Muere la actriz sueca Bibi Andersson, musa de Ingmar Bergman

Pocas im¨¢genes resumen la indagaci¨®n emocional y el cine de autor del siglo XX como el plano de la cara que comparten Liv Ullman y Bibi Andersson en Persona (1966). Sus dos rostros se convierten, al fusionar sus mitades, en una imagen del femenino que ilustra las mayores aspiraciones est¨¦ticas del autor de esa imagen, Ingmar Bergman. Hoy, una mitad de ese plano m¨ªtico, la correspondiente a Andersson, ha dejado de existir, ya que la actriz sueca ha muerto a los 83 a?os, seg¨²n ha informado su hija Jenny Grede Dahlstrand. A ese momento m¨¢gico lleg¨® Bergman cuando vio en amigable charla a quien entonces era su pareja (Andersson) con quien se convertir¨ªa en su siguiente amante (Ullman) en aquel rodaje, y percat¨¢ndose de su semejanza, las uni¨® para la historia en ese prodigioso encuadre.

Sin embargo, Bergman, que lanz¨® la carrera de Bibi Andersson -empezaron a colaborar cuando ella ten¨ªa tan solo 20 a?os- y le dio sus mejores trabajos, es parco en palabras con la actriz en sus memorias Linterna m¨¢gica. Solo aparece en referencia a hechos concretos protagonizados por otros colegas de interpretaci¨®n, y en los que Andersson aparece como secundaria. Algo injusto con la actriz de Sonrisas de una noche de verano (1955), El s¨¦ptimo sello (1957), Fresas salvajes (1957) y Persona (1966), entre otras.

Nacida en Estocolmo en 1935, Andersson compagin¨® estudios y publicidad. Y en esos estudios estaba en el Real Teatro Dram¨¢tico de Estocolmo cuando lo abandon¨® tras conocer a Bergman -en el rodaje de un anuncio- y le sigui¨® en su viaje al teatro de Malmoe. Junto a Bergman logr¨® sus mayores triunfos y aunque se separaran tras Persona, colaboraron posteriormente en Pasi¨®n, La carcoma y Secretos de un matrimonio, ya en 1973, en la que interpret¨® a la amiga ¨ªntima de la pareja, que en la secuencia inicial termina humillada por su esposo durante una cena. En total colaboraron en 13 largometrajes.

Andersson, con su pelo corto, perteneci¨® a una generaci¨®n de actrices europeas que destacaron por su seriedad en su trabajo, su libertad y su lucha por la independencia, una batalla en la que estuvieron la misma Ullman, Monica Vitti, Jeanne Moreau, Jean Seberg o Julie Christie. Lograron ser m¨¢s que "la pareja de" o "la amante de" en la pantalla. Y detr¨¢s de ella, Andersson tambi¨¦n logr¨® ser m¨¢s que la musa de Bergman. Entre esos otros trabajos destacan La carta del Kremlin, de John Huston; Quinteto, de Robert Altman; Un cebo llamado Elisabeth, de James Toback; El enemigo del pueblo, de George Schaefer, Dos veces mujer, de George Sluizer, o Aeropuerto 80. Sin olvidar su aparici¨®n en El fest¨ªn de Babette, de Gabriel Axe, ganadora del Oscar en 1988. En Espa?a protagoniz¨® Una estaci¨®n de paso, de Gracia Querejeta, y La escarcha, de Ferran Aud¨ª, junto a Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n o Trist¨¢n Ulloa, en 2009 en el que ser¨ªa su ¨²ltimo trabajo, ya que ese mismo a?o sufri¨® un derrame cerebral que le paraliz¨® parte del cuerpo.

Entre sus premios recibidos destacan el galard¨®n a la mejor actriz en el festival de Cannes de 1958 por En el umbral de la vida, de Bergman, que comparti¨® con el resto de sus compa?eras de reparto, y el Oso de Plata de la Berlinale en 1963 por La amante, de Vilgot Sjoman.