El enigma del vaso m¨¢gico
Una exposici¨®n en Alcal¨¢ de Henares arroja luz sobre c¨®mo la cer¨¢mica campaniforme se extendi¨® del Volga al estrecho de Gibraltar hace m¨¢s de 4.000 a?os
Es peque?o, no levanta m¨¢s de un palmo, pero representa uno de los grandes enigmas de la arqueolog¨ªa mundial. De ¨¦l se han escrito miles de art¨ªculos, tesis y libros. Se le conoce como vaso campaniforme y se fabric¨®, con diferentes decoraciones, por toda Europa ¡ªdesde el Volga a la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica incluida¡ª entre los a?os 2.500 y 2.000 antes de nuestra era. En una ¨¦poca de escasas o pobres comunicaciones en el continente y las islas brit¨¢nicas, el recipiente ocupaba un lugar destacado en todas las culturas. ?Por qu¨¦ y qui¨¦n extendi¨® su uso y fabricaci¨®n? La exposici¨®n en el Museo Arqueol¨®gico Regional de Alcal¨¢ de Henares (Madrid) ?Un brindis por el pr¨ªncipe! muestra los avances que sobre este peque?o objeto se han realizado. Un total de 22 prestatarios entre propietarios y museos europeos han cedido sus piezas para la exposici¨®n. Los hay de arcilla y hasta de oro.
Los primeros vasos se hallaron a finales del XIX por toda Europa. El hecho de que todos tuviesen las mismas caracter¨ªsticas hizo pensar a los arque¨®logos que se encontraban ante una misma cultura que se hab¨ªa extendido por el continente, aunque a mediados del XX esta concepci¨®n cambi¨®: se trataba de un gran comercio interior entre pueblos y estos objetos eran adquiridos por las ¨¦lites de las diversas culturas como s¨ªmbolo de prestigio. De hecho, los historiadores del Tercer Reich extendieron la teor¨ªa de que su origen estaba en Alemania y que Europa, por tanto, compart¨ªa la misma cultura: una especie de pangermanismo incipiente de hace cuatro mil a?os.?
Se ha comprobado que el recipiente ¡ªen sus tres versiones conocidas: cazuela, cuenco y propiamente vaso¡ª se usaba en tres contextos: el metal¨²rgico (se llenaba de cerveza y se ofrec¨ªa a los dioses para que el proceso de fabricaci¨®n de objetos de cobre resultara un ¨¦xito), la recogida de la sal y el funerario. Enrique Baquedano, director del museo regional, admite que los expertos no se ponen de acuerdo sobre d¨®nde naci¨® este extra?o cuenco. En total se?exponen m¨¢s de 400 elementos procedentes del Museu Nacional de Arqueologia de Portugal, del Arqueol¨®gico Nacional y de yacimientos como Humanejos, Ciempozuelos (Madrid), Palmela (Portugal), Carmona (Sevilla), Escocia o la Rep¨²blica Checa.
Si bien el vaso siempre era igual, dependiendo del lugar donde fuese fabricado presenta diferentes decoraciones: puntillado, con bandas horizontales, cordado, mixto... Los m¨¢s antiguos se hallaron en el bajo Tajo. El franc¨¦s ?mile Cartailhac, considerado el ¡°pope de la prehistoria¡±, en 1883 certific¨® su existencia en el yacimiento de Palmela. En Espa?a, la Real Academia de la Historia, con financiaci¨®n del marqu¨¦s de Cerralbo, los desenterr¨® en 1894 en Ciempozuelos (Madrid). Estos objetos, pertenecientes a la Edad del Cobre, est¨¢n, adem¨¢s, ¨ªntimamente relacionados con los enterramientos y suelen hallarse junto con ajuares que incluyen las armas del fallecido y sus pertenencias: espadas, hachas y pu?ales de cobre y piedra.
Los pueblos del calcol¨ªtico o Edad del Cobre eran capaces de fabricar objetos tanto en cobre como en oro. La exposici¨®n muestra, adem¨¢s de sus armas y joyas, los elementos que utilizaban para arrancar de las minas los componentes met¨¢licos: esp¨¢tulas, trituradores, picos y mazas de piedra y astas de ciervo para reventar los bloques. Luego, fund¨ªan el material y lo vert¨ªan en crisoles con la forma del arma que deseaban crear.
La muestra, que est¨¢ comisariada por el catedr¨¢tico de la Universidad de Valladolid Germ¨¢n Delibes y Elisa Guerra, profesora titular de la misma universidad, pretende arrojar luz "sobre un fen¨®meno apasionante que recorri¨® una Europa que despertaba a la edad de los metales y que uni¨®, en una especie de primera manifestaci¨®n de una cultura europea, a las ¨¦lites de lugares muy distantes", se?ala Baquedano.
Para ilustrar este periodo de la historia de la humanidad el museo ha llenado sus paredes de espectaculares ilustraciones de Arturo Asensio, ha recreado un enterramiento calcol¨ªtico y ha construido un gran vaso de casi dos metros de altura que sirve como puerta de entrada a la exposici¨®n. "Es una manera de que los visitantes vean el interior de uno de los elementos m¨¢s misteriosos de la arqueolog¨ªa", culmina el director de museo.
Un brindis por el pr¨ªncipe. Hasta el 28 de septiembre. Museo Arqueol¨®gico Regional. Plaza de las Bernardas s/n. Alcal¨¢ de Henares.?
Babelia
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