Juan Antonio Hormig¨®n, la utop¨ªa pr¨¢ctica
El director, gestor e investigador teatral, fundador de la Asociaci¨®n de Directores de Escena, ha muerto a los 75 a?os
Era un intelectual en el sentido pleno, pero un hombre pr¨¢ctico y resoluto. Entend¨ªa el teatro como un servicio cultural que las Administraciones p¨²blicas deben garantizar al ciudadano, igual que la educaci¨®n. Su modelo, que conoci¨® de primera mano a lo largo de numerosos viajes y encuentros profesionales, era el que lleva no menos de tres cuartos de siglo implantado en toda Europa, salvo excepciones contadas, como la espa?ola: teatros con actores en plantilla, con dramaturgistas residentes, con talleres de construcci¨®n escenogr¨¢fica y con todo aquello que posibilita la prestaci¨®n de un servicio de calidad.
Juan Antonio Hormig¨®n, nacido en Zaragoza, falleci¨® este lunes a los 75 a?os. A trav¨¦s de la revista de la Asociaci¨®n de Directores de Escena (ADE), que dirigi¨® desde su creaci¨®n, ha venido dando cuenta de los grandes temas que aborda el teatro, de la evoluci¨®n de sus g¨¦neros y de su puesta en escena, de las encrucijadas que atraviesa en muy diferentes pa¨ªses¡ Si la ADE, asociaci¨®n que fund¨® en 1982, dio entidad colectiva y v¨ªa expresiva a una profesi¨®n disgregada hasta aquel entonces, su revista trimestral ha sido hasta hoy canal que da noticia de las pol¨ªticas culturales y de las maneras de entender el teatro en los pa¨ªses socios del nuestro en la Uni¨®n Europea.
Mientras estudiaba medicina, Hormig¨®n dirigi¨® el Teatro Universitario de Zaragoza, donde firm¨® una puesta en escena de Las galas del difunto y La hija del capit¨¢n, que pasa por ser la primera. Con este grupo tambi¨¦n escenific¨® obras de Ben Jonson, Schiller, Calder¨®n, Maquiavelo¡ Su vocaci¨®n le llev¨® a estudiar en Nancy con Bernard Dort, Denis Bablet y Antoine Vitez, y a abandonar la medicina en 1967, tras hacerse cargo del Teatro de C¨¢mara de Zaragoza, con el que represent¨® a Tirso, Morat¨ªn y Max Frisch.
Su carrera como director continu¨® al frente de la Compa?¨ªa de Acci¨®n Teatral, con la que mont¨® obras de Brecht, Morat¨ªn y Goldoni, dramaturgos sobre los que volver¨¢ luego como investigador y autor literario. Con la Compa?¨ªa Nacional de Teatro de M¨¦xico escenifica en 2010 una adaptaci¨®n propia de El trueno dorado, de Valle-Incl¨¢n.
Su vocaci¨®n pedag¨®gica se abre camino en el Aula de Teatro de la Universidad Complutense, al frente de la cual estuvo nueve a?os, pero sobre todo como profesor de Dramaturgia, primero, y luego como catedr¨¢tico de Direcci¨®n de Escena de la Real Escuela Superior de Arte Dram¨¢tico de Madrid, donde ejerci¨® su influencia sobre varias hornadas de profesionales hoy en ejercicio.
Con la ADE, de la que era secretario general, puso en marcha y encabez¨® un servicio de publicaciones, palanca de una vasta labor investigadora. Adem¨¢s de la revista trimestral, Hormig¨®n lanz¨® dos colecciones de literatura dram¨¢tica ¨Cla una, iberoamericana; universal la otra¨C, que suman m¨¢s de 200 t¨ªtulos, en su mayor¨ªa de autores poco frecuentados en Espa?a. Tambi¨¦n edit¨® varias colecciones de ensayos, entre los cuales se cuentan algunos escritos por el propio Hormig¨®n (El legado de Brecht, La profesi¨®n del dramaturgista) o coordinados por ¨¦l, como las monograf¨ªas sobre Jos¨¦ Luis Alonso y Fabi¨¤ Puigserver, esta junto a Guillem Jordi Graells.
Editados en 2007, sus tres vol¨²menes sobre Valle-Incl¨¢n: Biograf¨ªa, cronolog¨ªa y epistolario, vinieron a paliar la carencia de una biograf¨ªa contrastada documentalmente de un autor que teji¨® mil leyendas en torno suyo, y a dar fe de la minuciosidad, perseverancia y rigor del trabajo de Hormig¨®n, que ejerci¨® tambi¨¦n como perspicaz cr¨ªtico de literatura dram¨¢tica durante la primer¨ªsima etapa de EL PA?S.
Parafraseando a su admirado Brecht: luch¨® toda su vida, luego fue imprescindible, adem¨¢s de pr¨®ximo y asequible. Le vamos a echar de menos.
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