Christina Lindberg, musa de ¡®Kill Bill¡¯, en Buenos Aires

A Christina Lindberg (Gotemburgo, 1950) le brillan los ojos al hablar de la granja a las afueras de Estocolmo en la que vive y da refugio a animales salvajes. La vida de esta periodista sueca gira desde hace a?os alrededor del activismo de causas medioambientales y a favor de los derechos de los animales, pero para entender su visita a Buenos Aires hay que remontarse cuatro d¨¦cadas atr¨¢s, hasta principios de 1973. Con 22 a?os, Lindberg era entonces la reina del cine er¨®tico sueco. El director Bo Arne Bivenius la llam¨® para protagonizar Thriller: una pel¨ªcula cruel con la idea de hacer un largometraje taquillero con el que recuperarse de su ruinoso proyecto anterior. "Pensaba que yo no era una buena actriz, as¨ª que me hizo muda", recuerda entre risas Lindberg en una entrevista con EL PA?S. Es una de las estrellas invitadas a la 21 edici¨®n del Bafici, que exhibe esa pel¨ªcula y un documental sobre su vida.

Thriller s¨®lo dur¨® una semana en los cines suecos, pero con el paso de los a?os se convirti¨® en una cinta de culto con admiradores en todo el mundo. Uno de ellos es Quentin Tarantino, quien se inspir¨® en su personaje para dar vida a Elle Driver (Daryl Hannah) en Kill Bill, y pidi¨® conocerla cuando visit¨® Estocolmo para presentar Malditos bastardos. "Yo conoc¨ªa poco a Tarantino porque no me gustan las pel¨ªculas violentas, s¨®lo hab¨ªa visto Pulp Fiction", cuenta Lindberg cuando la invitaron a esa cita, en la que ambos hablaron de cine e intercambiaron aut¨®grafos. "Me escribi¨®: 'soy tu mayor fan' y 'gracias por la inspiraci¨®n' sobre un DVD de 'Thriller", se?ala. Tambi¨¦n alab¨® su papel secundario en Sex & Fury, la pel¨ªcula del japon¨¦s Norifumi Suzuki.?

Mientras echa la vista atr¨¢s, Lindberg juega con las cadenas unidas a sus anillos. Conserva una larga melena casta?a, parecida a la que luc¨ªa en ese momento, y su mirada es a ratos dulce y otros desafiante.

Lleg¨® al cine por casualidad. "Nunca so?¨¦ con ser actriz de ni?a. Crec¨ª en la segunda ciudad de Suecia con dos hermanos, una hermana y una madre que trabajaba mucho y muy duro as¨ª que no ten¨ªa ese tipo de sue?o. Pero de adolescente en la playa me sacaron fotos, despu¨¦s me vieron en bikini y me preguntaron si quer¨ªa aparecer en una revista de hombres y un d¨ªa cuando estaba en la secundaria me ofrecieron hacer una pel¨ªcula y la hice", cuenta sobre sus inicios.

Thriller supuso un gran reto respecto a las pel¨ªculas que hab¨ªa hecho anteriormente. "El director me dijo que ten¨ªa que tomar lecciones de lucha, aprender a sostener un arma, aprender a conducir y acostumbrarme a llevar un parche en el ojo. Yo no era una actriz, no me hab¨ªa formado como tal, pero ¨¦l me dio mucha confianza y fue una buena idea que me hiciese muda. Creo que por eso Thriller ha sobrevivido. Tambi¨¦n porque Frigga, mi personaje, no es s¨®lo una v¨ªctima, es tambi¨¦n una superviviente", afirma.

La fuerza de Frigga es, en su opini¨®n, la posible raz¨®n por la que la pel¨ªcula, muy criticada en los setenta, sea elogiada en la actualidad por feministas. "Es un buen mensaje para transmitir a las generaciones m¨¢s j¨®venes, que tienen poder para luchar y abrirse camino en la sociedad". Su personaje ha sido fuente de inspiraci¨®n para muchos otros, entre los que cuenta a Lisbeth Salander, la hero¨ªna de Millenium, la trilog¨ªa de su compatriota Stieg Larsson: "Estoy segura de que vio Thriller, aunque despu¨¦s ¨¦l construy¨® una historia propia, brillante".

El cine le abri¨® las puertas a un mundo desconocido, del que dice haber aprendido mucho. Pero lo abandon¨® poco antes de cumplir 25 a?os, en parte presionada por su pareja y tambi¨¦n por el auge del porno. "Yo sab¨ªa que no quer¨ªa tener hijos, que no quer¨ªa casarme y que no quer¨ªa hacer porno. Sacarme la ropa s¨ª, pero no participar en escenas pornogr¨¢ficas", afirma.

De los set de rodaje salt¨® a fines de los setenta al periodismo y s¨®lo regres¨® a la gran pantalla, fugazmente, el a?o pasado para un papel en Black Circle, una cinta de terror dirigida por el argentino Adri¨¢n Garc¨ªa Bogliano. "Me gustar¨ªa haber hecho alguna pel¨ªcula m¨¢s, as¨ª podr¨ªa mostrarlas ahora", lamenta.