s, Hoepfener se convirti¨® en ¨²nico due?o de la empresa.

En febrero de 2014, la Guardia Civil pidi¨® el cierre cautelar de las p¨¢ginas y poco despu¨¦s las mismas bloquearon todos sus enlaces. Muchas webs actuaron as¨ª en ese momento, ante la amenaza pendiente de la nueva Ley de Propiedad Intelectual, que abri¨® la puerta desde 2015 a actuar contra las p¨¢ginas de enlaces. Finalmente, Hoepfner tambi¨¦n vendi¨® a las pocas semanas, a la empresa Imb-Fx 2019 SL. El usuario nost¨¢lgico todav¨ªa puede encontrar Seriesyonkis en Internet. Sigue contando con miles de carteles de filmes y enlaces. Su mapa, sin embargo, ya solo sirve de trampa: lleva a p¨¢ginas de publicidad.